viernes, 23 de septiembre de 2022

BESAMANOS EN SAN LORENZO A MARÍA SANTÍSIMA DEL DULCE NOMBRE


Este viernes ha comenzado en la Parroquia de San Lorenzo el besamanos a María Santísima del Dulce Nombre, culto que se prolongará durante el fin de semana hasta el mediodía del domingo. La cofradía del Martes Santo recupera así literalmente el besamanos, ya que la dolorosa tiene la mano derecha extendida para que, quien lo desee, pueda besarla. Al final, no se trata algo tan diferente a lo de toda la vida: el que quiere la besa y el que no quiere, no.
Para este culto recuperado, la Virgen del Dulce Nombre está en el centro de la capilla que ocupa en el templo, sobre la habitual peana dorada. Viste manto de terciopelo azul bordado por Sucesores de Esperanza Elena Caro (2000) y saya rosa de tisú bordada por el mismo taller en 1999 y enriquecida en 2003. Además, tiene la toca de sobremanto de encaje dorado y luce la corona procesional de Joyería Dalmás que en cinco años cumplirá un siglo. En el pecherín tiene dos broches, un alfiler con su advocación en letras doradas y la medalla de oro de la provincia de Sevilla.
El exorno floral se compone de claveles rosas repartidos en varios centros y jarras, dos de ellas ubicadas sobre sendas columnas de madera dorada que flanquean a la dolorosa, y también a sus pies, sobre la peana. Detrás, en el camarín de la Virgen está el Cristo del Mayor Dolor entre otras dos jarras sobre columnas con claveles, y ante sí hay varios candeleros con cera blanca, así como el templete de San Antonio de Padua que va en la delantera del paso de palio.
Finalmente, en las hornacinas laterales se encuentran Nuestro Padre Jesús ante Anás y San Juan Evangelista, ambos con algunos claveles rosas muy sueltos y sendas parejas de candeleros con cirios blancos ante ellos.




































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