SOLIDARIDAD EN ALCOSA JUNTO A LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS

La salida procesional de Nuestra Señora de los Desamparados debería haber tenido lugar hoy, último sábado del mes de mayo. El estado de alarma motivado por la pandemia del coronavirus ha llevado a la corporación letífica del Parque Alcosa a sustituir la salida por un acto de devoción y solidaridad junto a la dolorosa.
Así, la Virgen de los Desamparados estará durante todo el fin de semana expuesta a la veneración de los fieles en el presbiterio bajo de la parroquia del mismo nombre, mientras que ante su altar habitual, en el lado derecho del templo, se irán acumulando alimentos donados por los devotos y que tendrán como destinatarios vecinos del barrio en situación de necesidad.
Para este acto de devoción y solidaridad, realizado bajo el lema "Alcosa con los Desamparados", la Virgen que tallara Ricardo Comas está vestida como si realmente fuera a salir esta misma tarde a las calles del barrio, con su manto procesional, la saya estrenada el año pasado, réplica de la robada de las dependencias de la hermandad en 2018, fajín hebraico y cotilla bordada sobre malla.
Luce además la diadema de salida, sujeta un rosa de orfebrería y un pañuelo en la mano derecha, y un rosario en la izquierda. Además, tiene varios broches, como el corazón dorado con el anagrama mariano, la tau franciscana, un alfiler con su advocación y una medalla de la Virgen del Rocío, cuya romería debería celebrarse estos días.
La Virgen de los Desamparados se encuentra elevada sobre una peana plateada y está flanqueada por dos jarras con rosas, astromelias y estátice, y por los dos candelabros de su paso procesional colocados sobre sendas columnas de color rojo y base cuadrada.
A los pies de la dolorosa se están colocando las ofrendas florales que los devotos también están llevándole a la Patrona del Parque Alcosa, a la que se podrá visitar hoy hasta las nueve de la noche, y mañana domingo de diez de la mañana a dos de la tarde y de cinco de la tarde a nueve de la noche. Serán dos jornadas históricas y diferentes, pero con la devoción intacta a Nuestra Señora de los Desamparados, la Madre de su lejana feligresía.