La Hermandad del Sol celebró este sábado la salida procesional de su titular letífica, María Santísima de la Salud, que dedicó la mayor parte de su itinerario a recorrer algunas de las calles de la zona de Nervión, lo que la llevó a hacer estación en dos puntos importantes como fueron la Parroquia del Santísimo Redentor y las Salesianas.
De hecho, tras salir a las siete de la tarde, el cortejo buscó desde la plaza del Aljarafe la calle Virgen del Sol para cruzar directamente la avenida de Ramón y Cajal a Villegas y Marmolejo. Luego tomó Fernández de Ribera y Espinosa y Cárcel, alcanzando así la Parroquia del Santísimo Redentor, cuya comunidad recibió a la Virgen de la Salud tras volverse ante la puerta con la marcha "La Estrella Sublime", interpretada por la Banda de Música Fernando Guerrero, de Los Palacios y Villafranca.
Tras el rezo de la Salve, el paso se levantó por la parroquia y se dispuso a continuar su camino a los sones de "Coronación de la Macarena". Luego, tomó la calle Santa María Mazzarello con la composición "Esperanza de vida" y después hubo una chicotá a tambor.
Cerca estaba la parada de la Virgen de la Salud ante las Salesianas de Nervión, que esperaban a la Virgen en una de las puertas de su casa. Hasta ellas el paso llegó con la banda tocando "Tú, mi Auxiliadora", cuya parte final es el Himno a María Auxiliadora. Las salesianas, al darse cuenta, comenzaron a cantar la letra.
El paso se paró ante ellas, una de las cuales tomó la palabra para pedir a la Virgen por la salud de todas las hermanas ancianas y enfermas, y especialmente por las que más lo necesitan. A continuación, rezaron la Salve y después se les dedicó la siguiente levantá. "Por la casa salesiana, para que nunca le falte la salud", dijo el capataz, antes de que el paso se alejara con la marcha "Carmen".
La cofradía siguió adelante por Santa María Mazzarello con la composición "El Dulce Nombre" y luego se hizo un relevo de costaleros. Los que entraron en ese momento fueron los encargados de conducir a la Virgen de la Salud a la calle Marqués de Nervión mientras la banda tocaba "Siempre Macarena". Y la siguiente marcha fue "Virgen de Montserrat", a la que siguió una chicotá a tambor con la que el paso cruzó con celeridad Ramón y Cajal hacia Urbión.
La Virgen de la Salud estaba de nuevo en el barrio del Plantinar y desde Urbión reviró a la calle Fundación Vicente Ferrer mientras sonaba "Esperanza de Triana Coronada". Pronto se paró el paso y estuvo quieto bastantes minutos. Unas banderas y colgaduras cruzaban la calle de un lado a otro y hubo que esperar a que un hermano subiera a un tejado para elevarlas y permitir que la cofradía siguiera su camino.
Cuando pudo, el paso continuó adelante a los sones de "Hosanna in excelsis" y después se detuvo antes de pasar a la calle Igueldo con la marcha "María Santísima del Dulce Nombre".
La salida procesional se acercaba a su final. Desde Igueldo, la Virgen de la Salud alcanzó la plaza del Aljarafe con la composición "Al verde ocaso", y luego sonó "Señorita de Triana".
Finalmente, a pocos metros de la capilla de la hermandad, la Banda de Música Fernando Guerrero tocó "Pasan los campanilleros" con el paso acercándose y girando ante la puerta. Los costaleros ya se habían dado la vuelta previamente, por lo que, sin detenerse, el paso realizó su entrada y la banda enlazó la partitura de Farfán con el Himno Nacional. Eran las diez y diez de la noche y la Virgen de la Salud regresaba a su templo.
Una vez dentro, se rezó un Ave María por los hermanos difuntos y luego se cantó la Salve mientras el paso se colocaba definitivamente ante el altar del Varón de Dolores de la Divina Misericordia, la Virgen del Sol y San Juan Evangelista.












































































































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