miércoles, 8 de junio de 2016
LA TRINIDAD: DE LAS CINCO LLAGAS A LA ESPERANZA
Hasta el próximo domingo se puede visitar en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, en la calle Sierpes, la exposición "La Trinidad: de las Cinco Llagas a la Esperanza", una muestra que se enmarca en la celebración del décimo aniversario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza, efeméride que se cumplirá el próximo viernes 10 de junio.
Con este motivo, y dentro del ciclo de exposiciones "Círculo de Pasión", que precisamente desde hace también diez años viene organizando el Mercantil, la Hermandad de la Trinidad ofrece una gran oportunidad de conocer su patrimonio más destacado, así como su dilatada historia, desde su fundación en los inicios del siglo XVI para dar culto a las Cinco Llagas de Jesucristo. Fueron un grupo de hortelanos de la zona de la desaparecida Puerta del Sol los que crearon esta hermandad que desde sus orígenes estuvo vinculada al entonces convento trinitario existente en el mismo lugar que la hoy Basílica de María Auxiliadora, donde continúa residiendo. Un solo templo, por tanto, para una hermandad con cinco siglos de historia, lo que da idea del arraigo que desde el principio consiguió la corporación en su barrio.
Como hacemos habitualmente en este blog, repasamos detalladamente todo lo expuesto en esta muestra, comenzando por el patio, en el que se ha recreado la escena del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, con todas las imágenes que forman parte del paso de misterio, a excepción, lógicamente, de las tallas de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, que en este caso han sido sustituidas por un conjunto escultórico de la Trinidad de pequeño formato que se encuentra en las dependencias de la hermandad, y que aquí se sitúa ante el dosel de cultos.
En torno a la Santísima Trinidad, vemos a los padres de la Iglesia Occidental, tallados en madera policromada por Antonio J. Dubé de Luque (San Gregorio en 1994, San Ambrosio en 1995, San Agustín en 1996 y San Jerónimo en 1997), la Fe, del mismo autor (1996), San Miguel (anónimo, siglo XVII) a punto de matar con su lanza al dragón (Rodríguez Magaña), la Iglesia dormida (Miguel González, 1940) y el Amor Divino (Rodríguez Magaña), simbolizado en un ángel que dispara una flecha de amor sobre Dios Hijo.
Nos dirigimos ahora hacia la primera sala de la exposición siguiendo el recorrido propuesto, pero antes vemos la cruz de guía, obra de Enrique Cortés Miura, realizada en madera con aplicaciones en plata de ley (1951), con sus faroles de guía, de metal plateado, obra de Manuel Seco Velasco (1963).
A continuación, junto a varios paneles que resumen los orígenes y la antigüedad de la hermandad, donde curiosamente no se menciona en ningún momento el año 1507, aunque en 2007 sí que celebró la corporación el quinto centenario fundacional, vemos ahora el libro de reglas de 1555, el de 1819 y las vitelas de los años 40 del siglo XX en las que en un lado vemos el conjunto del Sagrado Decreto y en el otro el antiguo Cristo de las Cinco Llagas con la Virgen de la Esperanza, San Juan Evangelista y la Magdalena.
Ya dentro de la primera sala, se nos muestra en primer lugar la relación de privilegios concedidos a la Hermandad de la Trinidad y expuestos en una tabla de madera realizada por autor desconocido en el siglo XIX, y una bula pontificia de 1612 de gracias e indulgencias concedidas por el Papa Pablo V.
A su lado, se expone la talla de José de Arimatea que forma parte del paso de misterio del Cristo de las Cinco Llagas. Es de madera de cedro policromada, del siglo XVII, y está atribuido al círculo de Pedro Roldán.
A continuación, y bajo un panel en el que se muestra la evolución del paso de misterio desde sus orígenes hasta la actualidad, hay una vitrina con la jarra y la jofaina que van en la delantera del misterio, realizadas en plata de ley por autor anónimo en la primera parte del siglo XIX.
También se muestra la cruz pectoral de María Magdalena, de metal sobredorado, obra de Miguel Ángel Alonso Ponce (2008).
Vemos igualmente una diadema de Nuestra Señora de la Esperanza, de plata sobredorada con aplicaciones de marfil, labrada por Manuel Seco Velasco en 1945.
Seguimos con la aureola de María Magdalena, de plata de ley, realizada por Orfebrería Andaluza en 2009.
Junto a ella, el cáliz de la misma imagen, de metal plateado, del siglo XIX.
La última pieza expuesta en esta vitrina es el nimbo de San Juan Evangelista, de autoría y fecha desconocidas, realizado en plata de ley.
Seguimos con dos cartelas de la mesa de altar de la capilla de la hermandad, de madera policromada. Son del siglo XX y autor desconocido.
Uno de los principales focos de interés de esta exposición es la presencia del antiguo Cristo de las Cinco Llagas, obra de madera, pasta y telas encoladas, datada a principios del siglo XVI y realizada por un autor desconocido. Fue el titular de la hermandad prácticamente desde sus orígenes, hasta que su mal estado obligó a su sustitución en 1981 por una talla de Manuel Hernández León. Actualmente la hermandad conserva este antiguo crucificado, que ha sido restaurado expresamente para la exposición, en la sala de juntas.
Precisamente, a su lado vemos el boceto en barro cocido del Cristo de las Cinco Llagas de Manuel Hernández León, de 1979. Como se sabe, Hernández León hizo dos Cristos. El primero se estrenó en 1981, pero por su gran tamaño se decidió encargarle otro igual de una estatura inferior, que se estrenó en 1982 y que fue el titular de la hermandad durante 20 años. Se trataba de una imagen muy original, dado que tenía los clavos de las manos clavados en las muñecas, en lugar de en las palmas, y además la cabeza le caía al lado izquierdo, y no al derecho como sucede en el resto de imágenes de crucificados.
Junto a este boceto se expone otro, en este caso de Luis Ortega Bru, que también optó a realizar la talla del Cristo de las Cinco Llagas, presentando un diseño en el que el Señor aparece con los pies ya desclavados y cuya cabeza, curiosamente, también caía hacia su lado izquierdo. Este boceto de la imagen que pudo ser y no fue, es también de barro cocido de 1979.
Y finalmente, observamos cuatro fotografías del actual Cristo de las Cinco Llagas, obra de Luis Álvarez Duarte estrenada el Sábado Santo de 2002. Las fotos que se exponen son del rostro antes de haber sido policromada la imagen.
Seguimos el repaso a la exposición con una placa de grabado de la primera mitad del siglo XIX. Está realizada en metal por José María Martín y representa al Cristo de las Cinco Llagas con la Virgen y San Juan de pie a cada lado, mientras que arrodillada en el suelo, la Magdalena recoge con un cáliz la sangre que mana de las llagas del Señor.
A continuación, se dedica un apartado de la muestra a la Virgen de la Concepción. En 1924, la Virgen de la Esperanza, que hasta entonces había formado parte del paso de misterio, sale por primera vez bajo palio. Con este motivo, Rodríguez Magaña realiza una dolorosa y se la denomina Virgen de la Concepción. Sin embargo, en 1956 el ex prioste José Ferrer Vera dona a la hermandad una nueva imagen realizada por Antonio Bidón, que es la actual dolorosa de la Concepción.
De esta imagen se nos muestra la carta y escrito de cesión firmada por el propio José Ferrer, donde se indica que la cesión se produjo en 1959, tres años después de ser tallada, y que fue bendecida por José María Campoy Sedeño.
A su lado, se muestran varias piezas del ajuar de la dolorosa, como el tocado de tul bordado con lentejuelas, de principios del siglo XX; una azucena de plata de ley de Antonio José Medina Vallecillo (2010); el puñal de plata sobredorada con aplicaciones en esmalte, de autor anónimo; la cruz pectoral de oro con pedrería; el alfiler en plata sobredorada con la leyenda "Amor, Divina Pureza"; y un rosario con la cruz trinitaria sobrepuesta encima de la cruz latina.
Al lado de estos enseres vemos la imagen de María Cleofás, que era la antigua Virgen de la Concepción hasta la incorporación de la actual dolorosa de Bidón. En la exposición se indica que su autor fue Ángel Rodríguez Magaña en 1924.
Seguimos con la bandera concepcionista, que forma parte del cortejo del paso de palio. Está bordada en oro sobre raso celeste por autor desconocido en 1954, coincidiendo con el centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de María.
A su lado, se muestra el frontal del canasto del actual paso del Cristo de las Cinco Llagas, así como dos de sus candelabros. El diseño y la talla, en madera de cedro, es de los Hermanos Caballero (2011), mientras que el dorado, que aún no está concluido en los respiraderos, es de los Hermanos González.
A continuación, tras un panel que repasa la historia de los diferentes pasos de palio de la Virgen de la Esperanza, vemos la caída frontal del palio de la Virgen de la Amargura de Huelva. Su palio, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, fue realizado, tal como indicaba el contrato de ejecución, a imagen y semejanza del palio que por entonces tenía la Esperanza Trinitaria, del mismo autor; un palio que actualmente se encuentra en Jerez, donde cada Jueves Santo cobija por las calles a la Virgen de la Confortación, de la Hermandad de la Oración en el Huerto. El palio onubense es de 1927 y está bordado en oro y sedas sobre terciopelo azul.
Bajo esta bambalina se muestra un respiradero frontal labrado en metal plateado por Cristóbal Ortega Chacón en 1893. Pertenece a la Hermandad de la Hiniesta, que cedió estos respiraderos a la Trinidad durante los primeros años en los que salió la Esperanza bajo palio.
La Virgen de la Esperanza de la Trinidad era conocida como la Esperanza Blanca, ya que durante muchos años su palio y su manto no eran de terciopelo verde, sino blanco. Los bordados del palio fueron pasados a terciopelo verde en los años 80; sin embargo, el manto simplemente dejó de utilizarse cuando a mediados de los 70 se confeccionó el actual. No será hasta 2006 cuando algunas de las piezas de ese antiguo manto se recuperen para confeccionar un manto de camarín que vemos a continuación. Está bordado en oro y sedas de colores. El diseño original era de Braulio Ruiz Sánchez y realizado por Dolores Olivera y Mercedes Plasencia. La reforma de 2006 fue obra de Fernández y Enríquez.
Junto al manto, se muestra un templete que figura en la entrecalle del paso de palio de la Esperanza. Representa a la Inmaculada, es de plata y fue realizado en la primera década del siglo XX por un autor desconocido.
Completamos lo expuesto en la primera sala de esta muestra con una vitrina central en la que podemos ver un libro de hermanos de 1934, la nómina de la junta de gobierno de 1914, un grabado realizado con la misma plancha que veíamos antes, el cuaderno de asentamiento de limosnas de 1809, la copia certificada de los títulos de propiedad de la capilla del Sagrado Decreto (1778), y el capítulo XII de las reglas de la hermandad, donde se comunica el hermanamiento con la Hermandad de Santa Lucía y el título de Sacramental.
Pasamos a la segunda sala de la exposición, donde nos recibe en el centro de ésta el palio de la Virgen de la Esperanza, montado con sus bambalinas, techo, varales y jarras de entrevarales. Tanto las bambalinas como el techo son obra del taller de Sobrinos de Caro (1944-1945), originalmente bordados en oro y seda sobre soporte de color blanco y pasados a terciopelo verde por Fernández y Enríquez cuarenta años después. Los varales son de plata, obra de Manuel Seco Velasco de 1960, mientras que las jarras son de plata de ley, de los Hermanos Delgado y del año 2006.
Rodeamos ahora la sala de derecha a izquierda, para acabar en los enseres relativos a la Coronación Canónica de hace diez años. Así, comenzamos viendo una antigua fotografía de la Virgen de la Esperanza, obra de Juan de Astorga, vestida con manto verde, saya roja y diadema.
A su lado, se muestran el recibo de pago de la imagen firmado por el propio Astorga en 1819 y un cuadro con elementos del antiguo candelero de la dolorosa, con piezas de madera tallada y elementos metálicos. Se trata de un candelero realizado por Álvarez Duarte en el año 2000 y sustituido por el actual en 2012 en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Vemos a su lado el decreto del Cardenal Fray Carlos Amigo Vallejo aprobando en 2007 el patronazgo de la Virgen de la Esperanza sobre el cuerpo de la Policía Local de Sevilla.
En esta zona podemos observar también dos cuadros, uno con el diseño de la medalla conmemorativa de la Coronación Canónica, de Joaquín López Gómez, y otro con la concesión de la Medalla de la Ciudad por parte del Ayuntamiento de Sevilla.
Bajo todas estas piezas expositivas, encontramos una vitrina con enseres del ajuar de la Virgen de la Esperanza. Vemos un broche de las Damas de Santa Teresa, de plata, oro de ley y brillantes; una cruz pectoral con azucenas, de oro de ley; un broche en oro de ley con una perla; un colgante de oro con brillantes; un anillo de oro blanco con un brillante; un alfiler de oro de ley con zafiro y granate; un anillo de platino y diamantes; un ancla con la cruz trinitaria en oro de ley con esmeraldas; un puñal en oro de ley con perlas, de Orfebrería Triana; un ancla de principios del siglo XX; un encaje de aplicación de Bruselas del XIX; la Gran Cruz al Mérito Militar de Primera Clase concedida a Rafael Luis Díaz Cañas por su labor periodística durante el golpe de estado del 23-F; la placa de la Policía Local de Sevilla; la cruz de plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, concedida a Francisco José Falla Franco; el fajín de general de Bartolomé Nadal Herrero, general de Intendencia; un pañuelo con encajes de aplicación de Bruselas y escudo nobiliario del siglo XIX; puños de encajes de punto de aguja del siglo XIX; otros puños de la misma época, pero de punto de aplicación de Bruselas; una mantilla también de punto de encaje de aplicación de Bruselas del XIX; y un tocado con lentejuelas.
Una de las paredes de esta sala cuenta con la presencia del manto de salida de la Virgen de la Esperanza, así como la toca de sobremanto. Ambos fueron diseñados por Antonio Garduño Navas y realizados por el taller de Sobrinos de Caro. El manto está bordado en oro sobre terciopelo verde de Lyon (1975-1977), mientras que la toca está bordada en oro sobre malla del mismo metal (1977).
Junto al manto se muestra el guión de la Coronación, estrenado este mismo año. Está bordado en oro y sedas sobre terciopelo verde por Artesanía Santa Bárbara, mientras que el asta es de Manuel de los Ríos, de Orfebrería Andaluza.
Seguimos con el frontal de los respiraderos y los faldones del paso de palio. Los respiraderos son de Manuel Seco Velasco, realizados en plata de ley, con las imágenes de las capillas de Sebastián Santos Rojas (1951-1958). En el frontal vemos en el centro a la Virgen de los Reyes, mientras que a la izquierda está la Pura y Limpia del Postigo, y a la derecha la Asunción de Cantillana. Sobre los respiraderos hay dos llamadores, uno a la izquierda y otro a la derecha, los que hace muy característico a este paso de palio. En cuanto a los faldones, son de terciopelo verde bordado en oro y sedas por Artesanía Santa Bárbara en 1990-1991.
A continuación, vemos tres sayas de la Virgen de la Esperanza: la bordada en oro sobre terciopelo azul, atribuida a Juan Manuel Rodríguez Ojeda (primera década del siglo XX); la de tisú blanco con bordados en oro y sedas, del mismo autor (década los años 20); y la de terciopelo burdeos bordada en oro y sedas, de Sobrinos de Caro (1976).
Junto a las sayas se encuentra uno de los paños laterales de los respiraderos antes descritos, con su faldón. En este caso, las imágenes de Sebastián Santos que vemos en las capillas representan a la Virgen de la Encarnación de Los Terceros, la Virgen del Rocío de Almonte, la Virgen de la Merced de la Capilla del Museo, María Auxiliadora de la Trinidad y la Virgen del Rosario de la Hermandad de las Aguas.
Y llegamos a los últimos enseres, relativos todos a la Coronación Canónica, empezando por la propia corona, realizada por los Hermanos Delgado en oro de 22 quilates con la técnica llamada de microfusión. Fue labrada en 2003, tres años antes de la propia Coronación.
Justo encima se ha colocado una fotografía en la que se ve el momento de la imposición de la corona a la Virgen de la Esperanza por parte del Cardenal Amigo.
Contemplamos también en esta parte de la exposición el expediente de la Coronación, confeccionado entre los años 1998 y 2000, y la medalla conmemorativa, cuyo diseño, de Joaquín López Gómez, fue presentado el 1 de diciembre de 2005.
Aquí vemos también el decreto del Cardenal Amigo por el que se aprobaba la solicitud de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza. Está fechado el 24 de mayo de 2006, fiesta de María Auxiliadora.
A continuación, se nos muestra el ajuar ofrendado a la Virgen de la Esperanza con motivo de su Coronación Canónica por las hermandades del Sábado Santo, además de otras corporaciones, como la Hiniesta, la O, la Macarena, la Esperanza de Triana, los Gitanos, San Benito, el Polígono de San Pablo, María Auxiliadora, las hermandades de vísperas, la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando, el grupo joven de la Trinidad, la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos, la Asociación Mamá Margarita y particulares, así como la Medalla de la Ciudad.
A su lado, contemplamos la aceptación del nombramiento del entonces Príncipe de Asturias, hoy Rey de España, Felipe VI, como presidente del Comité de Honor de la Coronación Canónica.
Un panel explica la obra social de la Coronación, consistente en la atención a personas reclusas y su reintegración en la sociedad, cumpliendo así con el espíritu trinitario. En primer lugar, se pidió y consiguió el indulto de un preso con motivo de la Coronación Canónica, y desde entonces se viene haciendo lo mismo cada año coincidiendo con la estación de penitencia. Además, en 2006 la hermandad firmó un convenio con la Casa de Acogida Emaús, que a partir de aquel año comenzó a llamarse Casa de Acogida Emaús-Esperanza de la Trinidad. La hermandad colabora en este centro con la Asociación Prolibertas, de la provincia trinitaria España-Sur, y en el periodo comprendido entre 2006 y 2015 se ha atendido a 667 personas. Esta obra social ha sido reconocida este año por la Fudnación Cajasol, que le ha otorgado el premio Gota a Gota de Pasión 2016 en la categoría de Inclusión Social.
A continuación, se muestra el cartel de la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza, pintado al óleo sobre lienzo por Luis Álvarez Duarte y presentado públicamente el 1 de diciembre de 2005.
La muestra finaliza con una vitrina en la que se muestran la partitura de la marcha "Esperanza de la Trinidad Coronada", de Abel Moreno, estrenada el 17 de marzo de 2006; la partitura del "Himno a Nuestra Señora de la Esperanza de la Trinidad Coronada", con letra y música de Monseñor Giovanni Lanzafame y arreglos del director de la Escolanía Salesiana de María Auxiliadora, Emilio Ramírez; y la papeleta de sitio conmemorativa de la Coronación Canónica, dibujada en tinta por Miguel Ángel Alonso Ponce.
"De las Cinco Llagas a la Esperanza", de los orígenes, hace cinco siglos, a la Coronación Canónica de su magnífica dolorosa. La Hermandad de la Trinidad tiene mucho que contar y mucho que ofrecer a todo el que desee acercarse hasta su historia y su patrimonio. Esta exposición es sólo una muestra de todo ello y su visita es plenamente recomendable. Aún hay tiempo para acercarse.
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