lunes, 23 de julio de 2018
CUATRO HORAS DE DEVOCIÓN CARMELITA JUNTO A LA MURALLA MACARENA
El pasado sábado tuvo lugar la procesión de Nuestra Señora del Carmen, de la Parroquia de San Gil, que recorrió las calles de su feligresía durante cuatro horas, siempre arropada por un buen número de cofrades y devotos.
Todo comenzó a las ocho de la tarde, cuando se abrieron las puertas de San Gil y empezó a salir el cortejo, al que antecedía la Banda Juvenil de la Centuria Macarena y que estaba formado por la cruz alzada entre faroles, el guión concepcionista, el simpecado, las representaciones con estandarte corporativo de las hermandades de la Anunciación de Juan XXIII, la Candelaria Madre de Dios, el Carmen de San Leandro, el Carmen de Calatrava, el Rosario de San Julián, el Rocío, la Macarena y la Sacramental de San Gil, el libro de reglas, el estandarte de la propia Hermandad del Carmen de San Gil, representantes de la Marina, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Con el paso aún dentro del templo, la Banda Municipal de Música de Arahal, que ocupaba la nave del Evangelio, comenzó a tocar "Aniversario macareno", marcha con la que la Virgen del Carmen se alejó del presbiterio y giró para encarar la puerta de salida.
Antes de hacerlo, los capataces, Francisco Javier y Miguel Ángel Pagés, mandaron que se detuviera el paso. Después, se levantó y en silencio procedió a salir a la Plaza de San Gil. La banda se colocó detrás y tocó el Himno Nacional, seguida de la marcha "Nuestra Señora del Carmen" mientras las campanas de la parroquia repicaban con fuerza.
Lilium, rosas, astromelias y estátice, entre otras flores, todas de tonos rosas y malvas, componían el exorno floral del paso de la Virgen del Carmen, que lucía el pelo completamente al descubierto con el manto de brocado blanco apoyado en los hombros. No faltaban la saya y el escapulario de terciopelo marrón bordado en oro. Presentaba como novedad el paso la restauración, por parte de los Hermanos Caballero, de los respiraderos, que en los próximos años tendrán que volver a ser dorados y policromados.
Tras una parada del paso a los pies de la torre, la banda de Arahal comenzó a interpretar "Marinera de San Gil", con la que giró a la izquierda hacia la calle San Luis mientras que desde un edificio situado en las misma esquina cayó una gran petalada, primero de pétalos rojos y luego blancos.
Por San Luis siguió caminando la Virgen del Carmen, pasando junto al retablo cerámico que la imagen tiene en la fachada del templo mientras sonaba "Esperanza Macarena". Así pasó al lado de la Basílica hasta girar a la derecha a la calle Macarena con "Virgen de la Estrella", dado que la visita a la Esperanza tendría lugar más tarde.
A partir de este punto, la Virgen del Carmen discurrió junto a la antigua muralla a los sones de "Esperanza de vida"; y más adelante, tras el encendido de parte de la candelería del paso, buscó la calle Torreblanca con "Aquella Virgen".
En la estrechez de esta calle, la Banda de Arahal tocó después "Triana de Esperanza". Dos hombres delante del paso comentaban que cómo era posible que interpretaran esa composición en pleno barrio macareno. Alguien debería explicarles que la Madre de Dios es una sola, independientemente de las advocaciones e imágenes a las que rendimos culto.
Poco después fue el turno de la marcha "Coronación" y, en el tramo final de la calle, "Esperanza Nuestra, Macarena", para tranquilidad de los del comentario antes mencionado.
Después de una parada al final de la calle Torreblanca que se aprovechó para realizar un relevo de costaleros, la Virgen del Carmen giró para acceder a la Plaza del Pumarejo mientras la banda arahaleña tocaba "Virgen de los Negritos", a la que después seguiría "Glorias de Sevilla" y "Madre de los Gitanos Coronada", ésta ya en la revirá hacia la calle Relator.
Comenzaba a anochecer cuando avanzaba el paso con la marcha "Nuestra Señora del Carmen", acercándose a la esquina con la calle Pozo, donde se despidió gran parte de las hermandades que habían acompañado a la Virgen en su salida procesional.
Por Pozo se internó la Virgen del Carmen con la marcha "Mi Amargura". Uno de los capataces animaba a los costaleros durante la parte más suave de la composición y les pedía un trabajo muy elegante dedicado a las hermandades que se despedían en este punto.
Poco después, con el paso parado antes de tomar la estrechez de la calle Talavera, el mismo capataz demandaba a la cuadrilla mucha atención a las órdenes durante la siguiente chicotá, que la realizó el paso con la composición "Hosanna in excelsis". Tras ella, superada la parte más estrecha, donde los guardabrisas pasan a escasos centímetros de los balcones, el paso se detuvo junto a una casa donde cada año se ofrece un refrigerio a los cofrades y acompañantes en las habitualmente tórridas noches de julio en las que la Virgen del Carmen de San Gil sale a las calles.
Precisamente, la siguiente levantá la dedicó el capataz a la familia propietaria de la casa, desde cuya azotea se lanzaron a continuación varias petaladas, así como una larga ráfaga de fuegos artificiales que alcanzaron hasta que el paso salió a la calle Parras con "Encarnación Coronada" y "Coronación de la Macarena".
La primera levantá en la calle Parras la cedieron los capataces a Juan Manuel Labrador, pregonero de las Glorias 2018. Después, el resto de la calle lo recorrió la Virgen del Carmen mientras la Banda de Arahal tocaba las composiciones "Madrugá macarena" y "Rocío", coincidiendo ésta con el discurrir del paso ante la casa hermandad del Rocío de la Macarena. Más adelante, salió a la calle Escoberos con "Macarena", de Abel Moreno, y después pasó por Muro con "Al Cielo con Ella", que sirvió para salir a la remodelada plaza que pronto será rotulada con el nombre de Esperanza Macarena.
Precisamente, la marcha titulada exactamente así acompañó a la Virgen del Carmen en su entrada en el atrio de la Basílica. Esta conocidísima composición de Pedro Morales se enlazó con "Como tú ninguna", con la que el paso llegó hasta la misma puerta, donde los hermanos de la Macarena, sin esperar a que la banda finalizara la partitura, cantaron la Salve.
Acto seguido, el paso se dio la vuelta a los sones de una doble interpretación de "Coronación de la Macarena" y, sin empezar a avanzar hacia la salida, se detuvo. Un hermano subió entonces para retirar la tulipa más alta del candelabro trasero del costero derecho, que se movía en exceso y podría haberse caído al suelo.
Solucionado el problema, el paso abandonó el atrio saliendo de nuevo a la calle con "Aniversario macareno", alcanzando así nuevamente la calle San Luis, de vuelta ya a San Gil.
Con la marcha "Virgen del Dulce Nombre" recorrió el paso el tramo de la calle San Luis que llega hasta la confluencia con la Plaza de San Gil, a la que después giró la Virgen del Carmen con "Alma de la Trinidad". La partitura de Eloy García López alcanzó hasta que el paso estuvo justo delante de la puerta de la parroquia, donde sonó la última marcha mientras se colocaba para entrar, que fue "Pasa la Virgen Macarena".
Posteriormente, el capataz mandó que el paso se parara y los costaleros se dieran la vuelta para finalmente encaminarse hacia el interior del templo. La Banda Municipal de Arahal repitió para ello la parte final de "Pasa la Virgen Macarena", aunque la cortó antes de terminar para que sonara el Himno de España, con la Virgen del Carmen adentrándose en su casa.
Con rigurosa puntualidad, a las doce estaba dentro de San Gil la Virgen del Carmen, que fue ubicada frente a la puerta de salida, ante la que comunica la parroquia con la Basílica de la Macarena. Cuando el paso quedó definitivamente detenido, una mujer le cantó el Ave María, arrodillándose ante la Virgen en su parte final. Fue el emotivo cierre a cuatro horas de devoción del barrio de la Macarena por la Reina del Carmelo.
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