En la calle Miguel de Carvajal, unos costaleros que esperaban el momento del relevo para meterse bajo el paso comentaban, no sin cierta ironía, el curioso repertorio musical que se pudo escuchar detrás de la Virgen del Carmen del Santo Ángel, que vivió ayer su salida procesional. "La marcha más conocida va a ser 'Valle de Sevilla'", decía uno de ellos. Los demás reían.
Lo cierto es que tras la Virgen del Carmen se escucharon marchas no muy conocidas, por no decir que alguna era directamente inédita para gran parte del público. Quizá resultó demasiado sobrio tratándose de una procesión de gloria, pero la Banda de la Oliva de Salteras es una de las mejores formaciones musicales que tocan en las cofradías de Sevilla y es un placer escuchar cualquiera que sea su repertorio.
Todo comenzó a las nueve menos cuarto de la tarde, cuando se abrió la reja que da acceso al atrio del Convento del Santo Ángel. La puerta del templo llevaba ya un rato abierta, pero fue en ese momento cuando pudo iniciar su salida el cortejo de la cofradía, encabezado por cruz alzada y ciriales, y seguido por el primer paso, el de la Transverberación de Santa Teresa, formado por la imagen de la santa y un ángel, a quienes pudimos ver hace poco sobre un paso acompañados por un Ecce Homo en el Corpus, conformando el altar de la Hermandad de las Siete Palabras, dedicado al quinto centenario del nacimiento de la santa de Ávila.
La imagen de Santa Teresa, obra de Francisco Romero Zafra, como el ángel que la acompaña, estrenaba el hábito de terciopelo marrón bordado en oro por José Muñoz Moreno y Manuel Trujillo.
Detrás del paso de Santa Teresa, iban las representaciones de diversas hermandades, como la de los Ángeles de San Juan de Aznalfarache, que prestó el paso para los traslados del Corpus, Montserrat, Amparo y Carmen Doloroso. Seguían la bandera del Carmen y el estandarte corporativo.
Pronto asomó por el dintel de la puerta del templo de la calle Rioja el paso de la Virgen del Carmen, para el que la Banda de la Oliva, desde dentro, interpretó "Flor del Carmelo". Con esta composición salió a la calle este paso, que presentaba como estrenos la presencia de una peana dorada del siglo XVII y la restauración y sobredorado de las coronas tanto de la Virgen como del Niño.
Mucha gente recibió a la Virgen del Carmen en la calle y no iba a abandonarla en ningún momento durante un recorrido en el que la existencia de muchas calles estrechas dificultó por algunos instantes poder seguir con tranquilidad a la cofradía.
En la misma calle Rioja, el recién estrenado delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, realizó una llamada al paso, con la correspondiente levantá dedicada por parte del capataz, José Manuel Palomo.
Posteriormente, la Virgen del Carmen giró de Rioja a Velázquez a los sones de "Virgen del Dulce Nombre", a la que después siguió "Esperanza Trinitaria".
El itinerario continuó por O'Donnell, donde, en silencio, aunque con los sones que iban tras la Virgen muy cerca, avanzaba el pequeño paso de Santa Teresa. Durante un instante, ambos pasos estuvieron en paralelo, aunque mirando hacia direcciones opuestas.
"Madre del Carmen Coronada" fue la marcha escogida para que la Virgen del Carmen hiciera el giro de Velázquez a O'Donnell. En esta última calle, el capataz quiso dedicar una levantá al hermano mayor de la hermandad de San Juan de Aznalfarache que, como ha quedado dicho, prestó su paso para la salida de Santa Teresa del mes pasado.
Acto seguido, continuó por O'Donnell, primero a tambor y después con la marcha "El Cachorro. Saeta sevillana".
El paso de Santa Teresa, adornado con rosas y claveles blancos, entre otras flores, marcaba de alguna manera el camino a la Virgen del Carmen, que siguiendo con el curioso repertorio musical, pasó por la Plaza de la Magdalena con "Cristo de la Buena Muerte", seguida después por "Madre, tu Dulce Nombre" en el giro de Murillo a Bailén, y después, en esta misma calle, "Passio Granatensis" y "A la memoria del general Chinchilla".
La amplitud de la Plaza del Museo, a la que la cofradía llegó por Miguel de Carvajal, dio un cierto respiro, sobre todo con el paso de Santa Teresa, ya que la mayoría de los cofrades que contemplaban la procesión y muchos turistas, entre ellos una familia vasca, seguían más a la Virgen del Carmen.
La marcha "La Esperanza de Triana", de Farfán, duró lo que el paso de la Virgen tardó en dejar atrás Miguel de Carvajal, pasar por un pequeño tramo de la Plaza del Museo e internarse en la calle Rafael Calvo, donde después sonaría "Nuestra Señora de las Mercedes".
Fue ahí precisamente donde se hicieron notar de nuevo las estrecheces, más patentes en la calle San Roque. Por eso fueron muchos los que decidieron esperar a la cofradía a la salida de dicha calle, en la revirá con San Eloy. Aquí había más turistas, en este caso italianos, que comentaban que les parecía un privilegio haberse encontrado así, de casualidad, con una procesión por las calles de Sevilla.
La Banda de la Oliva interpretó, en el giro de San Roque a San Eloy, "Mediatrix Omnium Gratiorum", seguida después por "Dulce Nombre de Jesús", con la que la Virgen volvió a pisar el primer tramo de la calle Bailén, ya de regreso al Santo Ángel. Posteriormente, "Hiniesta" fue la composición que sonó de Bailén a Murillo.
De nuevo en la Plaza de la Magdalena, y ya con menos gente que en el inicio de la procesión, los pasos de Santa Teresa y la Virgen del Carmen recorrían los últimos metros del itinerario. En la plaza sonaron tres composiciones tras el paso de la Virgen: "La Virgen en sus Lágrimas", "Virgen de los Negritos" y "Procesión de Semana Santa en Sevilla", ésta en el giro de la Magdalena a Rioja.
El paso de Santa Teresa entró de nuevo en el Convento del Santo Ángel sin volverse, siempre de frente, hasta perderse por la nave central del templo hasta el presbiterio.
Para la vuelta a casa de la Virgen del Carmen se reservaron las marchas más alegres de todo el recorrido. Así, en primer lugar sonó "Como tú ninguna". A continuación, ya ante la puerta y mientras el paso giraba para entrar dando la cara a la gente, la Banda de la Oliva tocó "La Estrella Sublime".
Sin embargo, pronto cambió de nuevo el tono, cuando, como última marcha, la banda interpretó "El Refugio de María", con la que entró la Virgen del Carmen en el Santo Ángel y que fue interpretada dos veces, desde la calle hasta que el paso quedó colocado a un lado del presbiterio.
Lo recordaron los carmelitas del Santo Ángel tras agradecer a la Virgen el día que había regalado a toda la comunidad en torno a Ella: la próxima cita destacada será la Coronación Canónica de la Virgen del Carmen de Cristóbal Ramos, recientemente restaurada. El 10 de octubre es la fecha escogida para un nuevo capítulo de fe y devoción en el Convento del Santo Ángel.
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