PLAZA SEÑOR DE LA SALUD

Ayer fue rotulado el espacio existente junto al Santuario de la Hermandad de los Gitanos como Plaza Señor de la Salud, tal y como fue aprobado el mes pasado por el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla, a lo que previamente había dado luz verde la Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo a petición de la propia cofradía de la Madrugá.

El rótulo con las características letras sevillanas ha sido ubicado junto a la puerta de salida de la hermandad, señalizando así con ese nombre un espacio que no tenía ninguna denominación concreta, dado que se trata simplemente de la zona donde se ensancha la calle Verónica, que mantiene su nombre. Esta zona ha sido objeto de una actuación de reurbanización por parte del Ayuntamiento, que cuenta con un pavimento renovado, así como con un nuevo parterre y algunas palmeras. Próximamente, se instalarán también varios maceteros.

Hay que destacar que la "nueva" plaza, ubicada junto a la calle Cristo de las Cinco Llagas (ésta denominada así en 2016), no ha podido ser rotulada con el nombre completo de la imagen del Cristo de la Hermandad de los Gitanos, Nuestro Padre Jesús de la Salud, porque ya existe otra plaza con este nombre, referida al titular de la Hermandad de la Candelaria, el cual precisamente se llama así por el Señor de los Gitanos. Curiosamente, por la Plaza Nuestro Padre Jesús de la Salud, el de la Candelaria, pasa el Santísimo Cristo de la Salud de San Bernardo, que también tiene una calle junto a su templo.

Sucede, por tanto, algo parecido a la existencia de una calle Jesús de las Tres Caídas (de San Isidoro) y otra Santísimo Cristo de las Tres Caídas (de Triana), que dejó sin calle, por cierto, al recordado Bernal Vidal. Y también tenemos una calle Virgen de la Palma y otra Virgen de la Palma Coronada. Aunque lo más llamativo es que la Hermandad de Santa Marta aprobó en 2018 solicitar la rotulación de una calle dedicada a su santa titular, pasando por alto que al ladito mismo de la Giralda hay una preciosa placita llamada precisamente así, Santa Marta. De esto último nunca más se supo.