Y es que el Cristo del Calvario no fue encargado a su autor, Francisco de Ocampo, por una hermandad, sino por el comerciante Gaspar Pérez de Torquemada, que quería para su capilla propia de Santa Catalina un crucificado similar al que años antes había tallado Martínez Montañés para el arcediano Mateo Vázquez de Leca, y que no es otro que el Cristo de la Clemencia o de los Cálices, de la Catedral, con el que guarda un gran parecido, aunque también hay evidentes diferencias.
El Cristo del Calvario (izquierda) junto al Cristo de la Clemencia, imagen en la que Ocampo tuvo que inspirarse a petición de Gaspar Pérez de Torquemada.
La Hermandad del Calvario presentó el pasado fin de semana el programa de actos previsto para la conmemoración de este cuarto centenario. Una conmemoración en la que destaca especialmente la concesión, por parte de la Penitenciaría Apostólica Vaticana, del Año Jubilar con indulgencia en favor de los fieles que asistan a las funciones solemnes que se celebren a lo largo del próximo año con motivo de la efeméride.
Asimismo, tendrán lugar diversas conferencias, una exposición en el Ayuntamiento de Sevilla y la edición de una revista extraordinaria, todo ello en el mes de enero. Además, entre finales del presente mes de noviembre y el próximo diciembre el carmelita prior del Santo Ángel, Francisco Jaén, dirigirá una Escuela de Oración.
Por otro lado, para dejar constancia pictórica de la importante celebración, el pintor Ignacio Cortés Martínez ha realizado un cartel conmemorativo en el que se puede ver al crucificado de cuerpo entero y en su parte inferior el escudo de la hermandad y las leyendas "Cristo del Calvario" y "400 años".
gran cartel,si señor
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