A semejanza de la imagen original, la nueva Virgen de las Maravillas, realizada por Francisco José Reyes Villadiego, autor del misterio completo del Carmen Doloroso, se presenta sentada entre el Niño Jesús, al que sostiene en el lado izquierdo de su regazo, y San Juan Bautista.
El párroco de Omnium Sanctorum, Pedro Juan Álvarez Barrera, bendijo la nueva imagen en la mañana del mismo día 14, y esa tarde, la del domingo más cercano a su festividad, tuvo lugar su primera salida procesional por las calles de la feligresía. Se trató de una procesión extraordinaria con motivo de su bendición, ya que de momento la hermandad no se plantea que la Virgen de las Maravillas salga todos los años hasta que no cuente con enseres propios para tal fin. Para esta salida, la Hermandad de la Divina Pastora de San Antonio cedió generosamente su paso.
A las siete y media de la tarde se abrían las puertas de la Parroquia de Omnium Sanctorum y la Hermandad del Carmen Doloroso sorprendió al utilizar para esta procesión su antigua cruz de guía de madera y apliques de plata, que dejó de abrir el cortejo de la cofradía del Miércoles Santo cuando se estrenó la actual, de Sergio Acal, en la Semana Santa de 2011.
A continuación había varias parejas de hermanos, muchos de ellos niños, con cirios, y el guión carmelita con más hermanos detrás. Finalmente, iban las representaciones de hermandades. Por este orden, iban la Pastora de San Antonio, el Carmen del Santo Ángel (con la que el Carmen Doloroso se podría hermanar próximamente), el Carmen de Calatrava, los Javieres y Todos los Santos. Cerraba la lista de estandartes el de la propia Hermandad del Carmen Doloroso.
El exorno floral estaba compuesto por una gran variedad de flores y colores, entre las que llamaban la atención las ubicadas en las frondosas esquinas, formadas por gladiolos, rosas anaranjadas y rosas de color rosa. A estas últimas, como se pudo ver este año en los palios de la Virgen de la Palma del Buen Fin y el Rosario de Monte-Sión, se les habían doblado hacia afuera los pétalos exteriores uno por uno. No faltó el granado detrás, algo propio de la iconografía de la Divina Pastora, pero que también se sabe, por fotos antiguas, que figuraba tras la primitiva Virgen de las Maravillas en sus salidas procesionales.
Así, ganando metros, la Virgen de las Maravillas recorrió en una sola chicotá el tramo de Feria que va de Omnium Sanctorum a la esquina con Correduría a los sones de "Triana de Esperanza", otra marcha que resultó un guiño por parte de la Hermandad del Carmen Doloroso, que tanta relación mantiene con la Esperanza de Triana. Y de una Esperanza a otra, porque acto seguido sonó "Pasa la Virgen Macarena" en el tramo hasta Conde de Torrejón.
Posteriormente, el paso se levantó y, a los sones de "Rosario de Monte-Sión" por parte de la Banda Municipal de Aznalcóllar, comenzó a alejarse buscando la zona más estrecha de la calle Feria, donde después sonaría "Alma de la Trinidad".
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