miércoles, 23 de octubre de 2019

LA VIRGEN DE LA SIERRA RECORRIÓ EL DOMINGO LA FELIGRESÍA DE SAN ROQUE


La Hermandad de Nuestra Señora de la Sierra de Sevilla, filial de la Patrona de Cabra, pudo disfrutar en la mañana del pasado domingo de su salida procesional bajo un radiante cielo azul después de que la lluvia obligara a suspenderla el año pasado.
De esta forma, la Virgen de la Sierra recorrió la feligresía de San Roque durante unas tres horas, visitando en su camino tanto la Capilla de los Ángeles como el Convento de las Hermanas Trinitarias, arropada en todo momento por vecinos egabrenses residentes en Sevilla, así como por otros llegados expresamente desde dicha localidad cordobesa.
La salida de la cofradía comenzó pasadas las once de la mañana, cuando la característica cruz de guía entre faroles de la hermandad salió de la Parroquia de San Roque a la Plaza de Carmen Benítez. Seguían algunos hermanos con hachetas y diversas representaciones de otras corporaciones, como el Carmen de San Pablo, la Pastora de Triana, la Virgen de Araceli, Santa Lucía y San Roque. También hubo representantes de la Hermandad Matriz de la Virgen de la Sierra y antes de los acólitos iban el libro de reglas y el estandarte de la cofradía filial sevillana, que reproduce la colorida bandera de Cabra con el nombre de su Patrona.







La Banda de Música de Nuestra Señora del Sol vivió la salida de la cofradía desde dentro del templo, ya que antes de ponerse en la calle el paso, interpretó las "Coplas de la Virgen de la Sierra". Con ellas, el paso, comandado por el capataz José Manuel Palomo y sus auxiliares, fue acercándose hasta la puerta para salir. Cuando eso ocurrió, aún desde dentro, los músicos interpretaron el Himno de España.
Una vez en la calle, la primera marcha que se pudo escuchar tras el paso fue "Gracia y Esperanza", dedicada a la dolorosa de la hermandad penitencial con la que la Virgen de la Sierra comparte sede canónica. Con ella, mientras el cortejo giraba hacia la izquierda, el paso lo hizo a la derecha para acercarse hasta la puerta de la Capilla de los Ángeles, donde esperaba para recibir a la Virgen una representación de la Hermandad de los Negritos con su estandarte corporativo. Así, el paso cruzó la calle Recaredo hasta plantarse ante la misma puerta de la capilla, sobre la acera, y se detuvo algunos minutos.



















Cumplimentada la visita, la Virgen de la Sierra, vestida este año con el conjunto de manto y saya de color rojo, giró sobre sus pasos para volver a la Plaza de Carmen Benítez mientras que el estandarte de los Negritos se incorporó al cortejo justo delante de la representación de la Hermandad de San Roque. Como no podía ser de otra forma, la marcha que la Banda del Sol tocó en este momento fue "Virgen de los Negritos".
Ya en Carmen Benítez, el paso se detuvo cuando ya la banda al completo había despejado Recaredo para permitir a la Policía Local reabrir este tramo de la Ronda Histórica al tráfico. Poco después, el capataz invitó al hermano mayor de San Roque a llamar a los costaleros. Antes de hacer sonar el llamador, Alfonso Medina, que este mismo lunes fue reelegido como hermano mayor en las elecciones de esta cofradía del Domingo de Ramos, pidió dedicar la levantá a todos los jóvenes, ancianos y enfermos de la feligresía.
Acto seguido, el paso de la Virgen de la Sierra continuó su camino a los sones de "Virgen de las Aguas", deteniéndose en la esquina de Juan de Vera con Úbeda. Aquí, en presencia de una mujer que padece cáncer de mama, y aprovechando que el sábado había sido el día dedicado a esta enfermedad, el capataz pidió por todas las mujeres que la padecen y por sus familias, rogándole a la Virgen de la Sierra que les dé fuerzas.
El paso se levantó al cielo y a continuación giró hacia la calle Úbeda a los sones de la marcha "Madre y Reina, Victoria".


























Y en la misma calle Úbeda el capataz quiso dedicar otra levantá, en este caso a los pacientes trasplantados y a los donantes de órganos. "No nos llevemos al cielo lo que hace falta en la tierra", dijo antes de ceder el llamador a un hombre trasplantado.
Después, el paso, que estaba adornado con lisiantum, nardos y astromelias, entre otras flores, en esquinas y friso, así como por rosas blancas en las jarras de los costeros y rojas a los pies de la Virgen, procedió a girar hacia la calle San Alonso de Orozco mientras la Banda del Sol interpretaba "Auxilium Christianorum", a la que posteriormente seguiría, mientras un niño agitaba una pequeña bandera de la Virgen de la Sierra de Cabra, la composición "Triana, tu Esperanza" al tomar Amador de los Ríos.
Posteriormente, los músicos tocaron "Virgen de la Paz" al pasar por la Plaza del Tívoli, hasta alcanzar el inicio de la calle Lope de Vega.























Por Lope de Vega, la Virgen de la Sierra avanzó después con la marcha "Corpus Christi" hasta girar hacia la calle Júpiter. Aquí, el capataz cedió el llamador a su homólogo de la Virgen de la Sierra de Cabra, que es además el hermano mayor de la Hermandad de San Rodrigo de la misma localidad, José Morales.
Tras recorrer un único tramo de la calle Júpiter, a la que el paso volvería más adelante, la Virgen de la Sierra tomó la calle Padre Méndez Casariego a los sones de "Azul y plata" y después se acercó hasta la puerta del Convento de las Trinitarias con "Esperanza de Triana Coronada". Antes de alcanzar la puerta, donde esperaban las religiosas, desde una ventana del convento se tiraron pétalos sobre el paso de la Virgen de la Sierra.
Los coches, fundamentalmente una furgoneta de grandes dimensiones, dificultaron que el paso se volviera ante la puerta, aunque finalmente costaleros y capataces lo consiguieron y, con la Virgen mirándolas, las trinitarias cantaron la Salve.






























Tras recibir de las trinitarias una ofrenda floral y dedicarles la siguiente levantá, que fue a pulso, el capataz mandó que el paso se marchara para seguir su camino, pasando entre los estandartes de las cofradías que hasta este punto estuvieron acompañando a la Virgen de la Sierra.
"Encarnación Coronada" fue la marcha escogida para este momento, a la que siguió "Macarena" (Abel Moreno) al girar a la calle Luis Cadarso. Después, el paso avanzó a tambor hasta estar de nuevo en la Plaza del Tívoli y con "Pastora de Capuchinos" pasó fugazmente por Amador de los Ríos para alcanzar otro tramo de Luis Cadarso, desde la que minutos más tarde giró a Arroyo a los sones de "Aniversario Macareno".
























En este último rodeo antes de regresar a San Roque, la Virgen de la Sierra siguió por Arroyo hasta la confluencia con Júpiter, a la que llegó ahora con la marcha "Esperanza de vida", la composición que Manuel Marvizón dedicó a las donaciones de órganos.
Tras detenerse el paso antes de girar a Virgen de Gracia y Esperanza, se observó que uno de los rosarios que llevaba la Virgen de la Sierra se había caído sobre la media luna, enredándose en ella. Tras intentar cogerlo sin éxito con la caña utilizada para encender los candelabros se optó por dejarlo ahí y el capataz volvió a llamar al paso. Un costalero pidió entonces desde debajo que la levantá se dedicara a su suegro, que está pasando un bache de salud, y el capataz añadió en la dedicatoria a toda la "familia costalera" de la hermandad.
Seguidamente, el paso se levantó y la Banda del Sol comenzó a tocar "Dolorosa del Cerro", con la que el paso avanzó por Virgen de Gracia y Esperanza, donde después se dedicó una levantá a la Guardia Civil en presencia de los dos agentes que acompañaban a la cofradía. "Por la Guardia Civil, por el gran trabajo que hacen", dijo José Manuel Palomo, quien se acordó expresamente de un miembro del cuerpo ya fallecido que siempre iba con la Virgen de la Sierra en sus salidas.
El resto de la calle Virgen de Gracia y Esperanza hasta salir de nuevo a la Plaza de Carmen Benítez lo recorrió el paso mientras los músicos interpretaban la marcha "Rocío".























Con el paso ya ante la puerta de la Parroquia de San Roque, un músico de la banda se situó delante y empezó a tocar el tambor mientras el hermano mayor de la cofradía de San Rodrigo de Cabra realizó, al tradicional modo egabrense, el revoleo de la bandera de la Virgen de la Sierra por encima de las cabezas de varios devotos, que coreaban vivas a la Virgen ante cada movimiento de lado a lado de la bandera.
Después, el paso giró para colocarse antes de entrar en el templo a los sones de "Reina de la O", que fue la última marcha que la banda interpretó en la calle para la Virgen de la Sierra, que tras detenerse y levantarse a pulso, entró definitivamente con el Himno de España cuando eran las dos de la tarde.

















Finalmente, como ocurrió a la salida, la Banda del Sol se adentró también en la parroquia para volver a tocar las "Coplas de la Virgen de la Sierra". Mientras tanto, el paso fue colocado a los pies de la nave de la Epístola, justo en el lado contrario al del retablo de la propia hermandad, que se encuentra tapado junto a toda la nave del Evangelio por las obras de reparación que se están realizando en ella.
Con varios vivas a la hermandad matriz y a la sevillana, finalizó así la procesión de la Virgen de la Sierra de San Roque, la única cofradía de gloria que este último fin de semana pudo disfrutar de una salida sin inquietudes meteorológicas.


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