Su lugar lo ocupa desde entonces en su hornacina una enorme fotografía en blanco y negro, en el altar de la hermandad ubicado en la Capilla Sacramental de la parroquia, donde también reciben culto las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Presentación al Pueblo y San Juan Evangelista.
Fue en octubre del pasado año cuando en un cabildo celebrado en la Hermandad de San Benito se aprobó que fuera Miñarro el encargado de la restauración de la dolorosa, tras estudiar tres informes: el del IAPH, el de Pedro Manzano y el del finalmente elegido.
La Virgen de la Encarnación es una de las dolorosas más antiguas de la Semana Santa de Sevilla, ya que está fechada en el primer tercio del siglo XVII, y es de autor desconocido. A lo largo del siglo XX constan varias intervenciones: dos de Sebastián Santos en 1948 y 1952 (además, retalló las manos en 1953) y una de José Rodríguez Rivero-Carrera en 1984.
El regreso a San Benito de esta dolorosa del Martes Santo está previsto para el próximo mes de octubre.
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