Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, de la Hermandad de San Esteban, se encuentra hoy, viernes, expuesto en besapié en la capilla sacramental de su templo, donde está estrenando la clámide púrpura confeccionada por Joaquín Salcedo y bendecida el pasado 18 de febrero (ver). Se trata de una prenda basada en la conocida como la de las florecillas, que el Señor poseía y con la que se le ve en algunas fotos de los tiempos fundacionales de la hermandad, hace cerca de un siglo.
Por otra parte, para acentuar esa estampa añeja de la imagen, lleva sus potencias más antiguas, de las llamadas de diadema, de mediados del siglo XIX, además de una corona de espinas de plata y una caña de plata sobredorada.
El Cristo de la Salud y Buen Viaje está elevado sobre una estructura rectangular cubierta de terciopelo rojo con un encaje dorado en la parte superior y en las laterales. Detrás tiene el dosel que ha formado parte del altar del quinario celebrado días atrás y está flanqueado por dos candelabros de plata con cera color tiniebla situados sobre sendas columnas doradas con forma de estípite.
Y más hacia los extremos vemos dos jarras del paso de palio de María Santísima Madre de los Desamparados con lirios morados, colocadas sobre sendas columnas de base cuadrada de terciopelo rojo y galones dorados. Además, hay dos mesas de madera dorada que sujetan cada una dos pequeñas jarritas del palio también con lirios y unos candelabros plateados con las velas dispuestas de forma escalonada, mientras que al fondo, tras el dosel, asoman otros dos.
Por último, fuera de la capilla sacramental, a un lado y a otro de la reja de acceso, se han ubicado el estandarte corporativo y la bandera del cortejo del Cristo entre altos blandones dorados con cirios igualmente de color tiniebla.
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