Y es que el paso de palio estaba prácticamente montado al completo, desde los respiraderos hasta las caídas, pasando por las jarras, la candelería, los varales y sus correspondientes rosarios, mientras que los candelabros de cola se situaron detrás, junto a las escalerillas por las que los devotos podían subir y bajar para estar junto a la Virgen y besar su mano.
Un enorme cortinaje rojo tapaba por completo el recién restaurado retablo y delante de él se situó el palio, flanqueado por las imágenes del Señor de la Oración en el Huerto y el Santísimo Cristo de la Salud.
Sin duda, fue un esfuerzo destacable el del equipo de priostía de la hermandad, que dio lugar a un montaje absolutamente bellísimo que generó multitud de comentarios elogiosos.
Para el debate quedará, sin embargo, la cuestión tantas veces comentada en determinados besamanos. Montaje extraordinario, sí. Pero, ¿accesible? Y es que a veces lo que se gana en espectacularidad se pierde en accesibilidad para las personas mayores y con movilidad reducida.
Recordamos en este punto el artículo "La accesibilidad en los besamanos", publicado el pasado mes de noviembre en este blog.
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