Al día siguiente de la celebración del besapié (ver), la Hermandad de San Esteban llevó a cabo el rezo del vía crucis, que este año no se desarrolló por las calles de la feligresía, sino que todas las estaciones se leyeron en el interior de la Parroquia de San Bartolomé, a la que se trasladó el Señor llevado en las andas pertenecientes al Cautivo de San Ildefonso.
A las siete y cuarto de la tarde comenzó este traslado con la apertura de la puerta que da a la calle San Esteban. Por ella salió todo el cortejo, a diferencia de 2016, cuando la salida fue por la puerta de la calle Medinaceli (ver). La cruz de guía entre faroles iniciaba el cortejo, seguida de varias parejas de hermanos con cirios color tiniebla, Algunos antiguos hermanos mayores participaron también portando cirios, mientras que el acompañamiento musical corrió a cargo de un trío de capilla de la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que iba tras el estandarte corporativo y la presidencia.
Pronto, tras el cuerpo de acólitos con seis ciriales, apareció bajo la ojiva dentada de San Esteban el Señor de la Salud y Buen Viaje, sin clámide textil alguna, aunque sí un cíngulo, corona de espinas y las potencias de salida.
Las andas del Cautivo de San Ildefonso estaban adornadas con rosas rojas y lirios morados, mientras que los faroles, que también se utilizaron el viernes como iluminación del besapié, contaban con velas color tiniebla.
Al no irse rezando las diferentes estaciones del vía crucis por la calle, las paradas eran breves. Lo justo para realizar los relevos de los cofrades encargados de portar al Señor. También se intentó no interrumpir en exceso el tráfico que accede al centro por la Puerta Carmona.
Desde la calle San Esteban, el Señor de la Salud y Buen Viaje atravesó la Plaza de Pilatos y siguió por la calle Águilas.
Después de una parada en la esquina de Águilas con Lirio, el
Señor se internó por la estrechez de esta última en su camino a San Bartolomé.
También la Hermandad de San Esteban ha visto limitado su itinerario del vía
crucis con motivo de la nueva norma diocesana que impide salir de la
demarcación parroquial de cada una.
Así, desde Lirio, salió a la Plaza de las Mercedarias y,
antes de seguir su camino, entró en el Convento de las Salesas, no sin
dificultad por la presencia de una lámpara en el zaguán, donde tuvo que
quedarse el Señor al no poder acceder al propio templo del convento, desde el
que las religiosas rezaron y cantaron.
A continuación, el Cristo de la Ventana salió del convento
para continuar hacia San Bartolomé. En la misma Plaza de las Mercedarias, los
hermanos cedieron su lugar en las andas a las hermanas, que se encargaron de
llevar al Señor en las siguientes calles, Levíes y Céspedes.
Posteriormente, por Virgen de la Alegría, el cortejo alcanzó
la Parroquia de San Bartolomé y el Señor de la Salud y Buen Viaje entró en el
templo.
En este templo de la judería sevillana, que conforma una
misma parroquia con San Esteban, celebraron los cofrades de la Puerta Carmona
su vía crucis de 2017. Después tendría lugar el traslado de regreso por las
calles Levíes, Plaza de las Mercedarias, Garci Pérez, Vidrio, San Esteban,
Imperial y Medinaceli, accediendo a su templo por la puerta situada a los pies
de la nave central.
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