En lo que respecta al besamanos, la Virgen de Regla estaba en el presbiterio del pequeño templo de la calle Orfila, sobre una peana de plata y entre dos columnas salomónicas doradas con sendas jarras del paso de palio, con claveles blancos y margaritas, y entre cuatro blandones con cera blanca.
La dolorosa llevaba el antiguo manto de salida, lamentablemente sustituido para la estación de penitencia por el de la Coronación Canónica, y la saya blanca de Martín Santonja estrenada precisamente con motivo de dicho acontecimiento en 2010. Lucía la corona de oro y sobre el pecherín, bajo el broche con la advocación, llevaba la Medalla de la Ciudad.
Detrás, la cola del manto estaba sujeta por dos ángeles a los pies de la escalera que conducía hasta el trono de reina prestado por la Hermandad de Santa Genoveva.
El Señor, que vestía la túnica en la que Martín Santonja reprodujo en 2009 un diseño de Rodríguez Ojeda, ha regresado del taller de Carrasquilla con la policromía más clara debido a la retirada de la suciedad que el paso del tiempo había ido acumulando. Asimismo, se han reparado los ensambles, la sujeción de la peana y alguna grieta que había aparecido en la zona del cuello.
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