La Virgen del Carmen de la Parroquia de San Leandro recorrió el pasado sábado las calles de su feligresía en una salida procesional que presentó importantes novedades. El principal, en un paso que poco a poco se va completando, fue el dorado de la peana tallada hace dos años por Rubén Luna Perea; una pieza de las llamadas de carrete ideada por Mario Ramos Rodríguez y de cuyo dorado se ha encargado Abel Velarde. Además, la peana presentaba el añadido de varios querubines del siglo XIX que han sido restaurados por el imaginero Esteban Sánchez Rosado.
En cuanto a la vestimenta de la Virgen, llevaba una nueva mantilla blanca de volante en blonda de seda, una pieza que ha sido donada por hermanos y devotos de la Virgen del Carmen, y que por la zona de la espalda dejaba ver el pelo de la imagen sobresalir por debajo. Asimismo, el hermano mayor, Juan Antonio González, ha donado una medalla de oro de la Patrona de la Archidiócesis de Sevilla, la Virgen de los Reyes.
A las ocho menos diez de la tarde comenzó la salida procesional de la Virgen del Carmen de San Leandro, con un cortejo del que formaron parte en representación las hermandades de la Anunciación de Juan XXIII, la Candelaria Madre de Dios, San José Obrero, el Rosario de San Julián y el Carmen de San Gil. En el itinerario hubo una novedad, ya que, antes de cruzar la avenida del Doctor Fedriani hacia el Hospital Virgen Macarena, el paso recorrió el pasillo existente en los bajos de dicha avenida hasta la esquina con Doctor Leal Castaño, volviendo después a la calle Manzana. Es lo mismo que desde hace unos años hace la cofradía en la calle Avellana, buscando de esta forma acercarse a las casas de los vecinos en calles sin salida para un cortejo procesional.
Regresando por este pasillo de Doctor Fedriani encontramos a la Virgen del Carmen, cuyo paso estaba exornado con nardos, rosas, alhelíes, delphinium y oxypetalum en las esquinas, y con anthurium, rosas de distintas variedades, astromelias, estátice, peonías y hortensias en el friso y en las jarras. La Banda de la Cruz Roja se ocupó un año más del acompañamiento musical, interpretando la marcha "Coronación" por Doctor Fedriani.
En el giro a la parte final de la calle Manzana, la banda tocó "Virgen de los Reyes", marcha con la que luego el paso cruzó la avenida para llegar a la entrada del Hospital Virgen Macarena, donde quedó detenido junto al control de acceso. En este punto, el capataz, Pedro Velázquez, acercó a la delantera del paso a un hombre al que le quiso dedicar la levantá: "Por don Ignacio, que es un compañero porque, aunque se haya retirado, para mí no".
Con "Encarnación Coronada", la Virgen del Carmen se acercó a la fachada principal del hospital, donde luego se detuvo para que el párroco de San Leandro, Juan Jesús García Castro, dirigiera unas oraciones por los enfermos y por los profesionales sanitarios. Algunos de ellos estaban en la puerta viendo a la Virgen en su nueva visita, algo que también hace el otro titular de la hermandad, el Santísimo Cristo de la Bondad, en su salida del mes de noviembre.
Tras rezar el Padre Nuestro y el Ave María, el paso de la Virgen del Carmen se levantó y la Banda de la Cruz Roja comenzó a tocar "Como tú, ninguna", y después de algo de redoble de tambor, sonó "Macarena", de Abel Moreno, mientras el paso se daba la vuelta. Se alejó del hospital por el pasillo situado ante el edificio de Consultas Externas, donde la representación de las distintas hermandades que habían participado en el cortejo se despidieron, a excepción de San José Obrero, que lo había hecho antes, en la esquina de Doctor Fedriani con Manzana.
Por dicho pasillo, la Virgen del Carmen salió a San Juan de Ribera a los sones de "Glorias de Sevilla" y, tras una parada, avanzó con celeridad y a tambor hacia Fray Isidoro de Sevilla, tratando así de interrumpir el tráfico el menor tiempo posible.
Con la marcha "Madre de nuestro refugio", la Virgen del Carmen de San Leandro siguió su camino por Fray Isidoro de Sevilla, buscando la calle León XIII y recorriendo luego Jorge de Montemayor, Manuel Villalobos y Fray Luis de Granada, antes de regresar a su casa por Manzana, Avellana, Cereza y la plaza de San Gabriel. La entrada en San Leandro se produjo pasada la una de la madrugada.
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