Noche del Jueves Santo en Jerez. La Hermandad del Mayor Dolor, sexta y última cofradía de la jornada en pasar por la carrera oficial, emprendía el regreso a la Parroquia de San Dionisio desde la Catedral una vez cumplida en ella la estación de penitencia.
En la plaza Monti nos encontramos con la cruz de guía parada, y tras ella los nazarenos de túnica y capa de color blanco con antifaz morado. Pocos son los hermanos que visten este hábito nazareno, ya que la mayoría de los hermanos van en el cortejo de la Virgen y éstos visten de otra manera. Quizá la hermandad debería replantearse esto para compensar un poco mejor ambos cortejos.
Así, avanzando por Manuel María González no tardamos en dar con el paso de misterio, el del Ecce Homo, donde el Señor es presentado al pueblo por Pilatos en presencia de un soldado romano que lo empuja para que se asome desde lo más alto de un paso muy original, que simula ser prácticamente una balconada del palacio del prefecto de Judea.
Un buen número de guardabrisas escalan por el paso, que contaba con un total de catorce centros de rosas rojas repartidos por las esquinas y por las zonas del canasto y sobrecanasto, y que estrenaban unos broches en los faldones. Este año ha sido novedad el acompañamiento musical, dado que tras muchos años con agrupación, el pasado Jueves Santo la hermandad cambió ese sonido por el de las cornetas y los tambores, en este caso a través de la Banda Caridad, que está viviendo una buena etapa, ya que el día anterior también se estrenó en el misterio de la Amargura (ver).
Con Manuel Jesús Tristán al frente del paso, el Ecce Homo discurría por Manuel María González hacia plaza Monti a los sones de la marcha "Santa Cruz". Luego, ya en la estrechez de Pozuelo, la composición escogida fue "Consolación y Lágrimas". Y desde Pozuelo, en lugar de seguir en línea recta hasta la plaza de la Asunción, la cofradía tomó la calle Latorre, donde el Señor, imagen que se viene atribuyendo a Jacome Vaccaro, caminó a los sones de "Virgen de los Dolores".
Los nazarenos de morado y blanco son sustituidos por los de túnica, capa y antifaz de color negro que van en el cortejo del paso de palio; unos nazarenos que tienen la particularidad de llevar cinturones de esparto a pesar de vestir túnica de capa.
Quizá suene repetitivo, pero volvemos a encontrarnos con uno de los grandes pasos de palio de la Semana Santa jerezana, con un conjunto de bordados procedentes de la Hermandad de San Bernardo de Sevilla, de autores como Patrocinio López, Rodríguez Ojeda, Olmo y las hermanas De la Cuadra, que da cobijo a una impresionante dolorosa de Ignacio López, a la que este Jueves Santo han vuelto a acompañar entre los varales centrales de cada costero dos ángeles procedentes de su retablo, como en la Magna Mariana de octubre (ver).
Desde Manuel María González, la Virgen del Mayor Dolor avanzó mientras la Banda de Música Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena, interpretaba la marcha "Sevilla cofradiera". Luego, se detuvo en plaza Monti durante bastantes minutos en los que se realizó un relevo de costaleros antes de continuar por Pozuelo y Latorre hacia Consistorio. En cuanto al exorno floral, estaba compuesto por rosas blancas colocadas en las jarras de forma cónica.
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