Llamaba la atención este año la ausencia de un cortejo como tal, dado que se limitaba a varios jóvenes con varas e inmediatamente el paso, comandado por Miguel Pérez. El exorno floral de este paso, que es el que se utiliza cada 17 de julio para portar a la imagen de Santa Teresa de Jesús, estaba compuesto exclusivamente de claveles blancos, tanto en el friso como en dos jarras a cada lado, además de algo de hojarasca sobre el monte de corcho.
El acompañamiento musical volvió a estar a cargo de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Redentor, de Moral de Calatrava (Ciudad Real), que interpretó un variado repertorio compuesto de marchas de diferentes agrupaciones de Sevilla junto a otras propias. Así, tras la Cruz de Mayo del Santo Ángel sonaron "Gitano de Sevilla", "Reo de muerte", "Y al tercer día", "Oración", "Señor de San Román" o "De vuelta al Porvenir", entre otras.
En cuanto al itinerario, la procesión salió pasadas las seis de la tarde a la calle Rioja, para continuar por Tetuán, Granada, Sierpes, Sagasta, Plaza del Salvador, Cuna, Cerrajería, Sierpes, Campana, O'Donnell, Velázquez, Rioja, Sierpes, Jovellanos, Tetuán y Rioja. Un recorrido serpenteante en el que el paso no llegó a alejarse más allá de tres calles en paralelo (Rioja/Velázquez, Sierpes y Cuna).
Al pasar por la puerta del antiguo Hospital de la Paz, en la calle Sagasta, el paso se volvió a algunos de los ancianos que contemplaban el cortejo y una de ellas tuvo la ocasión de tocar el martillo.
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