lunes, 15 de julio de 2019
LA VIRGEN DEL CARMEN DE SANTA ANA, ENTRE CANDELABROS DE LA HINIESTA
La Virgen del Carmen de la Parroquia de Santa Ana salió este sábado a las calles por segundo año consecutivo después de la recuperación de la vida activa de su hermandad. Lo hizo a partir de las ocho de la tarde con un cortejo ante el que iba la Banda de Cornetas y Tambores Juvenil de las Tres Caídas. La cruz de guía entre ciriales daba paso a varios hermanos con cirios, la bandera carmelita, el libro de reglas y las distintas representaciones que acompañaron a la cofradía, como la Asociación de Fieles de Nuestro Jesús de la Humildad de Sevilla Este y las hermandades de la Divina Pastora de Triana, Madre de Dios del Rosario y la Esperanza de Triana, que abandonó el cortejo en la calle Fabié para dirigirse a la Capilla de los Marineros y esperar allí a la Virgen del Carmen.
Precisamente, la cofradía de la Madrugá cedió a la del Carmen de Santa Ana cuatro ciriales que los acólitos portaban delante del paso.
Tras salir de la Santa Ana, la Virgen del Carmen, acompañada musicalmente por la Banda María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, buscó la calle Betis para seguir por el Altozano y las calles San Jacinto y Rodrigo de Triana.
El año pasado, en su primera salida de tipo ordinario, la Virgen del Carmen iba sobre el paso cedido por la Pastora de Triana con unos candelabros de la Hermandad de los Desamparados de Alcosa (ver). En esta ocasión, sobre un paso distinto más sencillo, la imagen salió iluminada por los candelabros del paso de la Hiniesta Gloriosa, así como por cuatro candeleros. Lo que no faltó fue la miniatura en plata de la Esperanza de Triana, cedida una vez más por un particular.
El giro de Rodrigo de Triana a Fabié lo hizo la Virgen del Carmen a los sones de "La Macarena", mientras que más adelante, hasta la esquina de esta calle con Pureza, fue el turno de "Hermanos costaleros".
A continuación, con "Macarena", de Emilio Cebrián, el paso giró a Pureza y comenzó a avanzar por ella. La siguiente marcha, de hecho, no pudo tocarse en lugar más adecuado, ya que fue la titulada "Pureza marinera".
La Capilla de los Marineros esperaba con las puertas de par en par a la Virgen del Carmen, que se acercó hasta ella con "Aurora, Reina de la mañana". Seguidamente se detuvo y después el paso se levantó y empezó a girar ante la puerta mientras la banda tocaba la marcha "La Madrugá", con la que la Virgen del Carmen entró completamente en la capilla hasta quedar frente a frente a la Virgen de la Esperanza.
Una vez ahí, los miembros de la cofradía cantaron la conocida Salve a la Esperanza de Triana. Concluida la visita, el paso realizó un giro de ciento ochenta grados y salió de nuevo a la calle Pureza. La Banda de Las Cigarreras tocó entonces la marcha "Triana".
En la recta final de la salida procesional, la Virgen del Carmen siguió por Pureza, ahora a los sones de "Al cielo la Reina de Triana". Durante la interpretación de esta marcha el capataz mandó detener el paso para inmediatamente tocar el llamador para continuar. Al parecer, según comentaban unos hermanos delante del paso, lo hizo al entender que los costaleros no estaban andando al ritmo que les estaba pidiendo.
A continuación, tras el último relevo de costaleros, la banda tocó "Madre de Dios del Rosario" desde la casa de dicha hermandad hasta la calle Vázquez de Leca, ya junto a la Parroquia de Santa Ana, por la que luego avanzó con la marcha "Coronación" mientras desde la azotea de un edificio se lanzó una gran petalada sobre el paso. La marcha dedicada a la Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores del Cerro se enlazó con "Esperanza Macarena", aunque lamentablemente ésta fue interrumpida cuando el paso se detuvo una vez completado el giro a Pelay Correa.
La salida procesional llegaba a su fin y la siguiente levantá del paso, realizada a pulso, se dedicó a todos los difuntos de la hermandad. Después, con la interpretación de "Mi Amargura", la Virgen del Carmen se acercó hasta la puerta de Santa Ana y giró para colocarse de espaldas al templo y entrar mirando a los devotos.
A las doce en punto se apagó el alumbrado que ilumina cada noche la fachada de la parroquia y su torre, por lo que la entrada del paso de la Virgen del Carmen, que se retrasó unos minutos sobre lo previsto, se hizo únicamente con el alumbrado público habitual.
En concreto, a las doce y siete minutos, el Himno de España rubricó la salida procesional de la Hermandad del Carmen de Santa Ana tras una entrada en la que los costaleros tuvieron que agacharse levemente para que la ráfaga de la Virgen no rozase el dintel.
Se puede considerar ya asentada en el calendario de procesiones letíficas la de la Virgen del Carmen de Santa Ana, la Virgen del Carmen de uno de los lados en los que la calle San Jacinto divide Triana. Por algunas de las calles del otro lado saldrá el próximo sábado la de la hermandad carmelita del Puente. Triana y su vinculación con el río muestra de esta forma doblemente su devoción por la Estrella de los Mares.
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