martes, 4 de mayo de 2021

SEBASTIÁN SANTOS, EL GENIO


La Casa de la Provincia ha sido el escenario de la exposición "Sebastián Santos, el genio", organizada por la Hermandad del Cerro del Águila debido al CXXV aniversario del nacimiento del imaginero, efeméride que se celebró el año pasado. El Consejo General de Hermandades y Cofradías y la Diputación de Sevilla colaboraban en esta muestra que comenzó el pasado 12 de marzo y que se clausuró este domingo.
El patio principal del edificio era el primer punto de interés de esta exposición, donde se podían ver a gran tamaño las fotografías de las seis imágenes titulares de cofradías sevillanas talladas por Sebastián Santos: la Virgen del Refugio, la Virgen de los Dolores del Cerro, el Señor de la Sagrada Cena, la Virgen de las Penas, la Virgen de la Concepción del Silencio y la Virgen de la Merced.









También en el patio estaba el boceto en terracota del monumento a Sebastián Santos que se encuentra en su localidad natal, Higuera de la Sierra (Huelva). 


Entrando en las salas en las que se ubicaba la exposición nos encontrábamos con un texto que reproducimos a continuación:

Sebastián Santos Rojas nace en Higuera de la Sierra, en la antigua calle del Olivo nº4, el día 4 de noviembre de 1895 y es el último hijo de una familia humilde. El escultor vivió su infancia como afortunado espectador de la belleza de los paisajes serranos de su pueblo (según sus propias palabras). Siendo el más pequeño de sus hermanos y el único varón, transcurren sus primeros años feliz y mimado por sus hermanas. Todo lo que sus ojos ven es motivo de admirada reflexión. Ya en la escuela primaria pasará las lentas horas de clase absorto en el trazado de su lápiz. Los dibujos que van quedando sobre el papel son los balbuceos de una vocación irrefrenable.
Muy pronto descubre la arcilla. No en vano, ha tropezado una y mil veces con la preciada materia. Primero haría bolindres para jugar. Más tarde comienza a imponer a la materia las imágenes que su deseo le dicta. La primera fuente de inspiración ya la ha encontrado: la naturaleza. Después su fino sentido le hace percibir en el interior de la Iglesia Parroquial y las ermitas de San Antonio y de El Señor los que van a constituir sus modelos, especialmente la iconografía de la Inmaculada y San José.
Sus padres ven con preocupación la afición del pequeño, llegando al extremo de ser castigado con la destrucción de sus bocetos. Ese ambiente de incomprensión y castigo se prolongaría hasta la disolución de la familia o la muerte del matrimonio en un corto espacio de tiempo.
En el año 1918 se traslada a la capital hispalense. Serán unos años para él de grandes dificultades y distintas ocupaciones. Hasta el año 1929 no instala su propio estudio. En esta etapa, debido al escaso número de obras que el artista realiza y por las características de éstas es fácil determinar las influencias que apreciamos en el escultor. Después de su corta estancia en la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Sevilla 'El Museo' se aprecia en su primera obra el estilo de su maestro valenciano, Francisco Marco y Díaz Pintado. Y en su primer crucificado, de romántica espiritualidad (Iglesia de San Jacinto, Sevilla) utiliza la fuente que le brinda el genial escultor Antonio Susillo en su crucificado del cementerio de San Fernando de Sevilla.
Los años 1937 a 1950 corresponden al periodo más abundante en realizaciones, que surgen como consecuencia de las numerosas destrucciones de imágenes sufridas en nuestra guerra civil. Del total de obras que el artista realiza podemos establecer un porcentaje de aquéllas que corresponden a modelos concretos, en los que el escultor ve muy condicionada su libertad creativa. Aparte de las obras que figuran en esta exposición, hay documentadas hasta ciento cincuenta obras mayores, entre las que se encuentran cerca de cuarenta imágenes de dolorosas, un porcentaje parecido de vírgenes de gloria, ocho inmaculadas, doce cristos en distintos misterios (crucificados, yacentes, nazarenos...) y casi medio centenar de santos de diferentes advocaciones. En los años 1951 a 1956, en plena madurez artística, el escultor ya definida su personalidad y reconocido y valorado su arte, tiene el privilegio de ver con satisfacción como sus tallas procesionan con gran reconocimiento y gozan de enorme popularidad en Sevilla, Huelva, Cádiz y otras poblaciones de Andalucía.

La primera obra que veíamos en la muestra era un nacimiento de los años cincuenta realizado en barro policromado.


De 1941 es un boceto en barro sin policromar del Descendimiento de Cristo, perteneciente como el anterior a una colección particular.


Veíamos también una pequeña talla de la Divina Pastora de barro policromado realizada en 1952. Se encuentra en casa de una vecina de Valverde del Camino.


Sebastián Santos Calero, hijo del protagonista de la exposición, conserva un boceto del Sagrado Corazón de Jesús realizado en madera policromada en 1954.


En Valverde del Camino se encuentra también una talla de madera policromada de San Juanito, de 1952.


Continuamos con una escultura en barro cocido de Sebastián Santos Martín de niño, obra de 1966.


En una vitrina se mostraban varios documentos originales. El primero de ellos era el nombramiento de Sebastián Santos Rojas como profesor auxiliar interino de la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla (1940).


El siguiente documento era precisamente el certificado de la toma de posesión como profesor auxiliar de escultura.


El tercero era el encargo por parte del Ayuntamiento de Higuera de la Sierra de la imagen del patrón del municipio, San Sebastián (1942).


A su lado estaba la carta de agradecimiento de doña Carmen Polo de Franco por la restauración de un Niño Jesús de su propiedad (1946).


Veíamos también el contrato de compraventa de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de la Hermandad del Cerro del Águila (1955).


De 1957 es el contrato de ejecución de la imagen de Nuestra Señora del Socorro, de la localidad malagueña de Ronda.


Seguimos con la comunicación de la Hermandad de Pasión al Arzobispado de Sevilla sobre la aprobación del encargo de la actual imagen de Nuestra Madre y Señora de la Merced (1966).


También de la Hermandad de Pasión es la carta de felicitación a Sebastián Santos por la realización de la talla de Simón de Cirene (1970); una impresionante talla que incomprensiblemente desechó la corporación años después y que actualmente está arrinconada sin uso alguno en la Iglesia del Salvador. De la felicitación al olvido...


Veíamos también el encargo del Ayuntamiento de Sevilla de una escultura de Miguel de Cervantes que se encuentra en la confluencia de las calles Entrecárceles y Francisco Bruna (1973).


Finalmente, se mostraba el recibo de gastos de material de la escultura de Don Juan Tenorio (1974).


Sobre la vitrina había una obra en madera tallada de San Cristóbal y San Isidoro de 1930, propiedad de un particular.


Vemos ahora una pequeña imagen de la Virgen María con el Niño, obra de barro policromado de 1954.


Contemplamos también el crucificado que mencionaba el texto del inicio de la muestra, el primero de la producción de Sebastián Santos, que recibe culto en un retablo de la nave del Evangelio de la Parroquia de San Jacinto. Es de madera policromada y fue realizado en 1933.




Siguiendo el recorrido marcado en la exposición, llegábamos a otra sala, en la que veíamos a Nuestra Señora de la Consolación y Correa, patrona de la Orden de San Agustín, obra de madera policromada de 1930 perteneciente al Monasterio de San Leandro.




A un particular pertenece una imagen de la Inmaculada Concepción de 1931, realizada en terracota policromada.


Seguimos con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús del Colegio Diocesano del mismo nombre de Huelva. Es de madera policromada de 1930.



A la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Aracena pertenece una imagen de la Divina Pastora de madera policromada y telas encoladas, realizada en 1965.



Otra imagen de propiedad particular es la de la Virgen María con el Niño, modelada en barro policromado en los años cuarenta.


En 1969 Sebastián Santos presentó el boceto del Cirineo de la Hermandad de Pasión. Se trata de un busto de escayola policromada y pertenece a una colección particular.


Y a su lado estaba la propia imagen del Cirineo de Pasión, de 1970, tallada en madera policromada y telas encoladas; una de las obras más destacadas de entre las imágenes no titulares de hermandades de su producción.





El Obispado de Málaga es el propietario de la siguiente imagen, el Buen Pastor, talla de madera policromada de 1953 que se encuentra en la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Ronda.



Continuamos con el conjunto de la Santísima Trinidad, obra de madera policromada de 1958 perteneciente a la Comunidad de Hermanas Trinitarias de Sevilla.





Pasamos a una nueva sala, en la que en primer lugar encontrábamos una talla de San José con el Niño de 1943, propiedad de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad onubense de Zalamea la Real.


De la Parroquia de San Sebastián de Higuera de la Sierra es una talla en madera policromada de Santa Lucía, de 1954.


A su lado estaba una pequeña imagen del Sagrado Corazón de Jesús de 1954, de la Parroquia de San Sebastián de Sevilla.


A continuación se mostraban tres tallas de madera policromada realizadas en 1964 para la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro del Águila. Son las imágenes de Santa Rita de Casia, San Francisco de Asís y un Niño Jesús.




Y del mismo año es una imagen en barro policromado de la Inmaculada Concepción, propiedad de una vecina de Valverde del Camino.


Seguidamente se exponían tres dolorosas a tamaño natural. Es el caso de la Virgen del Dulce Nombre, de la Hermandad del Cristo de la Humildad de Mairena del Alcor. Fue realizada por Sebastián Santos en 1940, aunque las manos no son las originales, sino que son de Antonio Gavira Alba.




La siguiente es la Virgen de los Dolores, de la Hermandad Servita de los Dolores de Almonaster la Real. Fue tallada en 1936.




Y la tercera dolorosa es la Virgen de los Dolores, de la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Ronda, aunque la imagen, tallada en 1957, es propiedad del Obispado de Málaga.




En el centro de esta sala se mostraba la peana con forma de nube con ángeles de la Hermandad de Nuestra Señora de la Asunción de Cantillana. Es de madera policromada y fue realizada en 1971.





Veíamos después un busto en barro cocido en el que Sebastián Santos reprodujo el rostro de su hijo Francisco Santos Calero en 1975.


A su lado, se encontraba el boceto del busto de Carmen la Cigarrera, realizado en escayola en 1973.


Y otro boceto también en escayola es el que hizo de Don Juan Tenorio en 1975 para el Ayuntamiento de Sevilla.


En 1957 el artista reprodujo en bronce el rostro de su hija Pilar Santos Calero, quien lo conserva actualmente en su casa.


Y en escayola policromada hizo en 1949 el rostro de su hijo Sebastián.


Y veíamos dos retratos más: el de Braulio Sierra Martín, realizado en barro cocido en 1967; y el de Fray Modesto, obra en bronce de 1956 propiedad de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.



Llegamos al final de esta sala viendo dos piezas que muestran la relación de amistad que mantuvieron Sebastián Santos Rojas y el pintor Alfonso Grosso Sánchez, quienes se intercambiaron unos regalos que hoy pertenecen a la colección del anticuario Antonio Plata Montero. Así, vemos la pintura titulada "Profesión de una novicia", óleo sobre lienzo de 1975 que Grosso regaló a Santos, mientras que éste le correspondió con una talla de la Inmaculada Concepción de madera policromada de los años cincuenta.



Llegamos a la última sala de la exposición, comenzando con una pequeña imagen de la Divina Pastora de madera policromada, realizada en 1955 y perteneciente a una particular de Valverde del Camino.


En 1946 Sebastián Santos hizo una reproducción de la Virgen de los Reyes en madera policromada para la Santa Escuela de Cristo de la Natividad.




A continuación se mostraba una imagen de Santiago Apóstol de barro policromado, realizada en 1927.


Seguimos con el boceto en madera policromada de una imagen de San Sebastián, obra de 1941 propiedad de un particular de Jerez de la Frontera.


También de un particular, éste de Sevilla, es una imagen de barro policromado de Santa Ángela de la Cruz (1950).


En Valverde del Camino se encuentra la siguiente obra de barro policromado, la Virgen María con el Niño, de 1947.


La hija de Sebastián Santos, Pilar Santos Calero, conserva en su casa de Huelva una imagen en terracota policromada de la Virgen de la Granada, de 1969.


Veíamos después el boceto de la Virgen de las Penas que hizo Sebastián Santos en 1951 para la Hermandad de Santa Marta, de barro policromado.


Y a su lado, otro boceto, en este caso de Nuestra Señora del Reposo, Patrona de Valverde del Camino. Es de terracota y fue realizada en 1939.


Veíamos igualmente un boceto de barro policromado de San Pedro, realizado en 1956 y propiedad de Pilar Santos Calero.


De los años treinta es una imagen de escayola policromada de San Joaquín y la Virgen Niña, perteneciente al Real Monasterio de San Clemente.



A continuación, se mostraban dos niños del misterio de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén, de la Hermandad de la Borriquita de Jerez. Son de madera policromada del año 1966.




Junto a ellos estaba una imagen del Sagrado Corazón de Jesús de madera policromada (1964), que se encuentra en una vivienda de Valverde del Camino.


En el mismo domicilio de Valverde está una talla del Niño Jesús de barro policromado (1960).


Y también de barro policromado es el boceto del Señor de la Sagrada Cena, del año 1955.



El recorrido de la exposición finalizaba en una recreación del taller de Sebastián Santos con una foto suya a tamaño natural y de diversas obras que forman parte de la muestra, así como la talla inconclusa que el artista no pudo terminar debido a su fallecimiento. Se trata de una Virgen María con el Niño en brazos que quedó en 1977 tal cual permanece en la actualidad.





Gran detalle de la Hermandad del Cerro el de homenajear de esta manera, con una exposición de muy rico contenido, a quien talló a la gran devoción del barrio del Cerro del Águila, la Virgen de los Dolores. Sebastián Santos, un genio incomprendido incluso por sus propios padres, pero cuyo nombre está escrito en mayúsculas en la historia y el patrimonio de numerosas hermandades y templos de Andalucía.

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