La Hermandad de la Salud de San Isidoro evitó ayer, en una reunión telemática de su junta de gobierno, la supresión de los cultos y procesión de su titular, como hasta ahora han hecho varias corporaciones letíficas. En su lugar, la cofradía de la Costanilla, con el apoyo del párroco, ha optado por solicitar a la autoridad eclesiástica un aplazamiento de los cultos previstos para el próximo mes de mayo.
En este sentido, ante la imposibilidad de la asistencia de devotos al triduo de entre los días 6 y 8 de mayo y a la fiesta principal del día 10, la hermandad entiende que la mejor opción no es anular directamente los cultos, sino celebrarlos cuando la situación sanitaria lo permita, incluyendo igualmente su salida procesional.
En la nota difundida hoy por la hermandad, se afirma que "la junta de gobierno y el director espiritual consideran que los cultos sin la presencia de los hermanos, fieles y devotos no tienen el sentido de fraternidad que siempre se ha intentado que tengan, especialmente en estos momentos en los que la Salud se hace más necesaria que nunca".
Antes de mandar un mensaje de esperanza a todos los hermanos por la situación que vivimos y de encomendarse a la Virgen de la Salud y al Dulce Nombre de Jesús por la vuelta a la normalidad, la junta de gobierno apunta que no hay en principio ninguna fecha pensada para la celebración de cultos aplazados, dado que todo dependerá de cómo evolucionen los acontecimientos y el levantamiento de las prohibiciones que ahora sufrimos. Cuando desde el Arzobispado se dé respuesta a la solicitud de la hermandad, se informará a través de las redes sociales.
No tiene ni pies ni cabeza viendo la situación que vivimos, puede crear precedente para el resto de glorias que suspendan la procesión.
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