La Iglesia del Santísimo Cristo de la Expiración, a la que muchos siguen llamando, a pesar de los muchísimos años transcurridos, Capilla del Patrocinio, es oficialmente desde el pasado domingo Basílica Menor. Y es así después de una función presidida por el arzobispo Juan José Asenjo, a la que asistieron por parte del Ayuntamiento el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano.
En el transcurso de la misa el arzobispo bendijo la nueva mesa de altar, realizada en mármol y con la particularidad de tener en las esquinas las antiguas maniguetas del paso del Cachorro. Además, en su interior se ha colocado una reliquia "Ex Sanguinis" del Papa Juan Pablo II. Dicha mesa, que recibió los elogios del arzobispo, será completada próximamente con un ambón del mismo estilo que el propio Asenjo se comprometió a bendecir en una nueva visita a la ya cuarta basílica menor de Sevilla, la primera de Triana.
En la fachada del templo se ha colocado una placa dorada sobre mármol verde con el escudo de la basílica, que incluye el propio escudo de la Hermandad del Cachorro.
Finalmente, el arzobispo, acompañado por el hermano mayor, José María Ruiz Romero, bendijo un nuevo confesionario ubicado en la nave de la antigua Capilla del Patrocinio. Aquí se produjo la única nota discordante del acto, cuando desde fuera del templo un hombre se acercó a la puerta para gritar "¡Viva Carlos Amigo! ¡Viva el Cardenal Carlos Amigo!", entre las miradas de incredulidad y reproche de los presentes. Sin duda, una salida de tono injustificable y fuera por completo de lugar, que en cualquier caso no enturbió el gran día vivido en el seno de la hermandad y del conjunto del barrio trianero.
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