Sevilla, Viernes de Dolores y el sol y un intenso cielo azul en todo lo alto. La espera terminaba de la mejor manera, los primeros nazarenos iban a recorrer las calles, los primeros pasos... y poco importaban ya, si es que en algún momento importaron (a quien le importen) las informaciones relativas a las previsiones meteorológicas.
El azul del cielo, que iba a quedarse toda la Semana Santa, tuvo en Heliópolis su reflejo en los capirotes y escapularios de los nazarenos de la Misión; una hermandad con un cortejo muy amplio al que precedía la Banda de Cornetas y Tambores Columna y Azotes. Cuando se abrieron las puertas de la Parroquia de San Antonio María Claret a las seis y cuarto de la tarde, dicha formación comenzó su labor con la marcha "Réquiem", de Bienvenido Puelles, fallecido el pasado verano.
El azul del cielo, que iba a quedarse toda la Semana Santa, tuvo en Heliópolis su reflejo en los capirotes y escapularios de los nazarenos de la Misión; una hermandad con un cortejo muy amplio al que precedía la Banda de Cornetas y Tambores Columna y Azotes. Cuando se abrieron las puertas de la Parroquia de San Antonio María Claret a las seis y cuarto de la tarde, dicha formación comenzó su labor con la marcha "Réquiem", de Bienvenido Puelles, fallecido el pasado verano.
Y del inicio del cortejo al final. Todo parece indicar que éste ha sido el último año en que el paso del Santo Cristo de la Misión ha salido como lo conocemos. En 2024 se estrenarán los respiraderos de talla en los que están trabajando los Hermanos Caballero y cuyo diseño es de José Manuel Bonilla Cornejo, autor del conjunto escultórico.
Antonio Santiago volvió a estrenar su Semana Santa al frente de este paso, para el que la Banda de Cornetas y Tambores de Las Cigarreras interpretó tras la Marcha Real la composición "Cordis Mariae". Esta marcha se enlazó con "Hasta siempre, Soberano", marcha póstuma del propio Bienvenido Puelles, mientras el paso giraba a la izquierda en la calle Padre García Tejero y llegaba hasta el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes de la Doctrina Cristiana.
A continuación, el paso del Cristo de la Misión y la Virgen del Amparo, adornado con jacintos de color morado, continuó su camino con la marcha "Maestro" y luego giró a la calle San Antonio María Claret con "Jesús ante Anás", rumbo al Centro de Mayores Heliópolis. Finalmente, hay que indicar que el Cristo de la Misión llevaba la túnica de terciopelo burdeos bordada en oro por Ana Bonilla en 2013.
Si empezábamos el Viernes de Dolores en el sur de la ciudad, aún nos íbamos a desplazar más todavía en esa dirección porque en Bellavista comenzaba su estación de penitencia la Hermandad del Dulce Nombre. Por segundo año, la cofradía ha tenido que realizar su salida desde una carpa situada en un patio interior de la Parroquia del Sagrado Corazón, sede provisional de una corporación que anhela que se haga realidad la nueva Parroquia del Dulce Nombre, algo que no parece precisamente que vaya a ser inminente.
Como ocurriera en 2011 (ver), Nuestro Padre Jesús de la Salud y Remedios ha vuelto a salir este año con la túnica burdeos con bordados en oro de Jesús ante Anás, de la Hermandad de la Bofetá. En cuanto al exorno floral, se componía de diferentes especies de tonos rojos, tales como anthurium, rosas, claveles, hortensias, astromelias, orquídeas, así como leucalendro y retama.
El paso salió del patio a la calle Altares y de ahí a Soria, donde la Agrupación Musical de la Redención interpretó la marcha "Puente de San Bernardo", seguida por "Cautivo bajo tu mirada" al girar a Asensio y Toledo. Juan Manuel Martín volvió a encargarse de comandar este paso, tras el que sonó "Nuestro Padre Jesús de la Victoria" al pasar delante de la fachada principal de la parroquia. Luego sería el turno de "Cinco Llagas" y de "Triana".
No falta nunca Fernando Cano Romero, quien donó la imagen del Señor, creada para una hermandad de Jerez cuya fundación se vio frustrada, a la Parroquia del Dulce Nombre. En esta ocasión, estaba acompañado por su nieto, al que se dedicó una levantá del misterio antes de marcharse por la calle Roque Barcia a los sones de "Virgen de las Angustias" y "Alma de Dios".
Por su parte, la Virgen del Dulce Nombre salió a la calle Asensio y Toledo con la marcha "Esperanza Macarena" a cargo de la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas. Después, el palio, comandado por Ernesto Sanguino, hizo una chicotá a tambor antes de que se produjera el primer relevo de costaleros.
Digno de mención es también el exorno floral del paso de palio, que se componía de rosas, tulipanes, claveles, alhelíes, calas e hypericum. Tras el relevo, la dolorosa de Luis Álvarez Duarte continuó su camino a los sones de "Virgen de los Ángeles", que coincidió con una intensa petalada sobre el palio.
En esta calle se dedicó una levantá a Claudia Bernabé, que se encontraba a ocho mil kilómetros de Sevilla. "Echará de menos a su familia, pero sobre todo a su padre", dijo el capataz. Finalmente, la Virgen del Dulce Nombre giró a Roque Barcia con "El Corpus".
Del sur al centro. El Cristo de la Corona, que salió nuevamente por la Puerta de los Palos de la Catedral por el prolongado cierre de la Parroquia del Sagrario, recorría ya el barrio del Arenal, luciendo sobre su cabeza las potencias de plata.
El paso, que estaba adornado con lirios morados, va avanzando poco a poco en la labor de talla que está llevando a cabo el imaginero Antonio Dubé Herdugo, hijo del diseñador de estas andas, Dubé de Luque. Este año eran novedad las cabezas de dos apóstoles, así como dos cartelas del canasto. Si delante de la cruz de guía, estrenada el año pasado, iba la jerezana Capilla Musical Sonos Angeli, ante el paso se encontraba la Escolanía Salesiana María Auxiliadora.
Mucha gente se dio cita ante el Cristo de la Corona, la primera cofradía que recorría el centro de la ciudad. Unos turistas, armados con programa de mano y bolígrafo, preguntaban en la calle Arfe qué cofradía estaban viendo. "Ah, la Corona. Vale, vale", y una pequeña marca en la página correspondiente.
Y al otro lado del río, el Santísimo Cristo de Pasión y Muerte, acompañado por la Capilla Musical Gólgota, inauguraba la Semana Santa trianera. De nuevo ha salido la cofradía desde la Parroquia de San Juan Bosco, de los Salesianos. Ello permite que el crucificado de José Antonio Navarro Arteaga pueda salir en posición vertical y con los hachones del paso perfectamente colocados. Nada que ver con la complicada maniobra de años anteriores.
Hay que subrayar el aspecto novedoso que presentaba la imagen, que por primera vez ha salido con corona de espinas y con unas potencias labradas por Orfebrería San Juan en plata bañada en oro con amatistas. El resultado fue absolutamente impresionante, al que hay que sumar el nuevo INRI, realizado por Mariano Sánchez del Pino.
En su recorrido por las calles de Triana y con Manuel Vizcaya al frente de los costaleros, el Cristo de Pasión y Muerte pasó por la Capilla de la Hermandad del Rocío, hizo estación en la Parroquia de Santa Ana y se detuvo ante la Capilla de los Marineros y la de la Estrella.
Y terminamos el recorrido por la ciudad en este Viernes de Dolores desplazándonos hasta el norte, hasta Pino Montano. Su hermandad celebra en este 2023 el XXV aniversario de la bendición de María Santísima del Amor. Pero antes de la dolorosa hay que hablar de Nuestro Padre Jesús de Nazaret, que por segundo año fue vestido para la salida con una túnica blanca.
La Agrupación Musical de la Encarnación echaba el resto en las últimas calles del itinerario, dando un auténtico concierto que la cuadrilla aprovechaba para demostrar su estupenda forma de caminar. "Bajo tu manto de amor" y "Señor, danos tu paz" fueron las composiciones que se enlazaron entre las calles Esparteros y Charolistas. Luego, el paso de misterio, adornado con orquídeas, calas, rosas y cardos, se fue acercando a la Parroquia de San Isidro Labrador por Alfareros con "Mi ángel Nazaret".
Más atrás, la Banda del Carmen de Salteras tocaba para la Virgen del Amor la marcha "La Madrugá", con la que comenzó a recorrer la calle Esparteros, donde recibió una gran petalada, con focos apuntando al palio incluidos. Después, se empezó a interpretar "Danos la paz", aunque la composición fue interrumpida cuando el paso se detuvo.
El paso de la Virgen del Amor contaba con un completo y variado exorno floral compuesto de rosas, verónicas, alhelíes, orquídeas, rosas de pitiminí, claveles, flores de arroz y flor de cera. Cuando se levantó el palio, giró a Charolistas a los sones de "La Virgen de Sevilla", y luego a Alfareros con "Señorita de Triana".
Las últimas marchas que se escucharon tras el palio de la Virgen del Amor fueron "Y en Triana, la O", "Pasa la Virgen Macarena" y "Siempre la Esperanza", ésta con el paso ya girando ante la puerta de la parroquia. Curiosamente, la banda interrumpió una segunda interpretación de esta marcha al detenerse el paso, aunque faltaban apenas unos segundos para que concluyera. La absurda manía de cortar las marchas, llevada hasta el extremo...
Antes de entrar, se escuchó "Amorem", nueva composición de José Joaquín Espinosa de los Monteros, compuesta precisamente por el XXV aniversario de la Virgen del Amor. Y ya a pocos metros de la puerta, el paso se detuvo y por último sonó la parte final de "Encarnación Coronada" y el Himno de España cuando el reloj marcaba las 2,24 de la madrugada. Pero no acabó ahí la cosa, dado que, con el palio ya dentro, la Banda del Carmen tocó "Amor y Esperanza", la composición que alude al hermanamiento entre las hermandades de Pino Montano y la Macarena.
El Viernes de Dolores había terminado. Pero sólo era el comienzo de una intensísima y completa Semana Santa de 2023.
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