La imagen de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos se encuentra expuesta durante este fin de semana en besamanos dentro de los cultos anuales en su honor que culminarán con la salida procesional del próximo domingo 11 de noviembre.
Este año viste para el besamanos el manto de terciopelo verde bordado en oro y sedas por las Hermanas de la Caridad de Cádiz en 1952 según el diseño de Juan Pérez Calvo. Asimismo, luce los elementos de orfebrería dorada que habitualmente lleva en sus salidas procesionales. La imagen que tallara Roque Balduque en 1554 está elevada sobre una peana de madera dorada y flanqueada por dos candelabros de plata con cinco largas velas blancas colocados sobre sendos pies de terciopelo rojo y base cuadrada. Asimismo, en el suelo hay dos jarras plateadas con claveles blancos, que son las flores que adornan el altar del besamanos en distintos puntos de éste.
Un poco más adelantados están los santos que acompañan a la Virgen tanto en su paso como en el baldaquino desde el que preside todo el año la Parroquia de Omnium Sanctorum. La posición de este conjunto de seis santos es el de contemplación de la Reina de Todos los Santos.
Detrás de la Virgen hay cuatro llamativos candelabros dorados y al fondo, además de un buen número de candeleros con cera blanca vemos el Simpecado de la hermandad bajo el baldaquino. Se completa el altar del besamanos montado en el presbiterio del templo con la presencia delante de todo el conjunto de cuatro blandones dorados, dos jarras con claveles, el estandarte corporativo en el lado izquierdo y la bandera concepcionista en el derecho.
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