lunes, 11 de julio de 2016
SAN LEANDRO ABRIÓ, EN DOMINGO, EL CICLO PROCESIONAL CARMELITA DE 2016
A lo largo de la feligresía de San Leandro, varios carteles pegados en las recién pintadas paredes de los funcionales edificios de vecinos avisaban del cambio de día de la salida procesional de la Virgen del Carmen este año. Obama y el Rey eran los responsables, con el Cecop como mediador. Y, aunque finalmente Sevilla se quedó sin visita del presidente norteamericano, la Hermandad del Carmen de San Leandro vivió su salida en domingo, en lugar del habitual sábado, inaugurando así el ciclo procesional carmelita.
Las ocho de la tarde era la hora prevista, pero diez minutos antes ya estaban las puertas de la Parroquia de San Leandro abiertas, con la cruz alzada y los ciriales que iniciaban el cortejo apostados bajo el dintel. La Banda de Música de la Cruz Roja, que por tercer año ha acompañado a la Virgen del Carmen en su salida procesional, llegó a la Plaza de San Gabriel desde la calle Manzana realizando un corto pasacalles por Avellana y Cereza.
Cuando los músicos estaban colocados, se abrió el cancel del atrio del templo y el cortejo comenzó a salir. Tras la cruz alzada, iban la bandera carmelita y el libro de reglas, seguidos por las representaciones de diversas hermandades: el Pilar de Montequinto, la Anunciación de Juan XXIII, Candelaria Madre de Dios, San José Obrero, Carmen de San Gil, Carmen de Calatrava, Rosario de San Julián y Rosario del Barrio León.
Detrás de esta hilera de estandartes corporativos, el propio del Carmen de San Leandro, la presidencia y el cuerpo de acólitos.
No tardó en sonar en el interior del templo el llamador. El capataz, Pedro Velázquez, animaba a los costaleros a pasear como merece a la Virgen del Carmen por las calles de su barrio, para lo que el paso abandonó su lugar ante el altar del Señor de la Bondad y se encaminó hacia la puerta.
Desde fuera, cuando la Virgen empezó a salir al atrio, la Banda de la Cruz Roja comenzó la interpretación de la marcha "Aniversario en San Leandro", con la que el paso alcanzó la puerta metálica exterior. Sin que mediara en ningún momento la interpretación del Himno Nacional, la salida a la Plaza de San Gabriel la llevó a cabo la Virgen del Carmen a los sones de "Como tú ninguna", tras la que sonó "Coronación de la Macarena".
En la calle Cereza, adornada con banderas y alfombrada de romero, el capataz se dirigió a los costaleros: "Hoy falta alguien: mi hermano Carrasco; esta levantá va por él, para que la Virgen lo ponga bueno y disfrute año tras año con ustedes".
Para el giro de Cereza a Avellana, la Banda de la Cruz Roja interpretó la marcha "Rocío" tras el paso de la Virgen del Carmen, que posteriormente salió a la soleadísima calle Manzana con "Aniversario Macareno". Con esta composición, el paso avanzó hacia el Hospital Virgen Macarena, a cuyo punto de acceso llegó con la marcha "Madre de los Gitanos Coronada".
Hay que apuntar que, después de salir el año pasado con los candelabros del paso de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, en esta ocasión la Virgen del Carmen ha contado como iluminación de nuevo con una candelería dispuesta a la manera de los pasos de palio, mientras que detrás llevaba dos candelabros plateados de cinco guardabrisas cada uno, y en los costeros sendos candelabros de tres puntos de luz.
El capataz lo avisaba a los costaleros: los enfermos y familiares del Hospital Virgen Macarena esperaban la visita anual de la Virgen del Carmen. Efectivamente, algunos de ellos estaban en la escalera principal y en la rampa de acceso. Otros la miraban desde las ventanas de sus habitaciones.
La marcha "Mi Amargura" fue la elegida para que el paso se acercara al hospital, seguida de "Encarnación Coronada". Con ella, la Virgen del Carmen se plantó a los pies de la fachada del hospital, donde tuvo lugar una ofrenda floral.
Antes de marcharse, la Virgen se movió a los sones de "Triana de Esperanza" con continuos pasos hacia atrás y hacia adelante, hasta quedar de nuevo parada antes de marcharse definitivamente con "Rosario de Monte-Sión".
Después, la Virgen del Carmen salió del recinto hospitalario, donde se despidieron las representaciones de San José Obrero y el Carmen de Calatrava, con la composición "Morena de luz de luna", que tanto se puede escuchar tras la Virgen de la Cabeza, encargada este año de presidir el Pregón de las Glorias a finales del pasado mes de abril.
Por San Juan de Ribera, la Virgen del Carmen avanzó a tambor, hasta que se detuvo poco antes de girar hacia la calle Fray Isidoro de Sevilla, en cuya esquina se despidió el acompañamiento de la Hermandad del Carmen de San Gil, que el año pasado coincidió en su día de salida con la de San Leandro.
"Hermanos costaleros" fue la marcha que la Banda de la Cruz Roja interpretó en esta revirá cuando ya empezaba a anochecer sobre Sevilla, lo que no redujo en cualquier caso el intenso calor de esta jornada, que hizo que los faldones de los costaleros fueran levantados prácticamente todo el tiempo para que entrara algo de aire a los costaleros.
Unos metros más adelante fue el turno de la marcha "Reina de San Román", seguida después por "A Ti, Manué" en el giro a Sánchez Perrier, una novedad en el itinerario de esta cofradía con respecto a estos años de atrás, dado que lo habitual era seguir por Fray Isidoro de Sevilla hasta el cruce con León XIII. En el giro de esta novedad de recorrido se despidieron del cortejo algunas representaciones más.
La Virgen del Carmen continuó después por Dionisio Alcalá Galiano, calle a la que llegó con "Virgen de la Palma", seguida después por "Candelaria Madre de Dios" y "Virgen de los Negritos", ésta ya en la revirá a León XIII, en cuya esquina se produjo un relevo de costaleros.
Por la calle León XIII, la Virgen del Carmen avanzó a los sones de la composición "Concha", tras la que el paso se detuvo y el capataz, antes de llamar, se dirigió a uno de los costaleros: "¡Gitano! Esta noche hay una estrella más en el cielo, que es tu abuela, que se iba al principio de la semana porque la ha llamado el Señor. Va por ella".
A continuación, el paso siguió su camino con las marchas "Madrugá Macarena" y "Carmen de San Leandro", antes de llegar a la confluencia de León XIII con Jorge Montemayor, donde la hermandad tenía prevista una intensa petalada desde uno de los balcones de esta zona. Los pétalos cayeron con fuerza sobre el paso mientras la Banda de la Cruz Roja interpretaba "Madrugá de canela y clavo", que se enlazó en la revirá con "Pasan los campanilleros" ante la representación de la Hermandad de la Anunciación de Juan XXIII, que se despidió en este punto.
Con bastante lentitud en algunos momentos y acelerando en otros, la Virgen del Carmen recorrió el pequeño tramo de Jorge Montemayor y la calle Manzana con una sucesión de marchas como "Caridad del Guadalquivir", tras la que el capataz dedicó la levantá al abuelo de uno de los costaleros, "La saeta", "Reina de Triana" y "Cachorro, Saeta sevillana", ésta en el giro a Avellana.
Después, alcanzó Cereza con "Triana, tu Esperanza", tras la que se enlazaron "La Madrugá" y "Mi Amargura", las dos con el paso sin detenerse, hasta alcanzar prácticamente la Plaza de San Gabriel. La siguiente levantá la dedicó Pedro Velázquez al futuro hijo de un costalero, deseando "que la Virgen del Carmen lo traiga con salud", y el paso continuó con "Esperanza de Triana Coronada".
Con la marcha "Siempre la Esperanza", el paso giró ante la puerta para entrar mirando al exterior. Se detuvo un momento y a continuación avanzó por el atrio con "Reina del Mar", marcha que incluye una parte cantada de la Salve Marinera. Durante la interpretación de esta marcha, desde la cornisa de la parroquia dos hermanos lanzaron una intensa petalada que apagó prácticamente toda la candelería delantera del paso, a excepción de un único cirio superviviente.
A continuación, tras un breve parada, el paso, una vez replegados los zancos, se encaminó en silencio hacia el interior del templo, teniendo los costaleros que echar el cuerpo un poco a tierra para que la corona, a la que se le había doblado una de sus estrellas por la zona de Dionisio Alcalá Galiano, pudiera superar el dintel. Cumplida la maniobra, sonó el Himno Nacional y el paso se introdujo en el templo.
Ya en el interior de la parroquia, como es costumbre, el paso se encaminó hacia el altar del Señor de la Bondad, movimiento acompañado por la Banda de la Cruz Roja, que desde el atrio tocó "Aniversario en San Leandro". Antes, Pedro Velázquez dedicó la levantá a los costaleros de la primera trabajadera, que pasearon ayer por última vez a la Virgen del Carmen.
Tras una breve chicotá, la Virgen quedó durante algunos minutos cara a cara con el Señor, momento en que los presentes cantaron la Salve. Después, el capataz llamó a los costaleros y les dijo que llevaba 14 años ya en la hermandad y que jamás pensó que ésta le "absorbería tanto el corazón". Asimismo, recordó que en este tiempo ha habido momentos buenos y malos, pero sobre todo ha visto mucho trabajo, principalmente en los últimos ocho años, con un hermano mayor bastante "gruñón", dijo bromeando. A él quiso dedicarle el capataz esta levantá para dejar el paso colocado mirando hacia el altar mayor. "Pero no se la quiero dedicar al hermano mayor, sino a mi amigo Juan; que la Virgen del Carmen le dé salud", dijo.
Aún habría tiempo para una levantá más, para terminar de colocar el paso a un lado del templo, levantá dedicada a todos los costaleros de la hermandad. Así concluyó un año más la salida procesional de la Virgen del Carmen de San Leandro; una salida retrasada por circunstancias ajenas a la hermandad, aunque, como dijo Pedro Velázquez, la espera mereció la pena, dada la brillantez con la que desde San Leandro arrancó el periodo de una de las devociones más presentes en la ciudad de Sevilla.
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