San José Obrero salió a las calles de su barrio el pasado domingo, festividad de San Isidro Labrador. Ha sido, por tanto, una fecha más tardía de lo habitual, motivada por la celebración de la Feria de Abril. El santo patriarca, que el viernes y el sábado estuvo expuesto en solemne veneración (ver) y durante la tarde del sábado recibió la acostumbrada ofrenda floral, comenzó su salida a las siete de la tarde, con un cortejo formado por la cruz de guía, el banderín de la juventud, la bandera concepcionista, el libro de reglas, la representación con estandarte del Carmen de San Leandro, el propio estandarte corporativo de San José Obrero, la presidencia, donde también había representación de la Hermandad de la Trinidad y del Consejo de Cofradías, y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
El paso, adornado con claveles, rosas y nardos, salió pronto a la calle Samaniego. Es, como se sabe, el mismo paso en el que el Sábado de Pasión van el Señor de la Caridad y el Cirineo, aunque añadiendo la peana, dos jarras laterales y cambiando los faldones.
Antonio Santiago y su hijo se encargaron de comandar el paso, para el que la Agrupación Musical de Los Gitanos interpretó el Himno de España en el momento de la salida, seguido del Himno a San José Obrero para el primer giro delante de la puerta. La calle contaba con banderolas azules y blancas, los colores de la corporación, subrayando el carácter de día festivo del barrio y de la feligresía que en ese momento San José Obrero comenzaba a recorrer.
El hijo de Antonio Santiago hizo sonar el llamador y el paso se levantó, momento en que la agrupación interpretó la marcha "A los pies de Sor Ángela". Luego seguiría una chicotá a tambor antes de un clásico de las agrupaciones musicales, como es la composición "Cinco Llagas".
Hay que señalar que San José Obrero sujetaba con la mano derecha su habitual sierra, mientras que en la izquierda tenía la vara de azucenas de los Hermanos Delgado estrenada el año pasado durante los cultos que se realizaron en el interior del templo, al no poder salir a la calle por la pandemia. Ha sido ésta, por tanto, la primera vez que el santo ha procesionado con este nuevo elemento de su ajuar.
Siguiendo el invariable recorrido de cada año, el paso giró a su izquierda para tomar la calle Padre Isla, lo que hizo mientras la Agrupación de Los Gitanos tocaba otro clásico, "Virgen de la Hiniesta". Más adelante, sería el turno de "Padre Nuestro".
El paso se detuvo al final de la calle, prácticamente en la confluencia con Guanahani, a la que después giró con la marcha "Señor de San Román". En esta chicotá se vio que la sierra que lleva San José Obrero se movía, lo que un miembro de la hermandad le comunicó a los capataces.
Debido al movimiento de la sierra, y mientras se buscaba lo necesario para corregirlo, el paso se levantó a pulso 'aliviao' en Guanahani y tomó la calle Imaginero Luis Álvarez Duarte a los sones de "Costalero". Poco después, en el principio de la calle dedicada al recordado autor de la Virgen de los Dolores, antiguo vecino del barrio, dos hermanos se subieron al paso y consiguieron fijar la sierra para que dejara de moverse, lo que permitió recuperar las levantás al cielo.
A continuación, San José Obrero, tras unos minutos parado por el arreglo mencionado, continuó su camino, ahora a los sones de la marcha "Pasan Los Gitanos".
Con "La Oración en el Huerto", el paso tomó a continuación la calle Nicasio Gallego. Después sonaría "Virgen de las Angustias" cuando San José Obrero giró a Iriarte, pasando de nuevo junto a la parroquia. Allí, ante la fachada donde se encuentra la puerta que da al patio del templo, se despidió la representación de la Hermandad del Carmen de San Leandro, a la que luego se dedicaría la siguiente levantá.
Seguidamente, la Agrupación de Los Gitanos encadenó dos marchas, "Alma de Dios" y "Creo en Jesús", con las que el paso de San José Obrero llegó nuevamente a Samaniego y después tomó Antonio Filpo Rojas, en presencia del capataz y pregonero de las Glorias 2022, Manuel Vizcaya. Más adelante, en dicha calle avanzaría el paso a los sones de "Cristo de los Gitanos".
Completada la calle Antonio Filpo Rojas, San José Obrero giró entonces a su derecha mientras sonaba "Resucitó" para recorrer parcialmente la calle San Juan Bosco, cruzando luego Arroyo para seguir por la misma calle, pero ahora al otro lado de la feligresía.
Cuando cayó la noche, la Hermandad de San José Obrero vivió grandes momentos al otro lado de Arroyo, con sevillanas y petaladas antes de regresar, otra vez por Iriarte y Samaniego, a su casa, en la que entró en torno a las once de la noche.
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