Como era de esperar, la Hermandad de San José Obrero ha decidido suprimir la salida procesional de su santo titular, así como todos los cultos previstos. De esta forma, no se celebrará la función solemne del día 1 de mayo, día de su festividad. Tampoco el triduo de los días 6 al 8, el besamanos del día 9 y la procesión, que este año estaba programada para el domingo 10, después de que en 2019 fuera el mismo día 1 por la ubicación de la Feria (ver).
Esta cofradía es de momento la más afectada por las consecuencias de la crisis sanitaria que padecemos, dado que ya se quedó sin hacer su estación de penitencia el Sábado de Pasión, como tampoco se pudieron celebrar el besamanos y el vía crucis de Nuestro Padre Jesús de la Caridad. A ello se suma ahora la supresión de todos los cultos de San José Obrero, junto con la ofrenda floral y la velá popular del barrio.
La cofradía de la calle Samaniego mira ahora a septiembre, cuando tendrán lugar los cultos en honor a Nuestra Señora de los Dolores, y de momento centra toda su atención en la labor asistencial con las familias desfavorecidas de la feligresía, para las que en los próximos días se desarrollará una campaña especial de la que la hermandad informará a través de sus redes sociales.
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