miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL RENOVADO ASPECTO DE LA CAPILLA TRINITARIA


Un impecable lavado de cara es el que ha experimentado la capilla de la Hermandad de la Trinidad tras las obras de restauración a que ha sido sometida en los últimos meses y que llevaron a los titulares de la corporación a situarse temporalmente en el crucero de la Basílica de María Auxiliadora.
Junto a la eliminación de los problemas de humedades y filtraciones, lo más destacado de la obra ha sido el trabajo desarrollado en los tres altares de la capilla: el de la Virgen de la Esperanza, que ha ganado sobre todo en profundidad; el del Cristo de las Cinco Llagas, la Virgen de la Concepción y San Juan Evangelista, muy renovado y con una mayor altura que beneficia sobre todo al crucificado; y el del Sagrado Decreto, que presentaba multitud de desperfectos.
Publicamos estas imágenes para dejar constancia del nuevo y mejorado aspecto que presenta la capilla propia que esta hermandad del Sábado Santo posee en el templo salesiano.





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