La Hermandad de Bellavista celebra esta semana el quinario en honor a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Remedios que estaba previsto para mediados de marzo, pero que tuvo que ser suspendido con motivo de la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
El quinario tiene lugar días después de la celebración del L aniversario de la llegada de la imagen a la hermandad y su consiguiente bendición (fue el 9 de octubre de 1970), tras la generosa donación de Fernando Cano Romero, propietario de la talla, que en un principio fue encargada a Antonio Castillo Lastrucci a imagen y semejanza del antiguo Señor en su Soberano Poder de San Gonzalo con idea de ser el titular de una hermandad de nueva creación en Jerez de la Frontera. Este proyecto de hermandad finalmente no cuajó y la talla fue a parar primero al domicilio de Cano Romero, y después a un almacén, desde el que finalmente partió rumbo a Bellavista como Señor de la Salud y Remedios.
En el altar del quinario, montado en el lado izquierdo del crucero de la Parroquia del Sagrado Corazón, el Señor viste una túnica lisa de terciopelo burdeos, y sobre su hombro derecho lleva un nuevo mantolín donado por un grupo de hermanos. Este mantolín, de tonalidad púrpura y con bordados en dorado, debería haberse estrenado el pasado Viernes de Dolores, durante la estación de penitencia de la cofradía.
Alrededor del Señor hay un buen número de candeleros del paso de palio de la Virgen del Dulce Nombre con cera blanca, además de seis jarras también del palio con claveles, anthurium y rosas, todo ello de color rojo, así como estátice morado y hojas verdes. También se han colocado dos faroles de plata, una miniatura de la Virgen de Valme y dos ángeles de orfebrería sujetando una corona de espinas a los pies de la imagen, que luce sus potencias de salida.
Todo es novedoso en este quinario: el escenario, al estar la hermandad residiendo provisionalmente en la Parroquia del Sagrado Corazón, a la espera de la construcción del nuevo edificio de la Parroquia del Dulce Nombre, la fecha, el estreno del mantolín e incluso la ausencia de la Virgen del Dulce Nombre, que fue retirada del culto hace un mes para su restauración por parte de Darío Ojeda Cordero (ver). En su lugar, en el altar provisional de la cofradía hay una fotografía de la dolorosa a tamaño natural.
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