Entre los pasados sábado y lunes, la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina puso fin a los cultos y actos de su reciente Coronación Canónica con la celebración de un besamanos extraordinario a la imagen en su capilla de la calle Amparo.
En el altar del templo pudimos ver a la Pastora sobre su habitual peana de besamanos, de madera dorada, luciendo su nueva corona, labrada por Orfebrería Andaluza, además de un aro de estrellas. Asimismo, llevaba el manto rojo de salida que ha sido confeccionado por las Hermanas Rama y la saya de otomán blanco del taller Artebord, estrenada igualmente con motivo de la Coronación.
Por supuesto, no faltaban el nuevo cayado de oro y plata de Antonio Medina Vallecillo, así como un buen número de broches y medallas, joyas muchas de ellas regaladas a la Pastora por la Coronación Canónica.
La Divina Pastora de Santa Marina presidía una especie de salón real con las paredes y el fondo forrados en damasco rojo. Detrás había un gran pabellón con gotera de terciopelo rojo y crestería dorada, y una gran capa de armiño como cortinaje. La imagen, situada sobre una plataforma escalonada de color azul, estaba flanqueada por dos grandes jarrones con rosas, azucenas, lilium y gladiolos, todo ello blanco, flores que también estaban en un gran centro ante ella, y por dos candelabros dorados.
En los laterales del presbiterio alto se ubicaban dos mesas de madera dorada con ángeles, candeleros y bandejas de plata, así como las banderas concepcionista y asuncionista de la corporación sujetas por sendos ángeles mancebos. Finalmente, hay que subrayar la presencia, en la parte frontal de todo el montaje, de varios blandones dorados y más flores en jarras plateadas sobre columnas de madera dorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario