Este sábado fue repuesta al culto en la Parroquia de San Lorenzo la imagen del Santo Cristo del Mayor Dolor, de la Hermandad de la Bofetá, después de la restauración llevada a cabo durante los últimos meses por Carmen Bahima, quien ya hizo lo propio con Jesús ante Anás, la Virgen del Dulce Nombre y San Juan Evangelista.
En diciembre fue retirado del culto este crucificado, atribuido a Andrés de Ocampo, con la intención de que estuviera de vuelta para los cultos cuaresmales en su honor, que finalmente no se celebraron por la declaración del estado de alarma motivado por la pandemia del coronavirus.
Una vez iniciada la relajación de las medidas de dicha alarma, pudo celebrarse el sábado la misa de bendición del Cristo del Mayor Dolor tras una actuación de Carmen Bahima que se nota de manera evidente en una indudable claridad de la policromía, así como en la modificación de los regueros de sangre que presenta la imagen.
Para conseguirlo, la restauradora ha eliminado la policromía superficial del crucificado, que podría ser de los años noventa, y bajo la cual estaba la ahora recuperada, aplicada por Sebastián Santos Rojas en 1942. Además, como puede verse en la comparativa del antes y después de la restauración, Carmen Bahima ha realizado una nueva corona de espinas. Finalmente, también ha cambiado el titulus crucis.
La restauración del Cristo del Mayor Dolor ha supuesto poner en valor una talla de gran antigüedad, ya que se trata del único de los titulares de la hermandad que formaban parte del patrimonio de la antigua corporación de la Capilla de las Huérfanas y que sería reorganizada hace 101 años.
Antes y después de la restauración
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