La Hermandad de las Aguas, que tiene como titular letífica a Nuestra Señora del Rosario, la que da nombre a la capilla en la que tiene su sede, se ha sumado este fin de semana a las Jornadas de Puertas Abiertas de las corporaciones de gloria. Así, la Virgen del Rosario ha estado expuesta a la veneración de manera extraordinaria bajando de su retablo para acercarse a los fieles y devotos.
Elevada sobre una sencilla peana de madera dorada, la Virgen fue ubicada delante del retablo, en el que se colocó la cruz de guía de la hermandad con un sudario, dos faroles y diez candeleros con cera blanca. Además, el banderín del Rosario estaba situado en el lado izquierdo.
La Virgen del Rosario, que llevaba una mantilla blanca sobre la cabeza como único elemento textil, lucía la corona y la ráfaga procesionales, mientras que el Niño Jesús llevaba unas potencias de plata y sujetaba el rosario de grandes cuentas en sus manos, además de un clavel blanco. Asimismo, en el cuello llevaba una medalla de la advocación mexicana de Guadalupe.
El blanco era el color del exorno floral, que se repartía entre la propia peana, en el banco del retablo y en dos jarras del paso de palio de la Virgen de Guadalupe colocadas sobre sendos pies de base cuadrada con decoración pictórica de tonalidad dorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario