miércoles, 8 de enero de 2020
LA PASTORA DE CAPUCHINOS ESTRENÓ LA RESTAURACIÓN DE UN SOMBRERO
Una de las tradiciones más entrañables de la festividad de la Epifanía en Sevilla es la celebración del besamanos a la Divina Pastora del Convento de Capuchinos, que se inició en la tarde del pasado sábado y se prolongó durante toda la jornada del domingo, con la Cabalgata pasando ante su puerta, y el lunes.
En el presbiterio bajo del templo, recibía a los devotos la Pastora sobre una peana de madera policromada y otra plateada. Vestía manto de tisú de plata con brocado de oro y sedas y encaje de conchas de oro de bolillos, pelliza de visón y saya de raso blanco bordada en oro y sedas.
Llevaba además un fajín de raso verde bordado en oro y en la cabeza estrenaba la restauración, por parte de Cyrta, del sombrero, obra de encaje de conchas de oro con flores de tela y un gran lazo de lamé de oro. En las orejas lucía unos grandes pendientes, mientras que en el pecherín tenía varias joyas y broches, la Medalla de la Ciudad y un alfiler con la palabra Pastora en letras doradas.
Flanqueando a la Divina Pastora veíamos los faroles de entrevarales del paso de palio de la Virgen del Carmen Doloroso, enseres que ya se utilizaron en este besamanos hace dos años (ver). A la misma hermandad pertenecían varias jarras que contenían rosas, claveles, margaritas, limonium, brasicas, ageratum, cinéreas y piñas.
Dos de las jarras estaban en los extremos del presbiterio bajo, sobre altas columnas de madera dorada y base cuadrada. Y delante de cada jarra había tres candeleros y un candelabro, todos ellos plateados, con cera de color blanca y sobre sendos pies también dorados.
Detrás, ante el retablo del templo capuchino, estaba un dosel de la Soledad de San Lorenzo. Delante se dispuso un trono sobre la peana procesional también de la Virgen del Carmen Doloroso entre dos pequeñas jarras. Y en los laterales había veinte candeleros y cuatro jarras más con las mismas flores antes mencionadas.
Precisamente el día 6, en la función solemne, se supo que en mayo de 2021 la Pastora de Capuchinos presidirá en la Catedral una misa pontifical en conmemoración del centenario de su Coronación Piadosa, que tuvo lugar el 22 de mayo de 1921 a cargo del obispo de Ostracine (Argentina), Inocencio Dávila; coronación a la que el Cardenal Carlos Amigo concedió el rango de Canónica en 2004. El traslado a la Catedral de la Divina Pastora tendrá lugar el viernes 28 de mayo de 2021 y al día siguiente, además de la misa pontifical, será el regreso al Convento de Capuchinos.
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