El Nazareno de la Hermandad del Valle ha regresado más limpio, ya que se le ha retirado toda la suciedad acumulada, dejando ver la policromía original de esta imagen datada en el primer tercio del siglo XVII y sin una atribución clara sobre su autoría, aunque todo parece apuntar a un desconocido discípulo de Martínez Montañés. En cualquier caso, Juan de Mesa, a quien se atribuye la Virgen del Valle, estaría descartado.
Además de la limpieza llevada a cabo sobre la talla, Cinta Rubio ha eliminado repintes no originales que se habían detectado previamente sobre la talla. En cuanto al soporte, se han sellado algunas grietas y se ha afianzado la estructura, solucionando también algunos problemas que presentaba la imagen en los brazos, sobre todo en el izquierdo, que es el que sostiene la cruz.
Lo que no se ha hecho en esta restauración es reponer un mechón que tenía el Señor en el lado derecho de su cabellera, que puede verse en fotografías antiguas y que desapareció en una intervención en 1941. Como ocurriera en su momento con el Cristo de la Fundación de los Negritos, que también contó originalmente con un mechón que hoy no existe, también en el caso del Nazareno del Valle se descartó la posibilidad de rehacer este elemento perdido, ya que eso habría supuesto desvirtuar la fisonomía de la imagen con un añadido de nueva ejecución, algo que se rechaza en cualquier proceso de restauración de una obra de arte.
Con el regreso del Señor con la Cruz al Hombro, la Hermandad del Valle completa la restauración de los titulares que presiden cada uno de sus pasos, proceso iniciado con el Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas en 2000 y continuado con Nuestra Señora del Valle en 2007. Ambas restauraciones fueron realizadas, como ésta del Nazareno, por el IAPH.
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