miércoles, 18 de octubre de 2023

SIEMPRE IMPERARÁS, MADRE DE PIEDAD


Nuestra Madre y Señora de la Piedad, de la Hermandad de la Vera-Cruz de Albaida del Aljarafe, será coronada canónicamente el próximo 4 de mayo de 2024. Por este motivo, la corporación tiene abierta estos días una exposición conmemorativa en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, en la calle Sierpes, titulada "Siempre imperarás, Madre de Piedad".
Se trata de una amplia muestra repartida entre el patio y las dos salas expositivas y en la que podemos conocer el rico patrimonio artístico de una devoción que sale en procesión cada año en dos ocasiones: en la mañana del Viernes Santo y en la festividad de la Santa Cruz en septiembre.
Son, por tanto, dos las salidas y dos los pasos procesionales de la Virgen de la Piedad. El de la salida letífica de septiembre lo encontramos en el patio de acceso al Mercantil. Se trata de una obra de orfebrería realizada en 1951 por Manuel Seco Velasco, ampliado por los Hermanos Delgado en 1996, quienes también lo restauraron ese año y algunas partes en 2011, como también hizo Orfebrería San Juan con las esquinas de los respiraderos en 2021. Los candelabros son de los Hermanos Delgado (2005) y los ángeles que portan faroles son de Manuel de los Ríos (1977), siguiendo un diseño de Rafael Barbero. Para estos ángeles los Hermanos Delgado hicieron en 2017 los basamentos. Finalmente, vemos un relicario de Jesús Domínguez (1978) con una piedra del hogar de la Virgen y San José en Nazaret y otra del huerto de Getsemaní.









Son varios los paneles con información adicional que hay repartidos por toda la exposición. En el patio, junto al paso que acabamos de ver, encontramos el primero, que incide en el motivo de esta muestra:

"La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo. Así lo definió el dogma proclamado por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950, festividad de Todos los Santos. Su coronación en la gloria como Reina y Señora de todo lo creado es el trasunto divino de las coronaciones canónicas de su imagen en la tierra.
El 4 de mayo de 2024 la Virgen de la Piedad será coronada en Albaida del Aljarafe por monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo metropolitano de Sevilla, con una hermosa presea donada por sus hijos y devotos, obra de los Hermanos Delgado.
También en la gloria celestial la Trinidad Santa, Padre, Hijo y Espíritu Santo, la coronará entre ángeles y arcángeles, asistiendo al acontecimiento todos los cruceros que un día se fueron, que tanto la quisieron y que tanto nos enseñaron a quererla. La Virgen de la Piedad nos devolverá con su mirada el recuerdo de todos ellos".

Seguimos en el patio con el manto procesional de la festividad de la Santa Cruz, diseñado por Juan Bautista Gimeno y Antonia Riutort de Gimeno. Fue estrenado en 1925 tras ser bordado por María Pepa Delgado García, Lola Rodríguez Gutiérrez y Eduarda Rodríguez López.






A su lado están una toca de sobremanto bordada en oro sobre malla del mismo metal y la saya de la Festividad, bordada en oro sobre damasco de raso beige, diseñada por José Delgado López y bordada en 2014 por Piedad López Castilla y Genoveva Rodríguez Sánchez.





Y terminamos el repaso de lo expuesto en el patio con una vitrina en la que vemos un juego de peine y cepillos de plata de ley (2005), un cetro de plata de ley sobredorada de Orfebrería San Juan (2014), una tiara isabelina de latón dorado y cristal de roca del siglo XIX, una media luna de plata de ley de Orfebrería San Juan (2023) y un ramo de flores bordadas en oro fino y seda de Jesús Muñoz López (2020).





Pasamos ya a la primera sala de la exposición, donde nos recibe un panel titulado "La piedad popular":

"Invocada por sus hijos desde la aurora hasta el ocaso como Sol Refulgente, Aurora Boreal y Estrella de la Mañana, aclamada como Emperatriz de los Cielos y como Madre Bendita de los cruceros, vitoreada como guapa y preciosa, rosa temprana del mes de abril, su santo nombre Piedad es el distintivo de los cruceros de Albaida y su imagen nos acompaña desde la cuna en cuadros, estampas, fotografías, exvotos, carteles, medallas, convocatorias, relicarios, azulejos y otros objetos de devoción popular que forman parte de nuestra vida cotidiana, donde ella es siempre madre, baluarte y soberana".

Y como ejemplo de todo ello, nos encontramos un sinfín de enseres devocionales donde Nuestra Madre y Señora de la Piedad de Albaida es la absoluta protagonista.













Se muestra también el cartel de la propia exposición, la pintura original de Sergio Cruz, que reproduce la trasera del paso de gloria de la Virgen de la Piedad en una técnica a medio camino entre el realismo preciosista y la mirada ensoñadora.


Siguiendo el orden de la exposición, encontramos ahora la bandera concepcionista, bordada en oro sobre raso celeste por Genoveva Rodríguez Sánchez, según el diseño de Diego García Ortiz (1988).


Y junto a la bandera, otro panel justifica la existencia de esta insignia en el cortejo de la hermandad:

"Su Santidad el Papa Pío IX, de feliz memoria, definió el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen el día 8 de diciembre de 1854, declarando así que María había sido exenta de pecado original desde el primer instante de su ser natural. Adelantándose doscientos años a Roma, el 2 de junio de 1653, ya nuestra hermandad se obligaba bajo voto a la defensa de esta creencia, trasladándose para ello nuestra Santísima Virgen al templo parroquial, donde 'díjose la misa de la Concepción Purísima de Nuestra Señora y después de vísperas se volvió su imagen al hospital'.
Han sido varias las veces, a lo largo de la historia de nuestra corporación, en las que la Virgen de la Piedad se ha vestido de Inmaculada con algunas de las prendas de su ajuar que aquí se exponen. Otras obras de bordado, orfebrería y pintura nos hablan de la larga tradición inmaculista de nuestra hermandad".

Pasamos ahora a ver las llamadas sayas blancas; una antigua de moaré color crema bordada en oro por la hermana "Dolorcita la de Venancio", como figura en el inventario de 1858, y su réplica, realizada en micado blanco por Genoveva Rodríguez Sánchez en 2021. La réplica se expone junto a un manto de vistas de raso celeste bordado en oro, obra de Piedad Muñoz Rodríguez, diseñada por Diego García Ortiz (1992).



Al patrimonio de la hermandad pertenece una pintura de caballete sobre lienzo pintado al óleo de la Inmaculada Concepción, realizada por un autor desconocido de la escuela sevillana.


Y ante la pintura se exponen una media luna y un cetro del siglo XIX, y un aro de estrellas para la vestimenta de hebrea de la Virgen de la Piedad realizado en 1975 por Manuel de los Ríos, quien utilizó para ello algunas de las estrellas de plata de una corona de Fernando Marmolejo de 1960.


Al lado encontramos la bandera cruzada de la Virgen, de seda verde sobre fondo blanco, confeccionada en 1993 por Genoveva Rodríguez Sánchez.



Nos paramos ahora en otro de los paneles de la exposición, éste titulado "La Presentación de la Virgen":

"Desde el siglo VI, la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de la Presentación de la Virgen y de su Consagración al Templo. La piedad popular nos cuenta que sus padres, Joaquín y Ana, la llevaron siendo una niña al templo de Jerusalén para consagrarla a Dios. Lejos de asustarse, María Niña subió sola y presurosa las escaleras, dando así muestra de su piedad desde muy temprana edad.
También nuestra hermandad se une a la celebración de esta fiesta cada 21 de noviembre con solemne función religiosa y festejando el santo de todas las cruceras que llevan su bendito nombre. Ecos de esta hermosa tradición son las representaciones de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña que se exponen, así como diferentes piezas de bordado y orfebrería relacionadas con la onomástica de la Virgen de la Piedad".

Seguimos ahora con una saya de terciopelo verde bordada en oro en 1974 por el taller de bordados de la hermandad, siguiendo el dibujo de Francisco Morillo Esteban.


Relacionado con la fiesta de la Presentación de la Virgen tenemos una talla de San Joaquín de finales del siglo XVII y autoría anónima. Y justo encima, una pintura al óleo sobre lienzo de San Joaquín con la Virgen Niña de autor desconocido.



A continuación, se expone un manto de camarín de terciopelo verde de Lyon, bordado en oro por Juana María Ibáñez Rodríguez, con diseño de Juan Manuel Castilla Gallego (1995).


El siguiente panel explicativo es el llamado "La Anunciación".

"Es costumbre que el lunes después de la Festividad se rece en la capilla un rosario cantado de acción de gracias. Resuenan en nuestra memoria los ecos de la antigua copla del primer misterio gozoso, la Encarnación del Verbo Eterno en las purísimas entrañas de María, que dice así: 'Enviado por Dios desde el cielo desciende a la Virgen el ángel Gabriel a anunciarle que madre sería del Dios de sus padres, del Dios de Israel. Y al ella acceder, en sus puras y augustas entrañas el verbo del Padre vistió humano ser'.
La escena de la Anunciación, labrada en plata por los Hermanos Delgado para el paso de palio de Nuestra Señora, los ángeles y arcángeles, mensajeros entre Dios y los hombres, una reliquia de la Casa de la Virgen, traída a nuestra capilla desde Nazaret, y varias prendas del ajuar de la Virgen, como sus tocas más antiguas, nos evocan el precioso milagro de la Encarnación del Hijo de Dios en una humilde doncella hebrea".

Precisamente, vemos en esta zona de la exposición parte de los respiraderos del paso de palio; en este caso, los laterales. Fueron labrados en plata de ley por los Hermanos Delgado en 2003. En cuanto a los faldones, están bordados en oro y sedas por el taller de la hermandad, dirigido por Jesús Muñoz López (2012).










Sobre uno de los paños de los respiraderos se encuentra la llamada saya de las espigas, bordada en oro sobre brocado dorado por Enrique Carrascal y Jesús Muñoz López (2008). El cíngulo es de Muñoz López (2010).


Y sobre el otro paño de los respiraderos vemos una saya de tisú de 1917, bordada por Pascuala Delgado y Francisca Muñoz, con dibujo de Juan Bautista Gimeno y Antonia Riutort. En 1957 fue pasada a terciopelo blanco en el Convento de Santa Isabel de Sevilla, y en 1991 fue restaurada y pasada a tisú de plata por Genoveva Rodríguez Sánchez. Se acompaña de un cíngulo bordado en oro sobre malla en 2009 por Genoveva Rodríguez, siguiendo el dibujo de Joaquín López González, del taller de Santa Bárbara.


Y entre una saya y otra encontramos el manto llamado de los ángeles, una prenda de raso verde con aplicaciones de damasco en tonos beige y aplicaciones de sedas de colores. Lo realizó en 2013 Genoveva Rodríguez Sánchez, siguiendo el diseño de Manuel Jesús Franco.




Nos detenemos ahora en una toca de tul bordada en oro fino por María Pepa Delgado, María Luisa Muñoz y Lolita Rodríguez en 1924.


Y a su lado hay unas enaguas blancas con cintas verdes colocadas en el pecho, en la cintura y en la zona inferior de la falda.


Muy curioso es el pequeño armario ropero del Divino Infante, que forma parte del patrimonio de la hermandad desde los años cuarenta del siglo pasado. Y junto a él hay una túnica de nazareno que en ocasiones se le pone a la imagen, como se ve en una fotografía.




Vemos otra toca de tul, ésta realizada en 2014 por Genoveva Rodríguez Sánchez. Es de tul blanco bordado en oro.


Ahora nos encontramos con una imagen de la Inmaculada Concepción atribuida a Cristóbal Ramos, cuyas manos son de Francisco Morillo (1973). Es conocida como 'La Portalita' porque se usa en el belén que se instala en Navidad. A su lado hay una imagen de San José de finales del siglo XVIII o principios del XIX, a la que Francisco Morillo hizo en 1979 la túnica de tela encolada y estofada, mientras que su mano derecha y el Niño Jesús son de Manuel Hernández León, también de 1979.




Precisamente, vemos ahora un panel explicativo llamado "La Natividad":

"La fiesta de la Navidad fue decretada por el Papa Liberio en el año 354 para conmemorar el día en el que la Virgen dio a luz a su hijo primogénito. Tres son los momentos que marcan el ciclo de Navidad en nuestra capilla: la misa de Santa Lucía el 13 de diciembre, cuya imagen y reliquia gozan de honda devoción en la comarca, función religiosa de la que se tiene constancia desde 1637; la misa del Niño, que se celebra durante la octava de Navidad en recuerdo de la Misa del Gallo instituida por Doña María Melgarejo, que se celebraba desde el siglo XVI la noche de Navidad; y por último, el montaje del portal de Belén, conjunto costumbrista y de marcado sabor popular en el que destaca la bella imagen de la Virgen, 'La Portalita', obra de Cristóbal Ramos. El Niño Dios nacido, el Niño de la Virgen para los cruceros, soberbia talla de finales del siglo XVI, goza en la capilla de gran cariño y devoción, y muestra de ello son las numerosas piezas de su ropero y ajuar que aquí se muestran".

Continuamos observando otra toca de tul, ésta bordada en 1951 en el Convento de Santa Isabel de Sevilla.


Y al lado está la toca de encaje francés que fue adquirida por la hermandad en 1960.


Muy curioso es lo que se nos cuenta en el siguiente panel, que habla del exorno floral de la capilla:

"Del aroma de los nardos tiene mi Virgen el pelo. De rosas son los encajes y de jazmín el pañuelo.
Si preguntas a un crucero a qué huele la capilla, te responderá de forma certera que a nardos, a rosas y a jazmín. Estas fragancias están relacionadas de manera sinestésica con el olor que desprende la Virgen de la Piedad, para la que, al caer la tarde, se recogen los jazmines que crecen en el patio de la capilla, junto a otras flores perfumadas como alhelíes, claveles, gladiolos, violetas, azucenas y palmiras, flores que son cultivadas con mimo durante todo el año para ofrendarlas en su altar".

Vemos ahora un manto rosa bordado en seda natural por Reyes Ortega, diseñado por Diego García Ortiz (1988), una saya del mismo color del taller de bordados de la hermandad con diseño de Francisco Morillo (1973) y con canasto central y lazos de giraspe de Lolina, sobrina de Esperanza Elena Caro, y un cíngulo bordado en oro por Piedad Muñoz (1976).


Nos dirigimos al centro de la sala para contemplar en primer lugar una fotografía enmarcada de la Virgen de la Piedad.


Y debajo hay una alargada vitrina donde se muestran dos fajines de registros; uno de Genoveva Rodríguez Sánchez (2020) y el otro de Ignacio Blanco Peralta (2012).


A su lado hay un total de catorce túnicas del Divino Infante de diversos colores y tejidos.



Finalmente, al Divino Infante pertenecen también varias piezas, como zapatos, potencias, una diadema y algunos rosarios y medallas.


Sobre la vitrina vemos la reproducción de la pintura "La Santera", de Manuel González Santos, que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El Niño Jesús que aparece en el cuadro se identifica con el de la Virgen de la Piedad.


Vemos ahora una silla de madera, una prenda más del Divino Infante y una demanda, elementos que reproducen los que aparecen en la pintura mencionada.


Casi al final de esta sala se muestra un cartel de cultos de la Festividad de la Santa Cruz de 1976.


Y terminamos esta primera sala con un panel titulado "La música":

"La música que suena también forma parte de nuestro patrimonio. En un reciente estudio académico, realizado por nuestro hermano Manuel Jesús Ramos Rodríguez para la Universidad Internacional de Andalucía, la Universidad de Granada y la Universidad de Oviedo, se ha recopilado, archivado y musicalizado gran parte del patrimonio musical de la hermandad que era de tradición oral.
Este rico patrimonio está conformado por las coplas del quinario y del triduo, numerosas plegarias, cantos religiosos, marchas procesionales, pasodobles, rumbas, colombinas, fandangos, y más de cien sevillanas, fruto de una arraigada tradición musical existente en Albaida.
Nuestra hermandad cuenta además con agrupación musical propia, coral polifónica y el clasicismo de la Banda de Música del Maestro Tejera, que acompaña a Nuestra Señora en sus salidas procesionales desde hace más de cuarenta años".

Entramos en la segunda sala y nos llama la atención nada más acceder la presencia del conjunto de caídas, techo y varales del paso de palio de la Virgen de la Piedad. Los bordados fueron diseñados por Francisco Morillo Esteban y realizados por hermanas de la corporación entre 1976 y 1978. La gloria central es una pieza tallada en 1976 por Rafael Barbero con un marco de orfebrería de Jesús Domínguez. En cuanto a los varales, son de 1946, obra de Eduardo Seco Imberg; se platearon en 1966, y posteriormente, en 1993 y 2015, fueron remodelados por los Hermanos Delgado.













Sobre el palio de la Virgen de la Piedad encontramos un texto que, bajo el nombre de "Casa de oro", nos explica lo siguiente:

"Éste que contemplas es el palio actual de Nuestra Madre y Señora de la Piedad, con el que procesiona la mañana del Viernes Santo. Tenemos constancia de la existencia de otros palios anteriores utilizados tanto para la Semana Santa como para la Festividad: un palio verde para la Festividad (1722), un palio celeste para la Festividad (1869), un palio negro de damasco para la cofradía (1730) y un palio de tafetán negro para la cofradía (1858).
Del primero que tenemos registro fotográfico es del palio de terciopelo negro estrenado el Viernes Santo de 1910, obra de Juan Bautista Gimeno y Antonia Riutort de Gimeno. Sólo treinta y cuatro años serían los que procesionaría por las calles de Albaida del Aljarafe, ya que, tras la Semana Santa de 1946, fue vendido a la Hermandad de los Dolores de Sierra de Yeguas (Málaga), donde aún procesiona.
El Viernes Santo de 1946 la Virgen estrenó un nuevo palio de terciopelo verde, bordado en oro fino en el Convento de Santa Isabel de Sevilla, siendo usado hasta 1975 y vendido a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza de Cádiz, donde aún hoy procesiona".

Dentro del patrimonio que se expone nos paramos ahora en un crucificado del siglo XVI que se ubica en la sacristía de la parroquia y que actualmente procesiona como cruz alzada el Viernes Santo. Las cantoneras, el resplandor y el INRI son de los Hermanos Delgado (2006). Detrás del crucificado vemos una pintura de la escena del Prendimiento, una obra de mediados del siglo XVIII de estilo barroco sevillano.


En otro panel se nos cuenta lo que era en la hermandad el Pregón del Jueves Santo:

"En la noche del Jueves al Viernes Santo se cantaba en la capilla el Pregón del Jueves Santo o Sentencia de Pilatos. La pieza era cantada por un hermano de la hermandad, oculto bajo el paso del Señor de la Vera-Cruz. El texto, transmitido de generación en generación, decía así:
Manda el presidente Poncio Pilatos, regente de Jerusalén por el Imperio Romano, que Jesús, llamado por la plebe de Nazaret, galileo de nación, sea condenado a muerte por hombre sedicioso, contrario a la ley del Senado y del gran emperador Tiberio César. Porque juntando y congregando cada día en la ciudad muchas gentes pobres y ricas, no cesa de remover tumultos en Judea, queriendo hacerse Hijo de Dios y Rey de Israel, y amenazando cada día con la destrucción de esta insignia, ciudad y templo, negándole el tributo al César. Por tanto, se ordena que su muerte sea fijándolo con clavos en una cruz a usanza de reo, porque tuvo atrevimiento de entrar con ramos y triunfos, con gran parte de la plebe, en Jerusalén y en su santo templo.
Manda el centurión Quinto Cornelio que, con sus propias vestiduras, lo lleven a la vergüenza por todas las calles de la ciudad, para que sirva de escarmiento a los malhechores y quede su cuerpo colgado entre dos ladrones, para que así pague con su muerte su delito y satisfaga las ofensas cometidas contra nuestros sacerdotes y Senado. Quien tal hizo, que tal pague.
Tras el Pregón de la Sentencia se interpretaba el de la Voz del Ángel, un bello canto de alabanza y desagravio a Nuestro Señor, interpretado por una hermana de la hermandad, oculta bajo el paso de palio de la Virgen de la Piedad. Esta práctica del sermón y la sentencia perduró hasta los años cincuenta del siglo XX".

Observamos a continuación el conjunto negro del quinario, formado por un manto y una saya de terciopelo negro bordado en oro por Pascuala Delgado en 1910, con diseño de Juan Bautista Gimeno.


Si en la primera sala veíamos los respiraderos laterales del paso de palio, ahora vemos el frontal, realizado en 2003 por los Hermanos Delgado en plata de ley. Igualmente, vemos el faldón frontal, diseñado por los orfebres y bordado por el taller de la hermandad en 2009. Encima está la peana procesional, realizada también en plata por los Hermanos Delgado en 1995, mientras que los ángeles son de Jesús Domínguez (1979), con diseño de Francisco Buiza. Vemos además arriba, en los laterales, las escenas VII, XII, XIII y XIV del Vía Crucis, labradas en Casa Angulo (Lucena) en 1972 y restauradas en 1998 por los Hermanos Delgado.










Continuamos el repaso a la exposición con el antiguo conjunto negro formado por un manto de terciopelo y saya a juego. Ambas prendas aparecen en los inventarios de la hermandad de los años 1858 y 1869, respectivamente. En cuanto al cíngulo, es de malla bordada en oro de la década de los años cuarenta del siglo pasado. Debajo del conjunto hay una foto antigua de la Virgen con estas prendas.



Al lado está la saya del Viernes Santo, bordada en oro sobre terciopelo negro en 1981 por el taller de la hermandad, siguiendo un dibujo de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El cíngulo, bordado también en oro, es obra de Lolina, sobrina de Esperanza Elena Caro (1973).


Llegamos a una vitrina donde se exponen un puñal de plata sobredorada (Manuel Seco Velasco, 1966), un puñal de oro de ley (Hermanos Delgado, 1998), un puñal de plata del siglo XIX, dos pañuelos y dos puños de encaje.






"La Madre piadosa al pie de la cruz" es el título del siguiente panel explicativo:

"María fue testigo de la cruenta pasión y muerte de su Hijo, quedando constituida en el Gólgota como Madre de toda la humanidad. Su dolor fue inmenso, pero también corredentor. La celebración del piadoso quinario, para el que se compone en nuestra capilla un Calvario de gran clasicismo, y la cofradía a la amanecida del Viernes Santo, bajo palio, son las dos únicas veces en el año en las que contemplamos a Nuestra Señora vestida de negro, de inmenso luto, con mantos y sayas antiguas, encajes de Holanda, puñales y pañuelos prendidos en su mano.
Todo lo que la rodea, tanto para el quinario como para el Viernes Santo, perpetúa una tradición de siglos, una tradición piadosa, la del luto de la madre por la muerte del hijo. Es la Virgen de la Piedad al pie de la cruz, cuando el oro resplandece sobre el negro sin tiempo de su manto de cofradía, la joya más preciada y la más preciosa de cuantas componen esta muestra, bordado en 1914 por hermanas cruceras".

Y eso mismo, el manto del Viernes Santo, es lo que contemplamos a continuación; una obra diseñada por Juan Bautista Gimeno y Antonia Riutort de Gimeno, y bordada en 1914 por Pascuala Delgado, María Pepa Delgado, Joaquina Delgado, Maravilla Gelo y Francisca Muñoz.






Al lado se muestra una toca de sobremanto de 1980, bordada en oro sobre malla por Sofía, del taller de Elena Caro, y diseñada por Francisco Morillo Esteban.


En una vitrina encontramos un candelabro de siete brazos del siglo XIX, junto a ocho pañuelos de encaje.




A continuación, podemos ver el simpecado de la Santa Cruz, bordado en oro sobre terciopelo verde por las hermanas de la cofradía en 1983, y con un asta cincelada y plateada del taller de Viuda de Villarreal.


Otra vitrina se nos ofrece ahora, en la que vemos un juego de ajuar eucarístico compuesto de cáliz, copón, vinajeras y palias. El cáliz es de plata sobredorada, obra de Blas Amat (1758), mientras que el copón y las vinajeras son de los Hermanos Delgado (2010). Al lado, vemos un relicario de San Manuel González, labrado por Orfebrería San Juan (2021), y una toalla de mano o manutergium de la ordenación sacerdotal de Fernando Díaz de Gelo (1903).




Gracias a otro panel conocemos algunos datos sobre quienes acabamos de mencionar:

"Nuestro hermano Fernando Díaz de Gelo (Albaida del Aljarafe, 1878 - Palencia, 1841) fue canónigo de la Catedral de Palencia y secretario personal, confesor y amigo fiel de San Manuel González García, el 'Obispo de los Sagrarios Abandonados', al que acompañó a lo largo de su vida.
Fernando fue un ferviente devoto del Señor de la Vera-Cruz y de la Virgen de la Piedad, y un gran benefactor de nuestra hermandad, a la que donó un rico patrimonio material y espiritual que aún hoy conservamos.
En la sacristía de nuestra capilla se conserva la toalla de mano o manutergium de su ordenación sacerdotal, en la que aparece representada la Santa Cruz. Los restos de Fernando descansan en Albaida y los de San Manuel González en Palencia. Contemplamos juntas la toalla de mano de Fernando y la reliquia de San Manuel, perpetuando así la profunda amistad y admiración que ambos se profesaron".

Vemos ahora un manto rojo de 1974, diseñado por Francisco Morillo y bordado en el taller de la hermandad, junto a una saya de Agustina Gómez (1970) que en su origen era blanca de tisú de plata, pero que en 1976 fue pasada a terciopelo rojo por las bordadoras de la hermandad.


Seguimos con una obra pictórica de la Alegoría de la Eucaristía, pintada al óleo sobre lienzo por un autor desconocido y fechada en 1720. Y delante de la pintura está el Lignum Crucis que la hermandad recibió el 5 de mayo de 2019, cuyo relicario es de Orfebrería San Juan (2020), mientras que el paño está bordado en oro sobre lamé de seda natural verde, confeccionado por Jesús Muñoz López (2021).




A su lado, hay una saya de otomán dorado bordado en oro, diseñada por Diego García Ortiz y realizada por la familia Rodríguez Sánchez en 2008. Para su creación se utilizaron algunas piezas de los broches de los antiguos faldones del paso de palio. Con la saya hay un manto blanco bordado por Jesús Muñoz López confeccionado en 2009 con piezas de un antiguo palio sacramental y de una capa pluvial del siglo XIX, adquiridos en un anticuario.


El último de los paneles explicativos incluidos en la exposición es el que recibe por título "El árbol florido de la cruz":

"La vida de Jesús no terminó de forma ignominiosa en la cruz, resucitó glorioso venciendo a la muerte y se quedó entre nosotros presente en la Eucaristía. El Santo Madero se volvió fuente de vida, árbol fidelísimo que florece en nuestra capilla cada primavera.
El culto a Nuestra Madre y Señora de la Piedad estuvo siempre ligado al de la Santa Cruz, tanto en la fiesta de su Invención el 3 de mayo como en la de su Exaltación el 14 de septiembre. Sabemos desde la primera noticia escrita sobre la existencia y culto de Nuestra Señora, en un Memorial de Fiestas de 1637, que procesionaba acompañando a la Santa Cruz el día 3 de mayo, fiesta principal de la hermandad.
La Santa Cruz, cuya hechura en madera tallada y dorada es la insignia más antigua que poseemos, data de principios del siglo XVI y tiene un papel destacado en las fiestas de mayo y en la Festividad de septiembre, cuyo simpecado abre el cortejo de la popular romería que se celebra la víspera de la procesión de gloria de Nuestra Señora.
El Augusto Sacramento del Altar recibe en nuestra capilla adoración y veneración en señaladas fechas, como el Corpus Christi y el domingo del quinario, donde, por privilegio concedido por el cardenal Almaraz y Santos en marzo de 1919, se expone solemnemente en el manifestador que aquí contemplamos, junto con otras interesantes piezas del ajuar eucarístico de la hermandad, como el lienzo de la Alegoría Sacramental o el rico cáliz de plata en estilo rocalla del siglo XVIII".

El manifestador mencionado es el siguiente elemento que vemos en la exposición. Fue estrenado en el quinario de 1993 y realizado con piezas retiradas del paso de la Festividad de 1951 tras su reforma de 1978, con estrellas de plata de la corona de Marmolejo de 1960 y con un nimbo de plata. La custodia fue labrada en plata en 2020 por Orfebrería San Juan y el tabor cincelado y plateado fue diseñado y realizado por los Hermanos Delgado en 2022. Además, vemos la peana de besamanos, también de los Hermanos Delgado (2019).




En dos vitrinas se muestra una selección de alhajas del joyero de la Virgen de la Piedad, tales como broches, pendientes, anillos y gargantillas realizados en materiales nobles como oro blanco, brillantes y esmeraldas.



Y en otra vitrina podemos observar varios rosarios, cinco mariquillas y una orquídea de plata de ley y piedra natural de berilo verde realizada por José María Carrasco Salas en 2008.





Nos paramos ahora en una vitrina con cuatro coronas, tres de la Virgen de la Piedad y una del Divino Infante. Por este orden, se puede ver la corona de rocallas, labrada en plata de ley sobredorada y mencionada ya en el inventario de 1730.


A su lado, la corona de Manuel Seco Velasco (1966), de plata de ley sobredorada. Es la que utiliza la Virgen en la procesión del Viernes Santo.


Del Niño es una corona imperial de plata sobredorada de estilo rocalla, obra de Orfebrería San Juan (2014).


Por último, vemos la corona de plata sobredorada y oro que lleva la Virgen en su procesión gloriosa de septiembre. La hizo Villarreal en 1983, aunque las estrellas de plata sobredorada son de los Hermanos Delgado (2000).


Continuamos con una vitrina en la que hay diversos encajes de punto de aguja y uno más de blonda de mantilla española.



Se muestra también una ráfaga de comienzos del siglo XX, a la que Orfebrería San Juan le añadió una cenefa con roleos y motivos florales y vegetales en la parte trasera del armazón, mientras que los Hermanos Delgado restauraron y doraron las cabezas de angelitos en 2023. Asimismo, vemos una media luna de plata de Hijos de Juan Fernández (1978).





Y llegamos al final de la exposición con un documento de 1903 que deja constancia de las obras de reedificación y ampliación de la capilla de la hermandad que se llevaron a cabo en aquella época.


La Hermandad de la Vera-Cruz de Albaida del Aljarafe ha llevado hasta Sevilla gran parte de su patrimonio, pero también la alegría por la próxima Coronación Canónica de su Virgen de la Piedad. Hasta el domingo aún se puede contemplar esta interesante exposición con la que, una vez más, se demuestra que la riqueza histórica y artística de las cofradías no se queda únicamente, ni muchísimo menos, en la capital hispalense.

3 comentarios:

  1. Mi nombre es Romualdo de Gelo. Ante todo le felicito y le muestro mi agradecimiento por tan exhaustivo reportaje gráfico. Los textos tematicos están realizados por José Antonio Colón Fraile y toda la documentación, datos históricos y cada una de las fichas catalográficas están realizadas por un servidor, datos que completan el fabuloso reportaje que usted nos ofrece . Gracias y felicidades.

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  2. A éste magnifico reportaje,sólo una puntualización,la magnífica saya de volante,q llevará la Virgen de la Piedad ,en su coronación canónica,estrenada en el 2014,es realizada por M.Piedad López Castilla,la participación de Genoveva,fue ya terminándose,por caer Piedad enferma,ofreciéndose a ayudarle,para poder estrenarla ,ese año.Desde aquí,le agradecemos nuevamente ese gesto ,q tuvo para con mi hermana.La saya fue costeada ,por Angelita Castilla Rodríguez,madre de Piedad.(M.Reyes López Castilla)

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  3. Recuerdo los años que mi tía Genoveva estuvo bordando esa magnífica saya de volante en casa de mi abuela. Sabemos perfectamente el gran trabajo que hiciste y la dedicación que tuviste para que la Virgen pudiera estrenarla. Que Dios te conserve esas maravillosas manos para que, durante muchos años, podamos seguir disfrutando de todo lo que haces. María Jesús Franco Rodríguez.

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