BESAPIÉ EN LA PENUMBRA SERVITA

El Santísimo Cristo de la Providencia estuvo expuesto en besapié el pasado domingo. Se trata de un culto que sobrecoge por la oscuridad reinante en la capilla de la Hermandad de los Servitas, donde la única iluminación es la de los hachones, faroles y candeleros que se sitúan alrededor de la imagen del Cristo, en el altar del templo y en el de la Virgen de la Soledad.
El Cristo que tallara José Montes de Oca estaba en el centro de la capilla. Había cuatro hachones a su alrededor y dos pequeños faroles en los lados. Asimismo, se colocaron hasta ocho blandones dorados, cuatro a cada lado de la capilla.
El altar del templo, presidido por la Virgen de los Dolores y acompañada por San Juan Evangelista y la Magdalena, contaba delante con los cuatro faroles de plata que forman parte del primer paso de la cofradía del Sábado Santo y diferentes candeleros de cera, como el resto de la iluminación, de color tiniebla.
En cuanto a las flores utilizadas para adornar el montaje, junto al Cristo de la Providencia había lirios morados, flor que también estaba en cuatro jarras en el altar y dos centros delante de San Juan y la Magdalena, además de un centro de rosas rojas a los pies de la Virgen de los Dolores.