lunes, 6 de marzo de 2017

VÍA CRUCIS Y TRASLADO AL SAGRARIO DEL CRISTO DE LA SALUD DE LA CARRETERÍA


La lluvia que había caído durante la mañana y en algunos momentos de la tarde del pasado sábado desapareció y permitió a la Hermandad de la Carretería rezar por las calles el vía crucis con el Santísimo Cristo de la Salud durante su traslado a la Parroquia del Sagrario, donde al día siguiente tendría lugar la función principal.
Hay que apuntar que es el segundo año consecutivo que los cofrades de la Carretería tienen que estar pendientes del cielo en el primer sábado de Cuaresma, aunque este año se pudo celebrar todo como estaba previsto. No así en 2016, cuando el vía crucis se rezó en el interior de la Capilla de las Tres Necesidades, realizando después el traslado a un ritmo más rápido (ver).
Eran aproximadamente las ocho menos veinte de la tarde cuando se abrían las grandes puertas de la capilla de la calle Real de la Carretería y comenzaba a salir el cortejo, formado por dos tramos de hermanos con cirios color tiniebla. El primero lo abría la cruz alzada con manguilla entre ciriales, y el segundo, el estandarte corporativo. Detrás iba un trío de música de capilla y luego el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.




Dentro de la capilla se rezó la primera de las estaciones del vía crucis. Después, el Cristo de la Salud, portado en unas andas sin ningún tipo de adorno floral por sus hermanos, salió y giró a su izquierda, al contrario que en la tarde del Viernes Santo, cuando el gran barco carretero desafía la estrechez de la calle para poner rumbo a la carrera oficial.
El crucificado de Francisco de Ocampo, que llevaba sus potencias de salida, recorrió la calle Real de la Carretería hasta su confluencia con Rodo, en cuya esquina se detuvo para el rezo de una nueva estación del vía crucis, como hizo igualmente después, en el cruce con General Castaños.





















Desde Rodo, el Cristo de la Salud salió a la calle Dos de Mayo, donde fue recibido por una representación de la Hermandad de las Aguas. En la misma reja de acceso al atrio de la Capilla del Rosario se leyó otra de las estaciones del vía crucis.
Después, tras el encuentro entre estas dos hermandades del barrio del Arenal, el crucificado siguió su camino con bastante celeridad en dirección al Arco del Postigo, donde esperaba también la Hermandad de la Pura y Limpia.










Tras dejar atrás el Postigo, el Cristo de la Salud salió a la Avenida de la Constitución y rodeó la Catedral por Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo, Plaza Virgen de los Reyes, Placentines y Alemanes, entrando finalmente en la Parroquia del Sagrario tras completar un traslado que tendría su segunda parte, algo acelerada por la llovizna, en la mañana de ayer, domingo, tras la función solemne en su honor.

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