Cuando Francisco Vélez fue reelegido en junio de forma abrumadora como presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, afirmó que su objetivo en su segundo mandato era "trabajar, trabajar y trabajar" por las hermandades, recordando al famoso "programa, programa y programa" de Anguita.
A juzgar por lo vivido ahora con el Santo Entierro Grande de 2023, cualquiera diría que eso de "trabajar, trabajar y trabajar" ha quedado reducido a la mínima expresión. Y es que ayer el Consejo nos sorprendió (bueno, en realidad no tanto) haciéndonos saber que tiraba la toalla en la búsqueda de un recorrido común más allá de la carrera oficial para los pasos que se incluirán en el cortejo del Santo Entierro el año que viene. Sí, faltan cinco meses para el Sábado Santo, pero al parecer no hay tiempo suficiente para "trabajar, trabajar y trabajar" más.
Así, ayer se indicaba que el próximo Santo Entierro Grande será, como el recordado Canal +, sólo para abonados. Es decir, sólo para los que tengan silla en la carrera oficial, como ocurrió en las ediciones anteriores. Cuando empezaba la programación codificada del mencionado canal, lo más que podía hacer uno era entornar un poco los ojos para tratar de adivinar entre las rayitas en blanco y negro lo que se estaba emitiendo en ese momento para los que pagaban por su contenido. Lo mismo tendrán que hacer quienes quieran ver los 15 pasos, más los tres del Santo Entierro, entre las vallas que protegen como contenido de pago lo que esté pasando por la carrera oficial. O verlo por la tele, claro está.
En un principio se habló de la plaza de la Concordia, pero como está tan increíblemente lejos de la Campana (a varios centenares de kilómetros), era un lío espantoso. Se descartó. Y de repente se anuncia que el inicio común estará en la Alameda, que es un lugar más amplio. Se anuncia quiere decir: o que alguien se va de la lengua o que alguien lo dio por hecho antes de ser definitivo o que a alguien le convenía que se diera a conocer sabiendo que no iba a salir para así poder decir "lo hemos intentado". Cada uno que elija la opción que más le convenza.
El caso es que parece ser que algunas de las hermandades invitadas (luego volveré con lo del término "invitadas") han protestado porque llegar a la Alameda en lugar de a la Campana suponía alargar sus recorridos en, también, varios centenares de kilómetros, lo que es algo insalvable desde el punto de vista físico para el ser humano (aceptemos pulpo...). ¿Conclusión? El Santo Entierro Grande empezará en la Campana, terminará en la Catedral y punto pelota.
¿No hay más opciones? ¿No se puede buscar una alternativa de recorrido común libre de sillas ni antes de la Campana ni después de la Catedral? ¿No podrían los pasos seguir juntos hasta la Puerta de Jerez, por ejemplo, después de pasar, o directamente sin pasar, por la Catedral? ¿No? ¿Imposible?
Evidentemente, porque no nos chupamos el dedo, si a cinco meses del Sábado Santo se dice que o Alameda o nada, es porque lo que interesa a quien sea es la nada. Porque siempre es más cómoda la nada que tener que "trabajar, trabajar y trabajar". Y a todo esto, la Hermandad del Santo Entierro, que se supone que es quien organiza el SEG (con ayuda del Consejo "trabajando, trabajando y trabajando", y del Ayuntamiento...), no ha dicho esta boca es mía. Lo más reciente que ha hecho es enseñarnos el logotipo del Santo Entierro Grande, hace ya una semana.
Pero, dando por buena la explicación de que las hermandades invitadas han sido las que han rechazado lo de la Alameda... permitidme una pregunta: ¿quiénes son esas hermandades para decidir acerca del recorrido común? Es decir, ellas son hermandades invitadas. Invitadas no significa obligadas. A mí me pueden invitar a una boda, pero no por aceptar ir voy a tener potestad para elegir el cuarteto musical que intervendrá en la ceremonia o las flores que conformarán el ramo de la novia. Si quien organiza el SEG decide empezar en la Alameda (o en otro sitio si hubiera ganas de "trabajar, trabajar y trabajar") y hay hermandades invitadas a las que no les viene bien, pues que amablemente declinen la invitación, que cofradías dispuestas a sustituirlas no van a faltar.
Y otra cosa. Si entre la Alameda y el Duque se pusieran sillas sólo para esa procesión, como ocurre en la del Corpus, y el dinero obtenido se repartiera entre las quince cofradías invitadas, ¿también dirían que no a ese recorrido común antes de la carrera oficial? Que no quiero yo decir nada. Sólo me lo pregunto...
En definitiva, con cinco meses de antelación el Consejo ha hecho oficial que el Santo Entierro Grande estará, como los contenidos más potentes de aquel Canal +, codificado. Sólo los abonados podrán verlo. El resto de los mortales se limitarán a poder ver a las otras cuatro hermandades del día como cualquier otro Sábado Santo o a intentar que les dé tiempo a ver por las calles alguno de los quince pasos participantes en sus respectivos traslados de ida o de vuelta de esta nueva edición del SEG +.
Todavía podrían los canales locales emitir el Sábado Santo de 2023 codificado poniendo una pequeña tarifa a sus espectadores; que la cosa está muy mala y no estamos para perder oportunidades de negocio regalando retransmisiones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario