lunes, 27 de noviembre de 2017

LA MILAGROSA RECORRIÓ LAS CALLES DE CIUDAD JARDÍN 18 AÑOS DESPUÉS


La Hermandad de la Milagrosa vivió ayer, domingo, la salida procesional de la Virgen titular de la parroquia y de la propia corporación por las calles del barrio de Ciudad Jardín, algo que no ocurría desde hacía 18 años, y que en 2016 la lluvia impidió.
Ayer, sin embargo, pudo celebrarse esta histórica salida procesional que comenzó a las cinco de la tarde, momento en que se abrieron las puertas del templo, donde se había colocado una rampa con el escudo de la hermandad pintado en el centro. La cruz de guía de la cofradía, estrenada el Sábado de Pasión del año pasado, encabezaba el cortejo, del que también formó parte la Hermandad del Juncal a través del banderín de su grupo joven, dado que la corporación vecina cedió para esta salida los candelabros de su paso. Asimismo, se pudo ver el banderín de la juventud de la Milagrosa, estrenado este mismo año, y el estandarte corporativo de esta cofradía de vísperas.







La Banda de Música de la Cruz Roja, que cada Sábado de Pasión va detrás del paso de palio de la Virgen del Rosario, esperaba la salida de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa junto a la puerta. El capataz, Ricardo Almansa, fue el encargado de guiar el paso hasta ella, quedándose detenido antes de afrontar la salida.
A continuación, el paso se levantó a pulso 'aliviao', como iba a ser durante todo el recorrido, y abandonó el templo mientras la banda tocada el Himno de España. Poco después el paso se paraba de nuevo y un miembro de la hermandad se subía por la trasera para colocarle a la Virgen el aro de estrellas, que por las dimensiones de la puerta tuvo que ser retirado para realizar la salida.
Con el aro ya colocado, el paso se levantó y salió a la Avenida de Ciudad Jardín a los sones de la marcha "Reina de la Milagrosa". Hay que indicar que la Milagrosa salió sobre el paso de la Virgen del Rosario, del que sólo se mantuvieron los respiraderos, la peana, dos jarras, el llamador y cuatro candeleros. Y además de los candelabros del paso de la Virgen del Juncal, uno de los cuales tenía un lazo verde promoviendo la donación de órganos, en los costeros veíamos los cuatro antiguos faroles que formaban parte del paso de misterio de la Hermandad del Cerro hasta el estreno de los actuales.
Después de esa primera marcha, y tras una breve parada, el paso con la Milagrosa giró hacia la derecha para adentrarse en la calle Francisco Buendía, a la que llegó con la composición "Glorias de Sevilla". Aquí los costaleros tuvieron que afrontar una pequeña dificultad, dado que el aro de estrellas de la Virgen se enganchó levemente con un cable, pero finalmente todo se resolvió sin problema y el paso pudo continuar su recorrido recién iniciado.





























Desde Francisco Buendía, la Milagrosa giró a Doña María de Molina con la marcha "Madre Hiniesta", a la que después seguiría "A mi Virgen del Rosario" en la revirá hacia Cardenal Rodrigo de Castro, una larga línea recta en la que la Banda de la Cruz Roja interpretó las marchas "La Estrella Sublime" y "Virgen de la Palma", intercaladas con alguna chicotá a tambor.
El exorno floral del paso estaba compuesto entre otras especies por claveles, lisiantum, margaritas y lilium, todo ello de tonalidades rosáceas.






































Al final de la calle Cardenal Rodrigo de Castro el paso se detuvo frente a la puerta del Centro Cultural y Deportivo La Milagrosa para, a continuación, girar hacia la izquierda a la calle Simón de Pineda mientras la Banda de la Cruz Roja interpretaba la marcha "Esperanza Macarena".
La luz poco a poco abandonaba la barriada de Ciudad Jardín, a lo que también contribuían los frondosos árboles de la calle Alonso Cano, a la que la Virgen de la Medalla Milagrosa llegó con "Pasan los campanilleros", marcha que alcanzó hasta un segundo giro del paso a Roque Hernández, junto a la Ronda del Tamarguillo, que en esta zona marca la frontera del barrio.

















De nuevo se internó la Milagrosa por las calles de su barrio al alcanzar Andrés de Ocampo, calle dedicada al autor del Cristo de la Fundación, de la Hermandad de los Negritos. Y precisamente a ella llegó el paso con una marcha de Jueves Santo, aunque en este caso de la cofradía del Valle, como fue la marcha "Valle de Sevilla".
Más adelante, ya prácticamente de noche, fue el turno de la composición "Tras tu verde manto", que acompañó una nueva revirá, muy bien trabajada por la cuadrilla de Ricardo Almansa, en este caso hacia la calle Antonio de Nebrija, tan poco acostumbrada como el resto a ver pasar cofradías.
Tras una chicotá a tambor en la que el paso caminó a un ritmo rápido, de nuevo llegó la calma cuando desde Antonio de Nebrija la Milagrosa tomó la calle Almotamid, ahora mientras la banda tocaba "Madrugá de canela y clavo".

























La luz celeste de la tarde, al irse, se llevó consigo el celeste de los faldones del paso, que con la iluminación eléctrica parecían más bien blancos. Ésta fue la luz que acompañó a la Virgen de la Medalla Milagrosa en la vuelta a su templo, al que regresó a eso de las ocho y media. La hermandad, la parroquia y el barrio acababan de marcar un hito, uno más, en su trayectoria, con la Milagrosa dándose un agradable paseo en una no muy fría tarde de otoño... 18 años después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario