miércoles, 19 de abril de 2023

LUNES SANTO 2023: EL CENTENARIO DE UNA JORNADA SIN CAMBIOS DE ORDEN

Sin las malas previsiones de 2022, sin la incertidumbre con la que unas hermandades decidían salir sin tenerlas todas consigo, mientras otras decidían lo contrario y alguna hasta anunció una cosa para acabar haciendo la contraria..., este Lunes Santo de 2023, el año del centenario de la jornada, lo afrontábamos con la absoluta tranquilidad de saber que lo viviríamos en plenitud. 
Y con esa certidumbre, y bajo un cielo azul y un intenso calor, nos encaminamos en primer lugar al Tiro de Línea, al encuentro de la Hermandad de Santa Genoveva, que comenzaba una larga estación de penitencia. Prácticamente todo el cortejo del paso del Cautivo estaba ya en la calle, y también lo estaba el de la Virgen de las Mercedes, dado que sus nazarenos ocupaban formados la avenida de los Teatinos, aunque sus respectivos tramos aún no habían "salido" oficialmente. La parroquia se queda pequeña para un cortejo tan extenso, por lo que la mayoría de sus hermanos forman en la calle.
Cuando el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo salió, recorrió Romero de Torres en dirección a Almirante Topete, la principal arteria del barrio. Los Villanueva comandaron los dos pasos de esta corporación penitencial. En el primero, el Señor, seguido por un gran número de vecinos y devotos, iba vestido con una túnica morada lisa, mientras que a su alrededor se dispuso un monte de claveles rojos y diversas especies florales de tonalidad morada en el friso.
La Agrupación Musical Pasión de Linares acompañaba por tercera vez en la calle al Cautivo, para el que por Almirante Topete interpretó marchas muy clásicas, como "Himno de San Antonio", "Perdona a tu pueblo", "Virgen de las Angustias" y "La clámide púrpura". Casi en la confluencia de Almirante Topete con Nuestra Señora de las Mercedes, el paso se paró ante una representación de la Hermandad del Rocío de Sevilla Sur, y luego giró a la calle que lleva el nombre de la dolorosa a los sones de "Consuelo gitano", antes de detenerse para un relevo de costaleros y continuar con la marcha "Reina del Amor".




















Por su parte, la Virgen de las Mercedes volvía a las calles, donde ya la pudimos disfrutar los pasados 30 de septiembre (ver) y 1 de octubre (ver), en las salidas extraordinarias de ida y vuelta a la Catedral con motivo del XXV aniversario de su Coronación Canónica.
Con un exorno floral de distintas especies de color blanco, la dolorosa de José Paz Vélez ganó decididamente metros por Almirante Topete mientras la Banda del Carmen de Salteras interpretaba marchas como "Al cielo con Ella", "Esperanza Macarena" o "Milagrosa de Santa Genoveva".
El palio también se paró ante la Hermandad del Rocío de Sevilla Sur, a la que la propia Virgen de las Mercedes visitó en la mencionada salida de octubre, y recibió una ofrenda floral ante de marcharse con la marcha "Coronación en el Rocío". Posteriormente, ya en su calle, la Reina del Tiro de Línea continuó su camino al centro con "Rosario de Monte-Sión".















Más cerca del centro estaba ya la Hermandad del Polígono de San Pablo, que por Luis Montoto avanzaba para acceder al casco histórico por la Puerta de Carmona. Junto los restos del acueducto conocido precisamente como los Caños de Carmona caminaba, tras detenerse ante la Parroquia de San Benito, el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, que sufría el desprecio de Herodes, un "gracioso" sin gracia, pero con mucho atrevimiento.
Cuesta encontrar un paso con una sola especie floral como adorno. El misterio del Polígono llevaba una combinación de rosas, alhelíes, hortensias, orquídeas, jacintos, allium, verónicas, eryngium, amaranthus y hojas de strelitzia. Ahí lo llevas. Al final de Luis Montoto se pudo escuchar la marcha "La Lanzada", mientras que para entrar en el centro la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas interpretó "El alma de Triana". Para el camino de vuelta, se estrenó tras este paso la Banda de Cornetas y Tambores de la Salud de Córdoba.


















A un paso bastante largo recorría Luis Montoto el palio de Nuestra Señora del Rosario, que por supuesto también se apuntó a las combinaciones florales, dando lugar a un conjunto realmente llamativo: proteas, anthurium, tulipanes, rosas, nardos, calas, orquídeas, peonías y leucalendro. Poca cosa...
Ha sido éste el cuarto año en que la Virgen del Rosario ha salido bajo el palio bordado por Charo Bernardino, con diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes. Fue en 2018 cuando se estrenó una obra que en un futuro indeterminado se completará con el bordado del manto. 
La Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, tocó en el final de Luis Montoto la marcha "Aurora, Reina de la mañana", y luego entró en la Puerta de Carmona a tambor. Después de un relevo de costaleros, fue el turno de la marcha "Madre de costaleros".
















Y si hablamos de flores, y después de sorprender el año pasado con anthurium de color verde que dio bastante que hablar, este año el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Redención en el Beso de Judas ha llamado la atención con las flores de tonalidad muy clara, prácticamente blanca, que lo adornaban. En concreto, se podían ver rosas, dendrobium, orquídeas, hortensias y hojas de roble. Y blanca era también la túnica que vestía el Señor, de tisú bordado en oro por Francisco Carrera Iglesias en 2008. Lo que sigue sin convencer es que Judas también tenga una túnica bordada...
La hermandad ha podido volver a salir este año de su casa, la Iglesia de Santiago, aunque las imágenes ya están de nuevo en San Ildefonso para afrontar la última fase de las obras de restauración del templo. Hay que indicar que el estandarte corporativo de la Hermandad de los Sastres encabezaba uno de los últimos tramos de nazarenos del paso de misterio.
Al poder salir de su sede canónica, volvimos a ver a esta cofradía llegando a Ponce de León desde la calle Santiago, lo que hizo mientras la Agrupación Musical de la Redención interpretaba la marcha "Círculo de Pasión". Más adelante, sonarían "Triana" (saliendo de Almirante Apodaca a San Pedro), "Domingo de Dios" y "El amor de tu mirada". Fenomenal, como cada año, la forma de caminar de este imponente paso de misterio en el que Judas besa a Jesús en presencia de los apóstoles Juan, Pedro, Santiago, Andrés y Tomás.














El paso de palio de María Santísima del Rocío, acompañado por la Banda de Música de la Cruz Roja, llegó a Ponce de León con "Encarnación Coronada" y después sonó "Tú eres el orgullo de nuestro pueblo". 
La representación de la Hermandad de la Exaltación, que había recibido al Señor de la Redención en la calle Juan de Mesa, se había desplazado hasta la puerta ojival de Santa Catalina. Y es que el paso de palio no se limitó a parar ante la cofradía del Jueves Santo, sino que se desvió de su camino para girar ante dicha puerta y detenerse frente a ella, a la que llegó con la marcha "Virgen de las Aguas", que fue interrumpida al pararse.
A continuación, el palio de la Virgen del Rocío siguió adelante por Almirante Apodaca con la composición "Ave María del Valle". Variadas y coloridas también las flores de este paso (rosas, dendrobium, tulipanes, fresias, áster y algunas especies secas), que además llevaba el techo cuajado de pétalos.


















De camino a Triana, el fenómeno de las sillas nos depara una cómica escena. La calle Reyes Católicos presenta dos filas de personas sentadas, una en cada lado de la calzada, esperando a la Hermandad de San Gonzalo. Especialmente interesantes eran los jóvenes sentados a pleno sol en el inicio de la calle, junto a la Puerta de Triana. Y eso cuando la cruz de guía estaba aún en el puente, el paso de misterio en el principio de San Jacinto y el palio todavía no había llegado al asilo de la avenida de Coria.
¿Cuánto tiempo iban a pasar los de las sillas calentándose el cogote para ver dos pasos que aún estaban lejos y que muy probablemente iban a pasar ante ellos sin ni siquiera detenerse? ¿Así le gusta a esta gente ver la Semana Santa? Perdón, replanteo la pregunta: ¿A esta gente le gusta la Semana Santa? Estoy absolutamente convencido de que no. Imposible.
Así que aquéllos a quienes sí nos gusta teníamos la opción de ir en busca de los pasos, y encontramos el misterio de Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder ante Caifás avanzando por la calle San Jacinto. Entre los de las sillas y los que se agolpan alrededor de la Capilla de la Estrella para ver las coreografías de cada año, el tramo de San Jacinto entre el Hospital Infanta Luisa y Pagés del Corro se convierte en una buena opción para disfrutar con relativa calma de este paso, sobre el que de nuevo hemos visto al Señor con la túnica de José Librado estrenada el año pasado. También entonces fueron novedad los ropajes de las tallas secundarias que de nuevo hemos visto en la calle.
La Banda de Cornetas y Tambores de Las Cigarreras interpretó "Consolación y Lágrimas" antes de alcanzar las inmediaciones de la Parroquia de San Jacinto, y después, tras parar ante el retablo cerámico de la Virgen del Rocío, se marchó hacia la Estrella con "Triana llora tus Penas".























En cuanto al paso de palio de Nuestra Señora de la Salud, la principal novedad estaba en su nuevo manto bordado en oro y sedas de colores, realizado por Jesús Rosado siguiendo un diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes.
El palio de la dolorosa de Luis Ortega Bru se metió al completo en la residencia de ancianos Nuestra Señora de Consolación, en la avenida de Coria. Para salir de ella, la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas, interpretó por dos veces la marcha "Aniversario macareno". Después hubo un relevo de costaleros y más adelante se adentró en la calle San Jacinto a los sones de "Salud de Triana".
Hay que mencionar que en una de las jarritas de la delantera del paso iba la medalla de la hermandad del que fuera hermano mayor de San Gonzalo, costalero y compositor Bienvenido Puelles, fallecido el pasado verano.















Hasta aquí, todas estas hermandades las habíamos llegado a ver en la calle el año pasado, como también veríamos las Aguas; pero nos dirigíamos ahora de nuevo al centro (nosotros; los de las sillas de Reyes Católicos no; ellos seguían esperando y tostándose alegremente al sol). 
En 2022 la Hermandad de Santa Marta, que está celebrando su LXXV aniversario fundacional, anunciaba por redes sociales que salía. Pero lloviznaba y, evidentemente, al final no salió. Llevábamos por tanto desde 2019 sin poder ver en la calle uno de los misterios más conseguidos de la Semana Santa, como es el Traslado al Sepulcro. Luis Ortega Bru dio muestras de su indudable talento artístico en un conjunto que, aunque no se conserva como al imaginero de San Roque le hubiera gustado, ya que la corporación añadió la talla de Santa Marta y le cambiaron su dolorosa original y la que sustituyó a ésta, estamos ante un magnífico monumento andante.
Desde la calle San Miguel, el paso salió a Jesús del Gran Poder y se detuvo pasada la confluencia con Aponte. Después, el misterio del Cristo de la Caridad y Nuestra Señora de las Penas, con su invariable exorno floral de lirios morados y una rosa roja bajo la mano derecha del Señor, continuó hacia la plaza del Duque para iniciar su discurrir por la carrera oficial.









Pasó Santa Marta y la masa humana, ésa que algunos románticos nostálgicos siguen llamando bulla,  corrió al siguiente destino. La zona del Museo o San Vicente o la calle Jesús de la Vera-Cruz eran las opciones más cercanas; aunque alguno quería dirigirse a la Magdalena para ver San Gonzalo.
La calle de la Capilla del Dulce Nombre de Jesús estaba llena de gente con bastante antelación. El motivo está en el error reflejado en la mayoría de los programas de mano, empezando por el del propio Consejo de Hermandades y Cofradías, que indicaba que la salida de la Hermandad de la Vera-Cruz era a las siete en punto de la tarde, cuando la realidad es que estaba fijada para las ocho menos veinticinco. El resultado fue mucha gente confundida, entre quienes parecía triunfar la explicación siguiente: "Es que hay retraso en la Campana y la Vera-Cruz ha retrasado la salida para no comerse un parón". La desinformación, como el ser humano, también crece y se multiplica.
Ajena a errores de publicaciones y a explicaciones improvisadas, la cruz de guía de la Vera-Cruz, "toma tu cruz y sígueme", salió de la capilla y la cofradía comenzó su estación de penitencia, ahora con normalidad. El año pasado intentó salir como en 2012, sin pasos y con el Lignum Crucis, pero la lluvia la hizo retroceder.
No tardó en aparecer el paso del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, la que se tiene como la imagen procesional más antigua de la Semana Santa de Sevilla. A su alrededor, un monte de lirios morados con algunos cardos; otro exorno floral inmutable año tras año. Un par de saetas recibió el crucificado en la calle que lleva su nombre antes de girar a su izquierda en Teniente Borges buscando la plaza del Duque.












Tras el Cristo de la Vera-Cruz, las siempre coloridas representaciones de hermandades de la misma advocación de la provincia. Dos chicos procedentes de Jerez intentaban buscar paralelismos cromáticos en algunas de esas túnicas con las de hermandades jerezanas. "Mira, ésos van como antiguamente la Hermandad de Loreto". "No, no era exactamente así", contestaba su acompañante. "¿Y ésos? Parecen de la Amargura"...
La salida del paso de palio de María Santísima de las Tristezas, más complicada de lo que en principio pudiera parecer, nos permitió contemplar, cuando la tarde ya iba cayendo, a esta dolorosa que mantiene una particular forma de ser presentada, con un tocado muy abierto que deja ver el pelo y gran parte del cuello. Qué diferente al modo en que era vestida décadas atrás.
Sobre su cabeza, la corona de plata de Joaquín Ossorio, labrada en 2017 con motivo del LXXV aniversario de la imagen que tallara Antonio Illanes para una Hermandad de la Vera-Cruz que logró recuperar su antiguo crucificado, pero se vio obligada a encargar una nueva dolorosa.
Rosas blancas de gran tamaño dispuestas de forma cónica en las jarras adornaban un paso de palio que siempre parece andar con prisas y cuya música de capilla, con la formación Gólgota (el Cristo lleva a Calvarium y el coro De Profundis), se complementa con el ligero golpe de las caídas con los varales.











Llegó la noche y afrontábamos el final de este fantástico Lunes Santo acudiendo a las inmediaciones de la Catedral para esperar a la Hermandad de las Aguas en el inicio de su corto camino de regreso a su capilla. El año pasado la lluvia la obligó a refugiarse en la Parroquia de la Magdalena y no llegó a la Catedral, aunque sí que pasó por la Avenida cuando pudo abandonar su refugio. 
Hay que subrayar la forma de haber sido vestida este año la imagen de Nuestra Madre y Señora del Mayor Dolor, con diadema y un tocado dispuesto al modo de la Virgen de las Aguas del Museo. Y, por supuesto, también hay que mencionar el tema floral, dado que el paso de misterio del Cristo de las Aguas contaba con claveles, lirios, eryngium, astromelias, plhox y tillslandia, además de algunos verdes decorativos.
La Banda del Rosario de Cádiz volvió a acompañar a este paso, para el que por la plaza del Triunfo interpretó marchas como "Amor de Madre" y "En el cielo de tu gloria", mientras que poco después, tras una parada junto a la muralla del Alcázar, sonó "Septem dolorum" en la calle Santo Tomás.













Por otro lado, en el paso de palio de la Virgen de Guadalupe pudimos ver, como el año pasado en el de la Salud de San Gonzalo, las medallas del resto de las corporaciones del Lunes Santo, con motivo del centenario de esta jornada que en 1923 inauguraron las Aguas y el Museo. En cuatro de las jarritas delanteras del palio se pudieron ver, colocadas por parejas, las medallas de las corporaciones de este día, a excepción de la de la propia cofradía del Arenal.
Las caídas del palio que diseñara Antonio Joaquín Dubé de Luque han sido restauradas este año; labor que ha asumido José Antonio Moreno Bernal. Con gran esplendor pudimos ver, por tanto, este palio, para el que la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor interpretó por la plaza del Triunfo "Cristo en la Alcazaba" y "Guadalupe", marchándose la dolorosa de Álvarez Duarte por Santo Tomás a los sones de "Madrugá macarena".









También estaba ya de regreso a su templo la Hermandad de las Penas de San Vicente, que lleva ya unos cuantos años con su itinerario de vuelta asentado, después de varias modificaciones en poco tiempo. Es ésta una cofradía que vemos prácticamente calcada de un año a otro. Si acaso sólo cambia la túnica bordada que lleva el Señor de las Penas, decantándose la corporación este año por la de terciopelo morado bordada en oro en 2006 por Salvador Mendoza y Manuel Aguilar.
Por lo demás, monte de claveles rojos, capilla musical y un andar tranquilo, constante y no por ello menos atrayente para quienes saben disfrutar y paladear una hermandad que en su camino de vuelta, en las horas más tranquilas de cada jornada, es toda una delicia.







¿Y qué decir del paso de palio de María Santísima de los Dolores? Una dolorosa de gran interés artístico en una joya del bordado que fue objeto de una completa y progresiva restauración en los últimos años. Y si a todo eso le añadimos la banda sonora que proporciona la Banda de Música del Maestro Tejera, el resultado no puede ser otra cosa que inmejorable.
Desde la calle Velázquez hacia O'Donnell y la plaza de la Campana la banda interpretó la marcha "Quinta Angustia". Y poco después, en el giro a la plaza del Duque buscando la calle Alfonso XII, la composición escogida fue "Margot". Por otra parte, el exorno floral fue igualmente clásico, alejado de las combinaciones de flores con latinajos por nombre: claveles blancos en el friso y las jarras, y rojos a los pies de la dolorosa.










Y para cerrar un día excelente, nos vamos a buscar a la Hermandad del Museo, la que en 1923, tras abandonar el Viernes Santo, salió por vez primera en el Lunes, día al que pone desde entonces su punto final.
Sobre un monte de diversas flores de tonalidad roja, el Santísimo Cristo de la Expiración miraba al cielo con la fuerza de su último aliento por la calle Gravina, girando luego a Pedro del Toro, donde recibió una saeta desde un balcón. Qué gran acierto el del cambio de itinerario que decidió esta cofradía hace unos años. Éstas calles, así como Bailén y Miguel de Carvajal, le dan al cortejo y a sus dos impresionantes pasos un marco infinitamente mejor que el anterior.
Precisamente, cuando el Cristo iba por estas dos calles mencionadas, ya muy cerca de la plaza del Museo, empezaron a caer algunas gotas muy leves. "¿Está lloviendo?", preguntaban casi incrédulos algunos de los presentes. Se contaba con ello, se esperaba. Y tal y como llegaron esas gotas que no alcanzaron ni la categoría de llovizna, desaparecieron... y hasta hoy. Aunque más nos valdría que volviera la lluvia en estos días de este sequísimo, y por ello preocupante, mes de abril.















Y para terminar, ella, la Virgen de las Aguas, la que disfrutamos el 15 de octubre (ver) en una salida extraordinaria que nos regaló poder contemplarla de la forma más parecida posible a como hace 251 años la concibió su autor, Cristóbal Ramos: con sus manos originales, entrelazadas. Aunque la mayoría de los hermanos que votaron recientemente manifestaron su opinión favorable a recuperar de manera definitiva esas antiguas manos, la letra pequeña del "quorum" nos dejó con la miel en los labios.
Fue precisamente hace cien años, al pasar la cofradía al Lunes Santo, cuando aquellas manos le fueron mutiladas para que esta dolorosa estrenara un paso de palio y en él fuera con unas manos intercambiables con las de cualquier otra, perdiendo por completo parte de su personalidad. Porque no todas las celebraciones de este centenario del Lunes Santo van a ser positivas. Qué le vamos a hacer...
Es, pese a todo, una dolorosa que atrapa. Y va en un paso de palio que te invita a seguirlo, pese a la dificultad de esas calles estrechas por las que la estación de penitencia va llegando a su fin. La Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva, de Salteras, dio todo un recital en la vuelta a casa de la Virgen de las Aguas.
Por Gravina pudimos escuchar "Saeta cordobesa", a la que luego siguió "Triana de Esperanza" en el giro a Pedro del Toro, donde como el Cristo, también a la dolorosa, que vestía la saya de Manuel Solano estrenada en octubre, se le cantó una saeta. 
Después hubo una larguísima chicotá desde Pedro del Toro hasta Miguel de Carvajal, en la que se enlazaron las marchas "Soleá, dame la mano", "La Virgen del Museo", que fue interpretada dos veces, y "Nuestro Padre Jesús". Fue todo un alarde que recibió su recompensa en forma de dedicatoria de levantá: "¡Por los costaleros del Museo!".
Poco quedaba ya para completar esta estación de penitencia. El palio recorrió la plaza del Museo, por delante de la fachada del que fuera antiguo Convento de la Merced, con "El Corpus", marcha que fue interrumpida en su segunda interpretación cuando el paso se detuvo. A continuación, se acercó hasta la puerta de la capilla con "Coronación de la Macarena" y Álex Ortiz cantó una saeta alusiva a los dos siglos y medio de la dolorosa desde un balcón de las dependencias de la hermandad.
Finalmente, como no podía ser de otra manera, la Banda de la Oliva tocó "Virgen de las Aguas" mientras el palio hacía un giro de ciento ochenta grados momentos antes de entrar, lo que hizo con el Himno de España a las 3,22 de la madrugada del ya Martes Santo.















El paso de palio de la Virgen de las Aguas siempre lo deja a uno embelesado. Tanto que, pese al cansancio acumulado de todo el día, costaba emprender el camino a casa con las puertas de la capilla aún abiertas, y luego con el paso viéndose parcialmente por una de las ventanas. Pero era el momento de pasar otra página de esta Semana Santa, la del Lunes Santo; una jornada que ha cumplido un siglo y que en este 2023 no se ha visto afectada por los cambios de orden que sí han vivido otros días.

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