jueves, 2 de noviembre de 2023

LA VIRGEN DEL ROSARIO REGRESÓ A SU CAPILLA DESDE LA CALLE SAN VICENTE


Como cada 1 de noviembre, la Hermandad de Monte-Sión celebró el rosario de la aurora con su dolorosa portada en su pequeño palio de traslados. En esta ocasión, sin embargo, María Santísima del Rosario no salió de su capilla de la calle Feria rumbo a algún otro templo, sino que fue el pasado 20 de octubre cuando se encaminó hacia el Convento de Santo Tomás de Aquino, en la calle San Vicente, por lo que el rosario se rezó durante su regreso a la capilla.
El convento de la calle San Vicente pertenece a la Orden de Predicadores, vinculados por Santo Domingo de Guzmán a la creación del rezo del rosario. Se cumplen en este 2023 cuatro siglos y medio desde que el Papa Gregorio XIII instituyera la festividad del Santo Rosario. Es por ello que los cultos a la dolorosa de Monte-Sión se han celebrado en este convento dominico.
A las siete y media de la mañana salió el cortejo para el rezo del rosario, recorriendo las calles San Vicente, plaza San Antonio de Padua, Marqués de la Mina, Alcoy, Eslava y plaza de San Lorenzo, entrando en dicha parroquia y posteriormente en la Basílica del Gran Poder.
Continuó después por Conde de Barajas hacia Trajano, siguiendo el palio a un breve cortejo formado por la cruz alzada entre ciriales, la bandera dominica y el estandarte corporativo.




El Coro de Campanilleros de Tomares se encargó de acompañar musicalmente a la Virgen del Rosario, que de manera inversa a lo que ocurre cada Jueves Santo, pasó de Trajano a la Alameda de Hércules y luego tomó un pequeño tramo de Amor de Dios.
Vestida de luto y con un exorno floral de variadas especies de color blanco, la Virgen del Rosario era llevada por sus hermanos, los cuales iban turnándose durante el recorrido, siempre a las órdenes del capataz Manuel Vizcaya y de sus auxiliares.


























Desde Amor de Dios en su confluencia con Correduría, la Virgen del Rosario tomó la calle Conde de Torrejón para regresar a la capilla de forma más directa que si hubiera continuado a la inversa con su itinerario del Jueves Santo. Bastante gente rodeaba el pequeño palio en este camino de vuelta de la dolorosa de mirada baja.

























Finalmente, María Santísima del Rosario alcanzó la calle Feria, deteniéndose casi a la altura de la farmacia, momento en que un miembro del coro de campanilleros se acercó al capataz para preguntarle cómo se iba a realizar la entrada y decidir, en función de eso, qué últimas composiciones iban a interpretar.
El palio llegó a la capilla y fue girando para entrar de espaldas, mirando hacia la calle. Después se paró para que los hermanos que lo portaban se dieran la vuelta. Finalmente, entró en la capilla mientras el coro de Tomares cantaba una composición con la melodía de la marcha "Rosario de Monte-Sión".


















Así, en torno a las diez de la mañana, concluía un año más el rosario de la aurora de la dolorosa de Monte-Sión; una tradición muy consolidada de la festividad de Todos los Santos en Sevilla.

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