El pasado domingo se celebró en la Parroquia de San Isidro Labrador la solemne función principal en honor a María Santísima del Amor, de la Hermandad de Pino Montano, que posteriormente permaneció expuesta en besamanos durante la tarde.
Pino Montano y la Macarena son dos hermandades con una estrecha relación de hermanamiento; una cercanía que quedó una vez más puesta de manifiesto al vestir la dolorosa del Viernes de Dolores un manto perteneciente a la Virgen del Santo Rosario de la Macarena, bordado en oro sobre terciopelo rojo por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1914.
Sobre el manto, la Virgen del Amor tenía su toca procesional, mientras que la saya era blanca de tisú bordada en oro. En la cabeza tenía su corona de salida y en la cintura, además de una cotilla, tenía un fajín rojo. En cuanto al pecherín, podíamos ver un puñal, un par de broches, uno de ellos con su advocación, y la Medalla de la Ciudad concedida este mismo año por el Ayuntamiento de Sevilla.
Por otro lado, la dolorosa, que estaba elevada sobre una fina peana de plata, sujetaba un rosario de cuentas rojas con la mano izquierda y ofrecía la derecha, en la que tenía un colgante con una cruz, a los devotos para que la besaran.
Dos jarras del paso de palio estaban junto a la Virgen, situadas sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo rojo con galones dorados. Las jarras contenían diferentes especies florales de tonalidad rosa.
Al fondo, entre cortinajes rojos se alzaba el pabellón de la Hermandad del Buen Fin presidido, en ausencia de la dolorosa, por un trono colocado encima de la peana procesional y flanqueado por dos ángeles mancebos sujetando faroles.
Delante podíamos ver numerosos candeleros con cera blanca, bandejas de plata, guardabrisas y algunas jarras y centros con las mismas flores mencionadas. Y en los laterales se dispusieron entre blandones dorados unos pequeños doseles con candeleros y faroles de dimensiones reducidas. Finalmente, en el lado izquierdo se ubicó el estandarte corporativo.
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