Durante este fin de semana la Hermandad de Pasión celebra el besamanos a Nuestra Madre y Señora de la Merced, que se encuentra ubicada sobre una peana de madera en el centro de la capilla sacramental de la Iglesia del Salvador, a los pies del Señor.
La Virgen de la Merced, que luce la corona de salida de Cayetano González (1959), viste manto azul de camarín y la saya procesional, de Carmen Capmany (1930). En el pecherín tiene un puñal y el emblema de la orden mercedaria, mientras que en la mano izquierda sujeta un pañuelo mientras ofrece la derecha a los devotos. En la cintura tiene prendida una medalla con el rostro del Señor de Pasión.
A ambos lados de la dolorosa de la Merced vemos unas jarras de su paso de palio con una variedad de flores blancas que también están detrás, a lo largo del friso de la parte baja del retablo, y en las peanas que habitualmente ocupan la propia Virgen y San Juan, y que ahora cuentan cada una con un farol de la trasera del palio.
Un total de dieciocho candeleros y dos candelabros plateados, todos con cera blanca, iluminan el altar, a lo que también contribuyen con cuatro blandones dorados situados delante de la Virgen de la Merced, dos a cada lado. Asimismo, hay que comentar la presencia del estandarte corporativo en el lado derecho de la capilla y la bandera concepcionista en el izquierdo.
Por otro lado, es interesante destacar que Nuestro Padre Jesús de la Pasión viste en su camarín la túnica estrenada la pasada Cuaresma, bordada en plata sobre terciopelo corinto por Jesús Rosado según diseño de Rafael de Rueda, que se inspiró para ello en el grabado que Pedro Tortolero realizó del Señor en el siglo XVIII, y que es la representación gráfica más antigua que existe del Nazareno de Martínez Montañés.
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