La Hermandad del Divino Perdón celebró el pasado domingo la salida extraordinaria de su Nazareno titular en conmemoración del XXV aniversario de la corporación. Fue una salida muy medida, con un horario nada acostumbrado, en plena mañana, pero que en todo momento congregó a una gran cantidad de público, de cofrades y devotos, que acompañaron al Señor de José Antonio Navarro Arteaga, quien ofreció una estampa única.
La salida se fijó para las once de la mañana desde una Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey muy bien exornada con banderolas moradas y con dos inmensas fotos de ambos titulares. La cruz de guía encabezaba el cortejo, del que también formaron parte el libro de reglas ("la Biblia", en palabras de un niño situado en la salida) y el estandarte corporativo, así como diversas parejas de hermanos con cirios. No faltó el acompañamiento de algunas hermandades, como la Agrupación Parroquial de la Humildad de Sevilla Este, Bendición y Esperanza, Padre Pío, Pino Montano, Bellavista, Torreblanca, el Cerro y los Desamparados.
Como ya tuvimos ocasión de comentar (ver), en esta salida extraordinaria el Señor del Divino Perdón, vestido con una túnica lisa de color granate, salió solo, sin el conjunto escultórico estrenado el pasado Sábado de Pasión (ver). Y además, contó con la cesión por parte de la Hermandad del Cerro del paso del Señor de la Humildad.
Lo cierto es que estas andas, una de las mejores obras de talla de las últimas décadas en Sevilla, le quedaban como un guante al Nazareno de Alcosa. Alguno, en tono de broma, comentaba que no habría que devolvérselo al Cerro... Y curioso fue también el hecho de estar adornado con una variedad de flores de color blanco.
Antes de salir a la calle, el paso fue vuelto en el interior del templo a la Virgen de la Purísima Concepción, que se encontraba presidiendo el templo en el altar. A continuación, tras estar unos instantes ambas imágenes frente a frente, se encaminó hacia la puerta y salió bajando la rampa hasta la calle mientras la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito enlazaba el final de la marcha "Presentado a Sevilla" con "Despierta Sevilla".
Esta formación musical se estrenó el domingo en la hermandad, y la verdad es que su intervención en esta salida fue excelente, con un buen repertorio y una gran calidad interpretativa. Tras una primera parada en la calle Escritor Alfonso Grosso, que se aprovechó para colocar el brazo de la cruz que hay que retirar para pasar por la puerta de la iglesia, el paso, a las órdenes del capataz Juanma Cantero, se dirigió a Emilia Barral mientras se enlazaban las marchas "Humildad" y "La elección".
El Señor del Divino Perdón, que llevaba un broche de la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados y unos gemelos de Torreblanca, se detuvo de nuevo antes de girar a la calle Beata Ana María de Javouhey a los sones de "Nuestro Padre Jesús de la Victoria".
Más adelante, se pudieron escuchar las marchas "Orando al Padre" y "Dolores y Misericordia", esta última ya en la plaza Maestro Sánchez Rosa, donde quien más quien menos buscaba la sombra. Y es que el calor tampoco quiso perderse esta salida extraordinaria en el Parque Alcosa.
La siguiente marcha que la Agrupación de la Encarnación tocó para el Divino Perdón fue "En la Cena del Señor". Y después, tras una breve parada, llegó un momento destacado de esta procesión, como fue el discurrir del Nazareno ante la residencia de ancianos Vitalia, algunos de cuyos residentes ocupaban gran parte de la acera situada delante del edificio.
El paso se subió a la acera y avanzó lentamente ante los ancianos, parando un instante en la puerta y realizando luego una levantá a tambor para seguir su camino. Y en todo este tiempo, la agrupación enlazó hasta cinco marchas una detrás de otra, que fueron "Amor en Nazaret", "Señor, danos la paz", "Perdona a tu pueblo", "Mi Ángel Nazaret" y "El Redentor de Nazaret". Un gran aplauso de todos los presentes reconoció el gesto de la hermandad, el esfuerzo de los costaleros y el de los músicos.
En la siguiente levantá se le cedió el llamador al capataz del Nazareno del Cerro, Manuel Millán, tocando así el mismo llamador que tiene a su cargo cada Martes Santo. Tras esta llamada, el paso continuó rodeando la plaza, ahora con la marcha "Virgen de la Hiniesta".
La siguiente levantá tuvo una dedicatoria muy especial para un costalero que la escuchó desde la delantera del paso y que, como explicó el capataz, no pudo participar en la extraordinaria debido a un accidente.
Sonó después la marcha "Entregado a su pueblo", pasando con ella el Señor del Divino Perdón a la plaza Azahín, donde luego se escuchó "Oración" mientras el paso se acercaba a la alfombra de serrín realizada conjuntamente por los grupos jóvenes del Divino Perdón y de Torreblanca. La plaza, además, tenía farolillos y más banderolas con motivo de esta procesión del XXV aniversario.
Tras pasar sobre la alfombra que evidenciaba el hermanamiento entre estas dos hermandades del Sábado de Pasión, hubo una chicotá a tambor, seguida por otra a los sones de "Creo en Jesús". Antes de salir de nuevo a la calle Emilia Barral, donde se despidieron algunas de las hermandades que formaban parte del cortejo, hubo un relevo de costaleros.
La revirá la hizo el paso a los sones de "Sagrada Presentación", y más adelante, tras una parada y una levantá dedicada a los hijos de los costaleros, continuó con "Por amor cautivo" hasta el giro a la amplitud de la avenida Ciudad de Chiva.
Dos clásicos de las agrupaciones musicales se escucharon después por esta avenida: "Pasa la Virgen del Refugio" y "Virgen de las Angustias", ésta ya girando a la plaza de Zocodover. Iba la cofradía con retraso según el horario previsto. Por ello, finalizada la marcha, el paso siguió avanzando a tambor con cierta celeridad hasta detenerse en el centro de la plaza.
Y siguiendo con los clásicos, el Divino Perdón continuó luego con "Pescador de hombres" y giró a la calle Ontur a los sones de "Alma de Dios". En esta calle había preparada una gran petalada para el Señor del Divino Perdón desde un balcón. Y así fue, coincidiendo con la interpretación de la marcha "Por Pilatos condenado" a cargo de la Agrupación de la Encarnación.
Desde Ontur, el Divino Perdón salió a la calle Ildefonso Marañón Lavín con la marcha "Sabed que vendrá". Para entonces, pasar del sol a la sombra era un alivio como pasar de la sombra al sol todo lo contrario. Pero eso no parecía ahuyentar a la gente, que seguía acompañando con ganas al Nazareno de Alcosa.
Después de una chicotá a tambor, el paso salió otra vez a la avenida Ciudad de Chiva mientras sonaba "Santa María de la Esperanza". El paso se paró entonces junto a la representación de la Hermandad de los Desamparados, con la que el Divino Perdón comparte barrio y feligresía. Su hermano mayor, Miguel Martínez, fue el encargado de hacer sonar el llamador en la siguiente levantá, tras la que hubo una breve chicotá a tambor.
La Hermandad del Divino Perdón quiso darle su sitio en esta salida extraordinaria también a la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas, que es la que acompaña a la Virgen de la Purísima Concepción. Esto permitió que se tomaran un descanso los componentes de la Agrupación de la Encarnación, a quienes hay que reconocer el mérito de tocar y tocar con el intenso calor que hacía este domingo y en las horas centrales del día.
La banda de música empezó su intervención con la marcha "La Esperanza de Triana", con la que el paso reviró a la calle Jesús del Divino Perdón. Luego, tras un relevo de costaleros, sonó "Procesión de Semana Santa en Sevilla", alcanzando con ella la calle Pintor Alfonso Grosso, donde luego se escuchó "Valle de Sevilla".
Instantes después, el paso, del que se puede decir que hasta le cambió la forma de andar con banda de música, giró a Carmen Conde a los sones de "Macarena", de Emilio Cebrián, y luego a otro tramo de Ildefonso Marañón Lavín con "Soleá, dame la mano".
La Banda de Música Santa Ana se despidió en este punto, mientras que la Agrupación Musical de la Encarnación volvió a su lugar en el cruce con Escritor Alfonso Grosso. Rápidamente reanudó su acompañamiento con la marcha "Estrella, Reina del Cielo" cuando el Señor del Divino Perdón reviraba hacia la calle de su templo.
La siguiente levantá se la quiso dedicar el capataz a la Banda de Santa Ana y luego hubo dos chicotás del paso, la primera con la marcha "Yo soy Jesús de Nazaret" y la segunda con "Alma". Y después del último relevo bajo las trabajaderas, tocó el llamador en la levantá el director de la Banda Santa Ana antes de que el paso siguiera acercándose a la iglesia con la marcha "La victoria del Padre".
La salida extraordinaria del Señor del Divino Perdón iba finalizando cuando el paso llegó a la altura de la puerta de la Iglesia de la Beata Ana María de Javouhey mientras la Agrupación de la Encarnación tocaba "El milagro". El Señor fue girando ante la puerta para entrar mirando hacia la calle, que estaba repleta de gente.
Tras una última parada, el paso se levantó y la agrupación enlazó las marchas "El Nazareno" y "¡Crucifícalo!" mientras subía la rampa y un hermano lanzaba grandes pétalos blancos desde la cornisa del pórtico. Finalmente, faltando ocho minutos para las cuatro de la tarde, el Señor se adentró en su templo con el Himno Nacional.
Que una hermandad de vísperas, que son las más jóvenes, celebre ya aniversarios fundacionales es señal inequívoca de que nos hacemos mayores, pero sobre todo de que las nuevas devociones se van asentando en sus barrios, normalmente bastante alejados de la Sevilla de las postales y los turistas. Pero no por ello son menos cofradieras que cualquier otra zona de la ciudad. En el Parque Alcosa el pasado domingo se vivió un día grande que fue posible gracias a una corporación penitencial que ha alcanzado ya nada menos que un cuarto de siglo.
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