La imagen que tallara Antonio Illanes fue llevada en unas andas comandadas por el capataz del paso de palio, Luis León Pérez, y vestía para la ocasión manto y saya de color burdeos con bordados en oro cedidas por la vecina Hermandad de las Penas de San Vicente.
La Virgen de las Tristezas mostraba parte de su cabellera tallada tal y como ocurriera el pasado Lunes Santo por obra de su vestidor, Antonio Bejarano.
El breve cortejo estaba formado por cruz alzada y ciriales, algunos hermanos con cirios, estandarte y varas, cuerpo de acólitos y las andas, que estaban iluminadas por dos de los faroles que hasta 2008 llevaba en los costeros el paso del Cristo de la Vera+Cruz.
Poco antes de las dos de la tarde entraba de nuevo la Virgen de las Tristezas en su capilla. Una vez dentro, el hermano mayor, Francisco Berjano, dedicó unas palabras de agradecimiento a cuantos habían participado en este culto público y pidió a los presentes el rezo de tres avemarías por un hermano que al día siguiente iba a someterse a una delicada operación quirúrgica.
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