martes, 8 de enero de 2019

BESAPIÉ AL SEÑOR DE PASIÓN, VESTIDO PARA ELLO CON SU TÚNICA MÁS ANTIGUA


Durante el pasado fin de semana, y antes de la novena en su honor que comienza este viernes, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Pasión se expuso en besapié en el centro de la capilla sacramental de la Iglesia del Salvador, ante el altar de la hermandad que, en esta ocasión, presidía Nuestra Madre y Señora de la Merced.
Al igual que hace dos años en este culto, como también aquel Jueves Santo, el Señor de Pasión lució la túnica más antigua de las que posee, bordada en oro sobre terciopelo morado por Manuel María Ariza en 1845; prenda conocida en el seno de la hermandad como la de los cuernos de la abundancia por los motivos principales que la decoran. Lo que no llevó, al contrario que en 2017, fue corona de espinas ni potencias.
El Nazareno de Juan Martínez Montañés estaba elevado sobre su habitual peana de besapié, regalada por un grupo de hermanas con motivo del CDL aniversario de la hermandad y con apliques de plata sobre terciopelo burdeos. Flanqueaban a la peana dos de los faroles del paso de palio de la Virgen de la Merced, mientras que detrás de éstos había sendos estípites de madera tallada y dorada sobre los que veíamos diversas especies florales de color rojo, principalmente claveles, rosas y astromelias. A los pies de la peana había un gran centro con las mismas flores.
Detrás, las peanas donde reciben culto durante todo el año las tallas de la Virgen de la Merced y San Juan Evangelista estaban ocupadas por los otros dos faroles del paso de palio entre candeleros con cera roja y pequeñas jarras con las mismas flores antes descritas, que estaban repartidas también sobre el banco del retablo y a los pies de la dolorosa.
Completaba el altar de este besapié al Señor de Pasión la presencia del estandarte corporativo en el extremo derecho de la capilla sacramental del Salvador.




























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