viernes, 2 de noviembre de 2018
BESAPIÉ AL CRISTO DE LA BUENA MUERTE DE JEREZ EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS
La Hermandad de la Buena Muerte de Jerez celebró la festividad de Todos los Santos con el besapié a su crucificado titular, que se encontraba expuesto a la veneración de los fieles en la Parroquia de Santiago, ante el altar que la corporación ocupa en la cabecera de la nave de la Epístola del histórico templo.
En la víspera de esta festividad hubo una vigilia con adoración a la cruz por los santos y difuntos, y una oración estilo taizé organizada por el grupo joven de esta hermandad de la Madrugá jerezana. Al día siguiente, en la jornada del jueves 1 se desarrolló el besapié al crucificado que tallara Antonio Castillo Lastrucci, para lo que fue situado tumbado, con los brazos de la cruz sujetos por una estructura cubierta de tela de color rojo.
Junto al Cristo veíamos cuatro altos blandones dorados con cirios de color tiniebla y dos jarras del paso de palio de la Virgen del Dulce Nombre sobre sendas columnas de madera dorada. Las jarras contenían diversas flores de tonalidades roja y morada. Bajo los brazos del Cristo había una hilera de velas votivas, mientras que en la base de la cruz se colocó un cíngulo.
Detrás del Cristo de la Buena Muerte, el altar de la hermandad estaba ocupado únicamente por la dolorosa vestida de luto y San Juan Evangelista entre seis candeleros con cerca blanca, dos guardabrisas y otras dos pequeñas jarras del palio.
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