En 2020 el Inmaculado Corazón de María, de la Hermandad de la Misión, se quedó sin salir en junio por la pandemia. En 2021, al no poder salir también por culpa del virus, la corporación retrasó la salida hasta el 30 de octubre al intuir que para entonces las limitaciones al culto externo habrían desaparecido. Acertó en esto último, pero no contaba con que la lluvia sería la que finalmente impidiera el plan B.
Así las cosas, por fin este sábado las calles del barrio de Heliópolis volvían a ser recorridas por el Corazón de María y de nuevo en su fecha habitual, tres años después de su última salida procesional. Todo comenzó a las nueve de la noche para sortear el calor de la tarde. La misma cruz de guía que cada Viernes de Dolores antecede al cortejo de nazarenos de azul y blanco encabezaba el cortejo de la versión letífica de la hermandad de la Parroquia de San Antonio María Claret.
Y entre las parejas de hermanos que conformaban el cortejo pudimos ver la bandera de la archicofradía, el estandarte primitivo y el actual estandarte corporativo. Finalmente, iban el libro de reglas, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Desde el presbiterio del templo, el paso recorrió al completo la nave hasta la puerta, en cuyo lateral derecho esperaba la Banda de Música del Maestro Tejera, encargada de acompañar al Inmaculado Corazón de María, talla realizada por Rafael Barbero Medina en 1960.
Antonio Santiago comandaba el paso, cuyos costaleros tuvieron que agacharse bajo las trabajaderas para que el nimbo pudiera sortear el dintel. Cuando lo hizo, la banda tocó el Himno de España y luego el paso se detuvo. A continuación, Santiago quiso dedicar a su padre la primera levantá fuera de la parroquia y seguidamente el paso salió a la avenida Padre García Tejero a los sones de la marcha "Sagrado Corazón de María".
Para su segunda chicotá, la Banda de Tejera tocó tras el Inmaculado Corazón de María la composición "Virgen de las Aguas". Hay que destacar el exorno floral del paso, completamente de color blanco. Constaba de gladiolos en las esquinas, mientras que en el friso encima de los respiraderos, en el del sobrecanasto, en la peana, en las jarras de los costeros y en sendos centros ante la peana y tras ella se colocaron claveles, lisiantum y paniculata, así como algunas ramitas de romero entre todas estas flores.
Tras una parada aún en Padre García Tejero, el paso se levantó y rodeó la glorieta Alcalde Parias Merry, realizando para ello una doble revirá que sorprendentemente se hizo a tambor. Fue además una larga chicotá hasta que el Corazón de María se detuvo en la calle Teba, justo delante de la casa hermandad de la Misión, de cuya inauguración se cumplirán diez años el próximo mes de noviembre (ver).
Minutos después, siguió su camino por Teba a los sones de "Esperanza Macarena", marcha con la que salió a la calle Ensanche y se paró justo al completarse el giro en la confluencia entre ambas calles.
"Revirá" fue la siguiente marcha que la Banda de Tejera tocó tras el paso del Corazón de María en la calle Ensanche. Después, giró de nuevo a Padre García Tejero, recorriendo un breve tramo de esta calle hasta adentrarse en Nicaragua.
Aunque la marcha ya había terminado, el diputado de paso le indicó a Antonio Santiago que no tocara el llamador hasta que la banda no estuviera también en la calle y se quedase despejada la avenida. Esto dio lugar a una chicotá un tanto extraña para estar Santiago al frente del paso. Y es que cualquier observador habrá notado que al prolífico capataz le gusta detener los pasos justo cuando las marchas terminan para que no haya redoble de tambor tras ellas.
Tras levantarse el paso en la calle Nicaragua, la banda tocó la marcha "Domus Aurea", con la que giró a Tajo, y después tomó la calle Paraguay a los sones de "Dolores". En dicha calle, Antonio Santiago dedicó una levantá a una señora, madre de un amigo suyo ya fallecido. "Tengo aquí delante a una señora del barrio y de la hermandad; su hijo ya le está viendo la cara a la Virgen; era un gran amigo mío. Por su madre", dijo instantes antes de hacer sonar el llamador.
Poco después, el paso del Inmaculado Corazón de María realizaría una chicotá a los sones de "La Estrella Sublime" en su recorrido por las características calles del barrio de Heliópolis.
Más adelante, la Banda de Tejera interpretó "La Esperanza de Triana", composición con la que el paso giró a la calle Júcar, donde después, a la altura de la plaza llamada precisamente del Inmaculado Corazón de María, sonaría "Dulce Corazón de María", seguida posteriormente por "Valle de Sevilla" en la revirá a la calle Paraguay.
El recuperado itinerario por Heliópolis del Inmaculado Corazón de María finalizó cuando, tras recorrer un buen trecho de la calle Uruguay, el paso salió otra vez a Padre García Tejero y regresó a San Antonio María Claret, donde entró pasados unos minutos de las doce de la noche.
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