lunes, 9 de julio de 2018
TRIANA RECUPERA LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DEL CARMEN DE SANTA ANA
El pasado sábado la recientemente reorganizada Hermandad del Carmen de Santa Ana hizo historia recuperando la salida procesional de su titular por las calles de Triana, en la que estuvo arropada en todo momento por gran cantidad de personas que se iban sumando conforme iba completando su recorrido.
Minutos antes de la ocho de la tarde comenzó a salir el cortejo desde la Parroquia de Santa Ana; un cortejo ante el que iba la Banda Juvenil de las Tres Caídas. Detrás veíamos una cruz de madera dorada alzada entre ciriales cedidos por la Hermandad de la Esperanza de Triana y la representación de las hermandades del Carmen de San Leandro, el Carmen del Puente de Triana, el Carmen de San Gil, el Carmen de Calatrava, el Rocío de Triana y Pasión y Muerte. A continuación, iba una bandera carmelita confeccionada por Bordados Perales, la representación de la Asociación de Veteranos de la Infantería de Marina (Avime 1537), el libro de reglas, la representación de la Hermandad de Madre de Dios del Rosario, el propio estandarte corporativo del Carmen de Santa Ana, representantes de la Real Liga Naval, la presidencia y el cuerpo de acólitos.
Manuel Sorrentino ejerció de capataz en esta primera salida procesional de la recuperada hermandad carmelita, guiando el paso cedido por la Hermandad de la Pastora de Triana. Iluminaban dicho paso unos candelabros cedidos por la Hermandad de los Desamparados del Parque Alcosa, mientras que la Virgen del Carmen se elevaba sobre una peana de la Sacramental de Cantillana. Por otra parte, en la delantera se colocó una miniatura de la Esperanza de Triana, propiedad de un particular, manifestando así la unión existente entre ambas hermandades, dado que la mayoría de los reorganizadores de la cofradía del Carmen son hermanos de la cofradía de la Madrugá.
La Virgen vestía manto blanco y saya marrón, ambas de brocado, y lucía su corona dorada de gran tamaño, ráfaga y media luna. Varias joyas tenía prendidas del pecherín, entre ellas la medalla al mérito de Avime 1537, que le fue concedida el mismo sábado, en el último día del triduo en su honor.
En el momento de la salida, la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, tocó el Himno de España. A continuación, el paso se detuvo y posteriormente el capataz llamó indicando que la primera levantá en la calle iba a hacerse a pulso en memoria del párroco de Santa Ana, Eugenio Hernández Martínez, fallecido en mayo, que fue un decidido impulsor de la reorganización de la hermandad. "Siempre estará con nosotros", dijo el capataz en el momento de la dedicatoria de la levantá a "nuestro párroco". Mientras el paso se levantaba, la Banda de Las Cigarreras tocó "Oración", completando así el emotivo recuerdo a don Eugenio.
Esta composición se enlazó con la marcha "La Estrella Sublime", con la que recorrió algunos metros de la Plazuela de Santa Ana para girar seguidamente a la calle Bernardo Guerra.
Desde Bernardo Guerra, hubo un ligero cambio de itinerario sobre el inicialmente anunciado, por lo que el paso, adornado con grandes rosas, gladiolos y lilium, entre otras especies, salió a la calle Pureza con la marcha "Virgen de la Paz" y seguidamente tomó Luis de Cuadra para girar a Betis a los sones de "Virgen de Montserrat".
Ya en la calle Betis, la Virgen del Carmen caminó junto al Guadalquivir entre numerosos cofrades y bastantes turistas que ocupaban los veladores que invaden exageradamente esta zona de la ciudad. Para este tramo del recorrido, la Banda de Las Cigarreras tocó "La Esperanza de Triana", "Virgen de la Estrella", "Hiniesta Coronada" y, ya en el final de la calle, "Y en Triana, la O".
Antes de salir a la Plaza del Altozano, uno de los hermanos comentaba con el capataz qué había que hacer cuando el paso pasara por dicho enclave. Finalmente, el discurrir de la Virgen del Carmen por el lugar que marca la salida y la entrada de Triana desde la otra orilla consistió en una vuelta completa a los sones de "Hermanos costaleros" y "Virgen de las Aguas", durante el que el paso miró fugazmente hacia la otra orilla, así como a la pequeña capilla de la otra hermandad carmelita del viejo arrabal.
Completada la vuelta, el paso se introdujo en una calle San Jacinto llena de gente por la que el paso avanzó con la marcha "Señorita de Triana". Y más adelante, sin llegar a la Capilla de la Estrella, el paso giró a su izquierda hacia la calle Rodrigo de Triana con la marcha "Aurora, Reina de la mañana", composición que la banda comenzó a tocar por segunda vez al no haber finalizado la revirá, aunque después fue interrumpida ya en el interior de la calle sin que el paso se hubiera detenido.
En la misma esquina entre San Jacinto y Rodrigo de Triana se despidió la representación de la Hermandad del Rocío, mientras que la del Carmen de Calatrava, la del Puente, la de San Leandro y la de San Gil se despidieron en distintos puntos de esta calle.
Por otra parte, a la altura de la Peña Sevillista Triana se paró el paso para que la Virgen del Carmen recibiera una ofrenda floral, marchándose después con "Pasan los campanilleros" antes de que hubiera una segunda ofrenda, en este caso por parte de la Archicofradía del Carmen del Santo Ángel, a la que se dedicó una levantá en presencia del carmelita Juan Dobado, que ha sido el encargado de predicar el triduo a la Virgen del Carmen de Santa Ana.
A continuación, el paso giró hacia la calle Fabié con la marcha "Triana, tu Esperanza", y más adelante sonó "La Virgen de los Desamparados".
La noche ya había caído completamente sobre Triana cuando la Virgen del Carmen salía de Fabié a Pureza a los sones de "Reina de la O", a la que después seguirían "Hosanna in excelsis" y "Triana de Esperanza". Con esta última composición, el paso giró ante la puerta de la Capilla de los Marineros, que estaba abierta de par en par y con la Hermandad de la Esperanza de Triana saliendo a recibir a la Virgen del Carmen con su estandarte corporativo.
La marcha de Claudio Gómez Calado acompañó la entrada por completo del paso en el templo, donde los presentes cantaron la parte final con la letra de la Salve a la Esperanza de Triana. La Virgen del Carmen quedó detenida frente a frente a la Esperanza y en este momento se rezó un Ave María.
A continuación, sin darse la vuelta, el paso de la Virgen del Carmen salió de nuevo a la calle Pureza con "Reina de Triana", marcha que fue encadenada con "Encarnación Coronada" mientras el paso comenzaba a avanzar poniendo ya rumbo a Santa Ana.
Una vez más sonó la marcha "Hermanos costaleros", cuyo final coincidió precisamente con la parada del paso ante la casa hermandad de Madre de Dios del Rosario, que es la Patrona de capataces y costaleros. Seguidamente, la Virgen del Carmen accedió a la calle Vázquez de Leca con "Soleá, dame la mano", marcha que ha cumplido cien años. La Virgen pasó por delante de la puerta ojival de la 'catedral' trianera y después delante de su propio retablo cerámico, antes de seguir hasta la Plazuela de Santa Ana con "Madre de costaleros", marcha que fue interrumpida cuando el paso se detuvo a los pies de la torre del templo.
En los últimos instantes de la salida procesional, la Banda de Las Cigarreras tocó "Coronación" ante la propia puerta de la parroquia y después el paso se paró. El capataz llamó al hermano mayor, Manuel Alés, que iba a ser el encargado de tocar el llamador. "Que la Virgen del Carmen le dé salud a él y a su junta de gobierno", deseó el capataz.
Finalmente, con la interpretación de la "Salve marinera", el paso fue acercándose poco a poco a la puerta y entró en el templo con el Himno de España cuando faltaban apenas cinco minutos para las doce de la noche.
La reja de acceso al atrio de la parroquia fue cerrada inmediatamente, impidiendo el paso a la gente que había seguido a la Virgen del Carmen durante su recorrido (algo que no se ha hecho habitualmente con las salidas de las cofradías que tienen su sede en este templo). Los instantes inmediatamente posteriores a la conclusión de la histórica salida del Carmen de Santa Ana quedaron en exclusiva para los hermanos y para los miembros de Avime 1537, que se mantuvieron en la calle escoltando a la Virgen hasta el momento de su entrada. La Hermandad del Carmen de la Parroquia de Santa Ana acababa de marcar un hito en su renovada, aunque dilatada, historia.
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