La Hermandad de la Sed celebró este fin de semana el besamanos a Santa María de Consolación Madre de la Iglesia, que fue situada, como es habitual, en el presbiterio de la Parroquia de la Inmaculada Concepción.
En esta ocasión, la dolorosa de Antonio Dubé de Luque se presentó a sus devotos ataviada con su manto de salida y mantilla de encaje en lugar de toca. Llevaba también saya de tisú bordada en oro con un fajín azul, además de la corona procesional. Sobre el pecherín, la Virgen de Consolación llevaba una cruz pectoral bajo el broche con su advocación, un puñal y la granada de oro de la Orden de San Juan de Dios.
Finalmente, en la mano derecha, la que daba a besar, tenía un rosario, mientras que en la izquierda sujetaba la barca, símbolo de la Iglesia presente en el escudo de la hermandad, labrada en 2014 por el orfebre Fernando Marmolejo en el 50 aniversario de la proclamación de la Virgen María como Madre de la Iglesia.
A ambos lados de la dolorosa había un total de cuatro jarras del paso de palio con azucenas, rosas blancas y lilium. Además, la priostía de la hermandad creó unos elementos muy particulares mediante la unión de parte de enseres propios y otros prestados. Así, flanqueando a la Virgen de Consolación se encontraban los candelabros de la delantera del paso de palio de la Virgen del Sol, colocados sobre la base de los candelabros de cola del palio de la propia cofradía de Nervión.
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